Para Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina, es un reclamo “permanente”, pero las urgencias son otras. Habló del conflicto de la carne y señaló que no descartan posibles medidas de fuerza. Además, dejó un mensaje a Bordet. Nahuel Amore
El conflicto por las restricciones a las exportaciones de carne vacuna concentró los principales debates y reclamos entre las entidades agropecuarias. Lograr la apertura total es la batalla más importante que hoy los une, incluso con la industria frigorífica, para interpelar al Gobierno de Alberto Fernández. Sin embargo, esto ha dejado de lado otras problemáticas –no menos importantes para el sector–, que han sido emblemáticas y que han marcado el rumbo de sus gestiones como el caso de las retenciones.
En un mano a mano con DOS FLORINES, Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), reconoció que en este contexto el tema quedó fuera de la agenda de demandas al Estado debido a que hay urgencias que atender. “Es un pedido permanente. Siempre decimos que las retenciones son un muy mal impuesto, distorsivo y que no es parejo. Pero hoy la Argentina tiene otros problemas y nosotros vivimos y trabajamos en este país”, argumentó.
Del mismo modo, planteó que la “pandemia infernal” que afectó al mundo obligó a cambiar las prioridades. “Estamos con una Argentina con casi 50% de la pobreza y estamos conviviendo con una inflación del 50% que nos hace mucho mal a los trabajadores”, lamentó, y remató: “Por eso, creemos que las retenciones son un pésimo impuesto y hay que derogarlo. Pero la situación actual es de muchos problemas en toda la ciudadanía y hay que prestarle atención”.
—¿Qué otros reclamos sostiene hoy el campo y que quedaron soslayados por el conflicto de la carne?
—El problema básico que tenemos los productores agropecuarios es la doble vara con el tipo de cambio. Nuestros productos se liquidan al oficial menos las retenciones, pero cuando vamos a comprar insumos ese valor no existe, sino el blue o el contado con liqui. Esa doble vara del tipo de cambio hace muy mal al productor y la producción. Por otro lado, la falta de previsibilidad y los cambios de rumbos de un momento a otro, afectan a todos los argentinos. En definitiva, son problemas de respeto a las condiciones que los gobiernos deben respetar, para que todos trabajemos de manera más tranquila y holgada, tratando de generar más puestos de trabajo que necesita la Argentina.
“Perdimos todos”
La Mesa de Enlace junto a otras entidades del campo y de la cadena frigorífica emitieron un duro comunicado durante la semana en la que cuestionaron, una vez más, la decisión de Nación de continuar con las restricciones parciales a las exportaciones de carne vacuna. “Perdimos todos”, fue el título que eligieron para advertir por las consecuencias de este tipo de políticas.
“Perdimos los productores porque bajó bastante considerable el precio del ganado en pie, sobre todo de la vaca que terminó su ciclo reproductivo y que, al no poder exportarse a China, perdimos valor. La cadena frigorífica perdió porque disminuyó su volumen de faena y además empezó a quedar mal con sus clientes al no poder entregar la mercadería pactada”, cuestionó Pino.
En esa línea, también criticó que “perdió el consumidor porque el objetivo del Gobierno era inundar un poco más la plaza de carne para bajar los precios y eso no ocurrió”. “El precio de la carne se estabilizó y, en algunos casos, hasta puede haber alguna suba”, sostuvo, y agregó: “El empleado de la industria frigorífica perdió porque vio cortada su garantía horaria al tener menos trabajo en la planta; su bolsillo se vio perjudicado”.
Asimismo, el dirigente puso en números el efecto negativo de la medida al entender que “el país también perdió porque, según cuentas que sacamos, desde el 15 de abril que empezaron las restricciones hasta hoy, dejaron de ingresar más de 300 millones de dólares de divisas que tanto al país le hacen falta”.
Diálogos y diferencias
Consultado por la relación que mantienen con los funcionarios nacionales para destrabar el conflicto de la carne, Pino aseguró que “en el caso de la Sociedad Rural, hemos mantenido diálogo muy ameno, tanto con el ministro Basterra como Kulfas”. “Pero son diálogos que por ahora no han sido fructíferos, dado que todavía esperamos lo importante, que es la reapertura de las exportaciones”, lamentó.
“Hay una parte del gobierno que está tratando de reabrir la comercialización. Se hace de manera dosificada. La semana pasada se abrió para los cortes Kosher, que aumenta el volumen exportable. De todos modos, mucho tiempo pasó desde que comenzaron estas medidas y a esta altura del partido ya debiéramos tener la exportación funcionando como nunca debería haberse cortado”, cuestionó.
—Si continúan las restricciones, ¿evalúan nuevas medidas de fuerza como lo hicieron al comienzo del conflicto?
—Todo se charla y se evalúa. En este momento la Mesa de Enlace entiende que es más productivo lo que se logró en la Sociedad Rural, con un comunicado firmado entre todos los integrantes de la cadena de la carne en el que nos pusimos de acuerdo. Es algo histórico porque es la primera vez que todos los sectores coinciden en que la medida que tomó el Gobierno es mala. De igual manera, evaluamos todo.
—¿Cree que este conflicto dejó de lado las diferencias al interior de las entidades?
—Seguro. Entendemos que hay que dar por terminada la Argentina de los protagonismos y de los egos personales. Realmente, debemos trabajar todos en conjunto porque es donde se ve la fuerza de un sector. Estamos contentos porque vemos que el sector va camino a eso, a unir las voluntades. Podemos tener diferencias, pero son en definitiva matices. El punto, el objetivo, es siempre el mismo. El campo somos todos, no sólo los productores y las gremiales agropecuarias, sino toda la cadena de producción y de industria. De una buena vez, tenemos que ir juntos para adelante.
—¿Qué rol pueden jugar los gobernadores y qué opina de la posición de Gustavo Bordet que no ha contestado al pedido de audiencia?
—A los gobernadores que nos recibieron les fuimos a explicar el problema y ellos, en su conjunto, se solidarizaron. En el caso puntual del gobernador Bordet, quiero creer que no ha encontrado tiempo en su agenda o que la actividad política en este momento preelectoral de la Argentina lo está desviando para otro lado. No lo conozco, pero entiendo que es un tipo muy capaz, inteligente y se va a hacer eco del reclamo, por lo cual seguramente nos llame para hacer esa reunión.
