Luciano Paulín, abogado especializando en Energías Renovables, Eficiencia Energética y Cambio Climático, destacó cómo es posible aplicar Sistemas de Gestión de la Energía para reducir costos y ser más eficientes. Dos Florines
Ante el aumento fuerte de las tarifas que impactará en Entre Ríos y otras provincias, muchas empresas se preguntan cómo hacer para ser más eficientes. Frente a ello, una alternativa es implementar los Sistemas de Gestión de la Energía (SGEn), una metodología para lograr una cultura de la mejora sostenida y continua del desempeño energético en las organizaciones, de forma costo-efectiva.
Luciano Paulín, abogado especializando en la materia, indicó que esta mejora que no debe ser un trabajo aislado, sino que debe obedecer a un proceso y con la intervención de todos quienes participan, directa e indirectamente, en las decisiones relativas de la energía.
En una industria eléctrica donde se observa una evolución de una red centralizada a una más derivada que exige una mayor interactuación por parte del consumidor, las Smart Grids o redes inteligentes, emergen como una herramienta del Sistema de Gestión de la Energía (SGEn) que permite entender y diligenciar de manera más eficiente la electricidad.
Una Smart Grid incorpora la tecnología digital necesaria para que una comunicación fluida y eficaz en ambas direcciones tenga lugar entre la generación y el usuario. Para ello, se vale de internet, utilizando herramientas informáticas y domóticas, así como la tecnología y el equipamiento más innovador para dar una respuesta en firme a la inestable demanda de electricidad.
En otras palabras, señaló el especialista, una Smart Grid es una red en la que los circuitos hablan, y que es capaz de vigilar su consumo. Se trata de una instalación en la que el consumo es visible en todo momento, y no solo a través de la factura de la luz, y en la que se puede monitorizar y medir el comportamiento eléctrico de cada uno de los aparatos que están conectados a la infraestructura.
Sistema informatizado
Para llevar todo esto a cabo, las Smart Grids incorporan un sistema informático automatizado, capaz de responder automáticamente a las fluctuaciones de la producción de la energía, pero también de la demanda.
Así, se alcanza una situación en la que tanto el usuario final como el distribuidor cuenten con más información acerca del consumo, y en la que se hace un uso más responsable y racional en todo el ciclo: desde su generación hasta su uso final.
Por ello, a fin de construir un mundo más sostenible, las Smart Grids emergen como una de las herramientas más eficientes en materia de SGEn.
Algunos estudios arrojan datos tan llamativos como la siguiente estimación: si incorporásemos al ámbito doméstico instalaciones de redes eléctricas que fueran tan solo un 5% más eficientes, el ahorro sería equiparable al de las emisiones de 53 millones de automóviles.
Por ello, propiciar el uso de Smart Grids, en un contexto como el actual, no solo favorecería los SGEn sino los costos asociados a la generación, el transporte y la distribución de energía eléctrica, finaliza Paulín.
