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Farer pide “despojarse de las ideologías con olor a naftalina” y reclama diálogo a Bordet

José Colombatto advirtió que “hay una soja mala para el relato y el discurso ideológico, y una soja buena para hacer política”. Habló de “doble vara” y cuestionó que “aumentan los impuestos al tiempo que nos robaron 5 mil millones con contratos truchos”. Dos Florines

Durante la 128° “Exposición de Ganadería” organizada por la Sociedad Rural de Gualeguaychú, el presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), José Colombatto, apeló a la memoria colectiva cuando planteó que “esta Rural se plantó firmemente frente a un intendente que siguiendo el mandato del kirchnerismo nacional eligió como enemigo a los productores. Y lo primero que hizo fruto del revanchismo, el resentimiento y por sobre todo lo ideológico, fue producir una grieta que hoy padece la ruralidad con la comunidad gualeguaychuense”.

Al mismo tiempo, recordó que “se intentó demonizar a los productores haciéndolos culpables de muchos males y queriendo enfrentarnos con la sociedad; pero nuestro intendente era el primero en hacer la cola y pasar por ventanilla para cobrar el fondo sojero”.

“O sea -continuó- había y hay una soja mala para el relato y el discurso ideológico, y una soja buena para hacer política”, reflexionó, a la vez que aseguró que “es la misma doble vara que nos encerró durante meses, pero permite a los políticos hacer fiestas en Olivos. Es la misma doble vara que aumentan los impuestos al tiempo que nos robaron 5 mil millones con contratos truchos. Es la misma doble vara que nos culpa del precio de la carne al tiempo que no tienen ni idea de cómo frenar la inflación. Es la misma doble vara que nos culpa de todos los males de la economía, pero no hacen nada para achicar el gasto de un Estado gigante e inútil. Y es la misma doble vara que otorga embajadas a funcionarios procesados por robarle al mismo Estado que lo premia”.

“Olor a naftalina”

Para Colombatto “ya no hay lugar para esta vieja política. Debe nacer una política que premie el esfuerzo, donde la capacidad y la honradez sean requisitos indispensables. Una política que acompañe al que produce y no que lo persiga. Una política que escuche, que dialogue, que debata con altura y fundamentos. Y ya que traigo el tema del diálogo, lo invito señor gobernador a que reciba al campo entrerriano”.

Sobre este punto, cuestionó: “Ya van casi seis años de gestión sin conversar en una mesa con el sector tal vez más importante que tiene la economía entrerriana. Necesitamos que nos escuche. Que sepa de primera mano la realidad del productor agropecuario. Entre Ríos necesita de la producción y nosotros necesitamos del acompañamiento del Estado. Es imposible sacar adelante esta provincia con rencores, con rancios prejuicios, con ideologías de hace 70 años. Los entrerrianos saldremos adelante si se deja de entender el Estado como un fin en sí mismo y si hay voluntad de consensos y de grandeza. Sólo así abandonaremos el atraso en el cual estamos sumergidos”.

Por último, hizo un llamado “a evangelizar, pero no desde el lamento, sino desde la dignidad y la verdad. Cada uno de nosotros tiene que ayudar a que la sociedad sepa y entienda qué es el campo y que es lo que hacemos. Solo así, cada uno desde su lugar, podremos vencer al relato falaz que intenta doblegarnos. No es tan difícil de entender. Sólo hay que despojarse de las ideologías con olor a naftalina que no han logrado nada y sólo han generado más pobreza y división entre los argentinos”.