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Peirano: “El Estado debe Impulsar la inversión en I+D para crear la cultura en las empresas”

El titular de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación estuvo el viernes en Paraná y mantuvo un diálogo con Dos Florines acerca del momento de la ciencia y tecnología en el país, los impulsos necesarios y la necesidad de que las empresas incorporen fondos a su presupuesto para ganar competitividad. Gustavo Sánchez Romero / Dos Florines (Fotos: Aníbal Yamin)

Fernando Peirano es el funcionario que está a cargo de diseñar las políticas de ciencia y tecnología de un gobierno que se define como “de científicos”, en contraposición al “gobierno de CEOs” del Macrismo. El joven dirigente lo hace notar en algún párrafo de la entrevista, como no podía ser de otro modo. Sólido y contundente, expresa una visión muy interesante del país y es mágico proyectarse a ese país que hoy choca con una realidad contradictoria.

Visitó Paraná para presentar junto al Gobernador Bordet, el ministro Bahillo y el secretario Gerard la promoción de la innovación tecnológica con financiamiento a nuevos proyectos de innovación tecnológica empresarial con un fondo de 120 millones de pesos aportados de manera conjunta por la provincia y la Nación.

Amablemente recibió a Dos Florines para conversar acerca del presente y futuro de lo que podría ser el ariete para generar el punto de inflexión hacia un futuro virtuoso. Una visión muy interesante que rescata las experiencias en Entre Ríos.

-¿Porqué ha estado relativamente fuera de la agenda pública la relación entre la innovación tecnológica y el sector productivo?

-En un sistema maduro de ciencia y tecnología, la ciencia no sólo genera hecho disruptivos y asombrosos sino que también impone cientos de hechos cotidianos que fortalecen la actividad empresaria que genera nuevos empleos, nuevas exportaciones. Nosotros estamos avanzando hacia un sistema de ciencia y tecnología que está consolidando y que va empezando a adquirir estos rasgos. Ese pasaje, esa metamorfosis que se da entre la ciencia y la tecnología, de pasar de un conocimiento abstracto, bien de base, a herramientas prácticas para resolver los problemas es lo que tenemos que conseguir. Un país que ha logrado consolidar una plataforma más que interesante de ciencia –la plataforma de ciencia más importante de América Latina- hoy tiene el desafío de convertir todo esa ciencia en tecnología. Así lo vimos en la pandemia. Este barbijo que tengo puesto es el resultado justamente de esta combinación entre la ciencia y la producción. Sin ciencia no sería posible, sin producción tampoco.

Pero podríamos decir que eso producto de la urgencia de un país que estaba ante una emergencia y afloró ese plus que tenemos los argentinos…

-Bueno, la verdad a que esta empresa y a estos investigadores la pandemia los sorprendió pero no los desorientó, y los encontró trabajando en toallas que incorporaban nanotecnología. Estaban pensando un nuevo producto que combata la humedad, los hongos, los malos olores y las bacterias que se acumulan y ahí está la creatividad del empresario de ver que esa capacidad tecnológica la podía aplicar a un nuevo problema que era lo que nos acuciaba en ese momento que era de tener barbijos de eficiencia y calidad. Lo mismo con los test rápidos que fueron un elemento distintivo de la pandemia. Esos grupos lo resolvieron en 60 días pero llevaban una década trabajando en la identificación de virus a partir de aparatología muy simple. Por eso pudieron pasar del dengue al coronavirus en menos de dos meses.

-Pero no deja de emerger ese gen argentino del “lo atamos con alambre” a aplicar nanotecnología…

-Y si, pero hay que tener un músculo entrenado, que se tiene que ir preparando para enfrentar los problemas desde esta perspectiva. Argentina, después de años de inversión importante en los Gobiernos de Néstor y Cristina empezó a tener ese músculo, y hoy estamos retomando. Lamentablemente tuvimos un impasse que fue dañino y significó un retroceso en los años de la administración anterior y hoy volvemos a ver resultados.

