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Con 100 marcas, pub temáticos, clubes y destilerías el gin tonic crece en todos los segmentos

Para algunos avanza en el camino de convertirse en una bebida nacional con una “movida” creciente. El caso de la destilería Moretti y una tendencia que se federaliza. Dos Florines

El escenario es tan creciente como sorprendente. “La movida” del mundo del gin no ha parado de crecer en los últimos años y desde el sector ya hablan de un avance en el camino de posicionarse como “bebida nacional”.

Clubes de gin, premios internacionales para marcas locales, el gintonic tirado en barril que creó la local Destilería Moretti, bares temáticos, decenas de marcas nacionales y el crecimiento en el consumo de esta bebida espirituosa que sigue en alza hablan por sí solo.

Pero también, aún en cuarentena, bares, hoteles y restaurantes de todo el país se suman a diario a partir de una demanda creciente e incorporan en su oferta al gin, que va ganando terreno en el paladar argentino.

Si bien no era algo raro, tampoco era habitual hace unos años pedir un gin (con tónica o solo) en una barra; y mucho menos común era tener una botella en casa para beber una copa. Ahora se vive un verdadero boom, y está ocurriendo en todo el país con decenas de marcas nacionales que ven colmada su capacidad productiva como consecuencia de la demanda que trajo la ansiada “reapertura” y la nueva normalidad.

El Entre Ríos, desde su lanzamiento, gin El Heredero, se ha convertido en tendencia y se ha consolidado como una marca que gana participación y se instala como una opción más que interesante y que compite con las líderes del mercado.

Un caso para destacar, a nivel nacional, lo muestra Destilería Moretti. Hace cuatro años lanzaron  Buenos Aires GIN, su primer producto: “si bien tuvimos muy buenas críticas y el producto gustaba mucho, no se veía un ritmo de ventas tan acelerado como el del último año”, indican Bruno y Franco Moretti, sus fundadores.

 Actualmente están trabajando ininterrumpidamente y de su producto estrella, el gintonic tirado en barril -que crearon  como innovación total a principios del año pasado- salen camiones cargados a todo el país.

La idea surgió como una forma de resolver de manera sencilla la creciente demanda de gintonic en todo tipo de bares, pero sobre todo en cervecerías, que se multiplicaron durante los últimos años y comenzaron a sentir la necesidad de reconvertir parte de su oferta.

El barril de gintonic Moretti se conecta directamente a una chopera convencional y por la canilla sale el producto listo para tomar, elaborado con gin y tónica craft de altísima calidad, con las proporciones y el gas perfecto. Un sueño hecho realidad para ambos lados de la barra.

Tan fuerte es el crecimiento de la demanda de este producto que están empezando a proliferar bares temáticos especializados en gintonic tirado, no sólo en Buenos Aires sinó también en varias provincias, de cuyas canillas brota gintonic, que es luego decorado con diferentes “garnish” para crear las más diversas y creativas variantes.

Cuenta Paulo Conforti, reconocido bartender, dueño de las barras Home Bar B.A. que observa también otra tendencia: “En muchos países del mundo es normal pedir la carta de gin, algo impensado en Argentina por lo poco habitual que era su consumo. Pero ahora hay bares que la tienen, y consumidores que saben del tema y preguntan con qué gin haremos el trago, y ya no le da lo mismo que sea con uno de baja calidad o industrial. Los artesanales vienen picando en punta en ese sentido y son los más valorados por los consumidores actuales”.

Números en alza.

Hace tan sólo un puñado de años existían unas cinco marcas de gin artesanal en el mercado argentino. A partir de 2017 se fueron sumando nuevas hasta este 2020, en el cual a pesar de las dificultades por todos conocidas se incorporaron al mercado más de 100 nuevas etiquetas de gin de elaboración artesanal, la mayoría con un importante volumen de ventas.

En los comienzos de este fenómeno, la elaboración estaba focalizada en unos pocos puntos del país, principalmente en Mendoza, Buenos Aires, Mar del Plata y la Patagonia. Pero poco a poco fue propagándose a otras ciudades, a tal punto que hoy se puede pedir un gin en cualquier provincia.

En definitiva, el fenómeno parece haber llegado para quedarse y cada vez conquista a más personas a lo largo y a lo ancho del país. Tanto con tónica, para coctelería de alto vuelo,  para preparar comidas,  con hielo o solo, el gin se está convirtiendo en una “bebida nacional”.

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