ENFOQUE PORTADA

Reflexiones a un año de la pandemia por el Covid-19

Por Graciela Mingo – magister – investigadora – docente – ex directora de la Dirección de Estadísticas y Censos

A un año después de declarase la pandemia por el Covid-19, en el mundo se han vivido situaciones que nos unificaron como sociedades al ser afectada la  población mundial por el virus, que en muchos casos fue, y sigue siendo letal. Pero con el andar caben algunos interrogantes: ¿es posible sostente mejores oportunidades desde esta crisis sanitaria? O por el contrario, ¿el futuro sigue siendo incierto?

Lo que si vivenciamos es que a partir de la declaración de la pandemia por el Covid-19 por parte de la OSM (Organización Mundial de la Salud) el 11 de marzo de 2020 -cuando el director Tedros Adhanom Ghebreyesus expresó que era una pandemia “por los niveles alarmante de propagación y gravedad, como por los niveles alarmantes de inacción”. Desde allí, luego los Estados nacionales, revalorizando su soberanía territorial, tomarán decisiones para enfrentar dicho flagelo.

Con el transcurrir del tiempo diferentes escenarios surgieron con situaciones complejas y así  las poblaciones  según el lugar de residencia acatamos las cuarentenas, los confinamientos, los cierre de fronteras, no sólo a nivel internacional, sino de una provincia a otra en un mismo  país. A la par de las decisiones  sobre el control tratando de aletargar el contagio, la rápida propagación del virus hizo que se comenzara a surgir imperiosas necesidades de dotar de mejor y mayor equipamiento sanitario, sobre todo en las terapias intensivas, aumentar el número de camas, incorporación de respiradores readaptación de salas tanto a nivel público, como privado, junto a la capacitación  e incorporación de más personal en las instituciones de la salud, ante lo nuevo y desconocido por el Covid 19, que como tragedia (Atalli,2021) ha causado y sigue teniendo efecto aterrador en muchas personas. Fue el momento de evitar así los primeros cimbronazos que exponían como apreciamos por los medios y redes sociales los colapsos y la letalidad de muchas personas y entre ellos los adultos mayores, tanto en algunos lugares de nuestra América Latina, como países desarrollados: España, Italia, Reino Unido y algunos lugares de EEUU.

Cambios profundos.

Es así como el virus impactó y los comportamientos sociales variaron desde de la solidaridad aplaudiendo al personal de salud en las noches, como encontrar carteles en edificios que pedían que no volvieran a los edificios aquellos que trabajan en áreas de salud. Estas manifestaciones, como otras, son reflejo de una sociedad desquebrajada, cuyas contradicciones hacen  a decisiones individualistas. Cuyo paragón se ve en la actualidad cuando algunos selectos fueron vacunados, pensando en estar resguardados solo y apoyado por funcionarios gubernamentales. Dicho en términos más del sentido común: “Sálvese quien pueda”.

En la tragedia asomó otro escenario de una sociedad que en general respetaba las decisiones  y mostraron un nuevo  paisaje las intensas urbes como  ciudades vacías, sumado a los caudales de aguas con más transparencia, especies y vegetaciones nuevas y otras que asomaron por la quietud de las aguas. Dicho de otro modo al abrirse un telón quedó al descubierto el daño al ecosistema y  que en general  ella sea por el calentamiento global o cambio climático.

Cuando el miedo melló en la población ante lo desconocido, la incertidumbre, el desasosiego y las contradicciones de aquellos que veían la necesidad de cuidarse y los que ignoraban las medidas que en cada Estado se  iba aplicando, otro escenario se paralizaba y la pandemia actuó como un indicador de la fragilidad  tanto del sistema sanitario, como la  fragilidad de las económicas.

El mundo globalizado que ya mostraba atisbos de fragilidad, era el puente y vínculos en donde  el virus se propagaba por las vías de comunicación e intercambio y la economía entraba en otro estadio, más aun cuando las medidas sanitarias llevaron a la paralización de las economías. Pero este episodio se agudizó con la pandemia porque como bien expresa Pierre Salama (2021) las desigualdades de ingresos y riqueza  ya estaban instaladas en el mundo y las mayores y más significativas son y han sido las de América Latina; la pobreza existente se profundizó y la informalidad del trabajo absolutamente considerable se agudizó en la inacción de la economía, junto a  la precarización laboral que se hizo sentir aún más.

Fracturas.

 Por otro lado y desde el contexto internacional se pudo palpar  la decadencia de países líderes que mostraban sus debilidades ocultas y decisiones erráticas fundamentalmente en relación  a las medidas sanitarias  en resguardo de sus poblaciones. Y ante la decadencia de líderes que intentan forzar sus imágenes decadentes trataron de contradecir a las opiniones de los científicos, que con aciertos y errores buscaban aconsejar a quienes gobiernan. Respecto de esto  tanto China como EE.UU. han llegado a unos niveles demenciales de negación, encubrimiento, torpeza, mala gestión, teorías conspirativas, desinformación y confusión.

Con el transcurrir  la virtualidad ganó terreno en el campo laboral,  en la enseñanza, en las comunicaciones entre familiares y entre las comunidades científicas que están conectadas y tratando de verificar sus conjeturas o supuestos científicas y así aportar a las necesidades de la humanidad.

Es por esto que el gurú de internet Jaron Lanier (2021) al referirse a las redes sociales expresa “Son peores que los cigarrillos”, por la estructura de funcionamiento a través del algoritmo, aunque luego destaca que Internet mejoró con la pandemia, pero nos condiciona por las maneras en que se da la comunicación, a lo que agregamos que la virtualidad también cambio nuestros estilos de vida. Y el espacio público-laboral se filtró en nuestros espacios privados, en nuestros hogares.

Hemos transcurrido un año especial, disímil y controversial con  situaciones vividas  y seguimos viviendo, en donde se tomaron decisiones polémicas a niveles gubernativos, que muchas veces no entendimos. El idealismo que íbamos a ser mejor se fue esfumando con el transcurso de los meses, pensamiento sostenido por pensadores y académicos porque así como hubo parálisis en la producción económicas, muchas maquinarias siguieron sus ritmos y fortificando a los capitalismos. Y en el plano político un nuevo juego apareció en cada lugar y en cada país asomaron y siguen asomando  teorías conspirativas en contra cuando se logra controlar los contagios o aparecen algunas vacunas o como contrapartida banderas de agoreros cuando algunos de las decisiones fracasan o atrasan, como ahora la llegada de las dosis de vacunas. Sigue estando el juego de poder de quienes gobiernan y quienes son opositores.

 A un año seguimos viendo contagios, nuevas cepas, incertidumbres, deseos  que se desmoronan con la vacunación que se retarda, y las brechas de la población siguen golpeando a cada uno con mayor pobreza, falta de inclusión para aquellos que no pudieron conectarse y esto retrasa el aprendizaje de niños y jóvenes, junto a mas precariedad e informalidad laboral y las esperanzas se esfuman, más aún cuando el otoño llega a nuestra realidad y la segunda ola puede llegar.

Bibliografía:

Atalli (2021) La Nación, viernes 19 de marzo 2021

OSM Coronavirus: la OMS declara la pandemia a nivel mundial por Covid-19 disponible en https://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/coronavirus-pandemia-brote-de-covid-19-nivel-mundial-segun-oms-1895

Salama.P (2021)  Contagio Viral, contagio económico. Riesgos en América Latina disponible en http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20210303102414/Contagio-viral.pdf

Lanie ,J (2021) La Nación, viernes 19 de marzo de 2021.

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