Prioridades.

Es clave determinar qué está primero, si el huevo o la gallina. En esto Peirano no duda y asegura que el Estado debe ser el que active la palanca para despertar el interés en el sector privado de invertir en la materia.

“Sin duda se requiere primero cruzar un umbral y la responsabilidad de llegar a la masa crítica es una responsabilidad del Estado. Así ha ocurrido en todos los países hoy desarrollados, siempre el que mueve primero en materia de innovación es el Estado y sobre eso, la última milla, la llegada al mercado es el complemento de la iniciativa privada. Así lo vemos, así lo estamos aplicando y realmente creemos que Argentina, con este cambio que está teniendo la economía basada en el conocimiento donde cobra fuerza nuevas maneras de trabajar, nuevos servicios que se exporta, donde lo intangible pasa a ser un valor, la Argentina tiene que ser necesario acelerar esta transición y ahí el sistema de ciencia y tecnología pasa a tener un nuevo rol. No ya el rol tradicional de apuntalar la educación o estar conectados con agendas internacionales, sino también en el desarrollo y que sea federal, que es lo que estamos buscando”, expresa el joven funcionario .

-¿Cómo pondera dentro del Presupuesto nacional la participación de ciencia y tecnología en este gobierno al que usted le atribuye una inclinación hacia el desarrollo tecnológico? Parece bajo…

-Es un hecho novedoso que hoy tenemos un marco ordenado en el país, tenemos una política que de confirmarse será una política de Estado y haber aprobado en este gobierno la Ley de Financiamiento Plurianual a la Ciencia y Tecnología que es el compromiso de invertir desde los recursos públicos el 1% del PBI en 2032.

-Hoy está en 0,3%…

– Sí, hoy está en 0,3 % del PBI y tenemos que multiplicar eso y lo vamos a hacer de manera gradual y creciente hasta llegar al 1 % y la verdad que es un sendero que no sólo es la confirmación de la llegada de muchos más recursos en una posibilidad de planificación que es tan importantes como tener los recursos. Y por otro lado tenemos el estímulo a l I+D (Investigación y Desarrollo) de la actividad privada que es la vigencia de la ley de Promoción del Conocimiento. Tiene un alivio fiscal para los sectores que son parte de esta nueva economía y es un estímulo concreto porque la exigencia para participar de ese beneficio de régimen de promoción, entre otras cosas, es invertir en I+D desde las empresas. Así que tenemos un escenario que no conocimos antes.

-Hoy las empresas no tienen en sus presupuestos ítems vinculados a I+D, supongo que entienden que hay que hacer también un trabajo cultural al respecto.

-Es así. El tono general de nuestra industria, de nuestro sector empresario no se caracteriza por la inversión en I+D como recurso económico, como estrategia para competir o de competitividad. Sin embargo, hay un conjunto cada vez más importante de empresas que lo advierten. Nosotros hemos conformado la Red Federal de Pymes Innovadoras para darle visibilidad y cohesionar en comunidad de empresas pequeñas y medianas que sí hacen del conocimiento y la innovación el corazón de su actividad. A esas empresas no sólo queremos acompañarla con acceso al financiamiento sino con todo lo que es necesario para aprovechar estas cualidades que ya tienen y de lo que se trata es de articular con organismos regulatorios, de facilitarles el acceso a las exportaciones. Ahí hay un conjunto de nuevos actores y es imprescindible porque el desarrollo de nuevos escenarios que les faltan estos ejes, no sólo para recuperarnos de estos años de crisis, sino sobre todo para transformarnos.

Brechas.

-¿No asistimos a un proceso de agudizamiento de la brecha en el I+D entre quienes son de vanguardia y otras que ni siquiera lo tienen en el radar en el país?

-Es así y pasa habitualmente frente a procesos de cambios tecnológicos que en la economía y los actores se mueven a distintas velocidades. Nosotros vemos empresas que forman parte de los unicornios, que han recibido inversiones y que su cotización supera los mil millones de dólares y la Argentina es el país más destacado en este segmento de inversiones. Tenemos más de 10 unicornios con Mercado Libre como nave insignia en ese sentido. Es posible porque tenemos una base de recursos humanos y una base inteligencia artificial que nos permite destacar. Pero es cierto que las políticas públicas deben cumplir un rol importantísimo de evitar que esto sea de excepción y que las herramientas que hoy están usando las empresas más dinámicas estén disponibles para el conjunto de los sectores. No sólo en el sector servicios. El agro argentino es un sector innovador, con tecnología que está usando todas las tecnologías disponibles y está creando herramientas que no están disponibles que aún no están usando en otros sistemas productivos. Tenemos una industria 4.0  que es un porcentaje menor del total pero que existe en esta misma provincia. Por eso la importancia de las políticas públicas…

-¿Se refiere a la avicultura?

-Ayer estuvimos con empresas dedicadas al transporte de pollos que han diseñado equipamiento inteligente para maximizar el proceso de traslado, o la genética que son todos procesos virtuosos y el Estado tiene una doble función. Fomentar el cambio, acelerarlo en todo lo que sea conveniente, pero sobre todo ampliar la base.

-Entre Ríos tiene una masa crítica muy bien preparada por el nivel de sus facultades de ingeniería e informática, etc, pero los recursos emigran masivamente buscando mejores horizontes.

Hoy estamos anunciando dos medidas que van en este sentido. Por un lado un instrumento de apoyo a la investigación con 25 millones de pesos de inversión de Nación que va a permitir estructurar 12 nuevos proyectos de investigación. Se van a seleccionar en el transcurso de este año y trabajan entre 5 y 10 investigadores. Como referencia sirve el dato que entre 2016 y 2019 la provincia tuvo 11 proyectos. En el año 2020 hubo seis, luego 10 y ahora 13 proyecto más estos 20 estamos superando los 40 proyectos en estos años de gobierno de Alberto Fernández. Es decir que hemos multiplicado el apoyo a la investigación y se trata de equipos de trabajo que hoy tienen un encuadramiento y financiamiento. Se han superado en más de 50 las becas de doctorado en la provincia. Hoy hay 50 futuros doctores que se están formando en esta provincia. En el lado productivo anunciamos una inversión de la provincia de 40 millones de pesos en subsidios para desarrollar tecnología y nosotros aportamos 80 millones. Por cada peso que pone la provincia nosotros ponemos dos para potenciar esa inversión.

Son proyectos que fueron bien recibidos tuvieron la crítica de muy baja inversión ya que se informó 500 dólares por proyectos. ¿Para usted está bien el monto?

-No… cada proyecto tiene 10 millones por cada proyecto. Corrijo la información que te llegó. Estamos apuntando a 12 nuevos proyectos. Y si recorres la historia de la provincia verás que no tenemos antecedentes de conformar de manera simultánea 12 proyectos de innovación que son parte de la inversión. Esto es para aliviar los costos de hacer tecnología. Las empresas van a complementar esto con sus propias inversiones y lo que buscamos en enlazar la inversión que está ocurriendo en la provincia que es manifiesta con la inversión privada.

-¿Qué ponderan cuando analizan los proyectos?

-Ponderamos el grado de novedad tecnológica, el esfuerzo ingenieril, el impacto que eso puede tener en nuevos procesos productivos en una provincia que ya tiene una base interesante de empresas, vinculadas al agro, a la industria 4.0, a lo que es el ámbito de la salud. Nosotros desde la Agencia vemos que hay cinco vectores clave para abrir camino al futuro y la provincia tiene protagonismo en eso. Los vectores son: a) salud; b) alimentos; c) producción verde; d) transición energética y e) transición digital. Esos son nuestros cinco vectores y vamos a trabajar con la gestión provincial para potenciar las inversiones que tengan un contenido novedoso a partir de estos subsidios.