Leonardo Schepens, titular de Adimer, planteó que la respuesta se irá descubriendo durante el año. Ante la “segunda ola”, advirtió por la incertidumbre de conseguir insumos para sostener la actividad. Nahuel Amore
Tras la cuarentena fuerte, la industria comenzó a registrar una reactivación heterogénea. Del abanico de sectores, la metalurgia fue uno de los que tuvo un repunte importante y así lo manifiestan los indicadores. Sin embargo, entre los actores de la cadena miran con desconfianza el camino por venir, en medio de un clima todavía convulsionado por la pandemia.
“Esta alza de la actividad, ¿es una burbuja o una reactivación?”, se pregunta ante DOS FLORINES Leonardo Schepens, quien este mes finaliza su mandato como presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Entre Ríos (Adimer). Según expresó, si bien hay margen para crecer, todavía persisten las dudas. “Esta es la coyuntura actual, y la respuesta la iremos descubriendo durante el año”, afirmó.
Con datos sobre la mesa y a modo de reflexión de cara a la alternancia con Sergio De Luca en Adimer, el metalúrgico planteó qué sucede con los costos, la provisión de insumos y las dificultades para generar empleo. Por ello, subrayó: “El empresario necesita previsibilidad, confianza y políticas de juego claras. No podemos trabajar en un contexto de cambio permanente”.
Reactivación
—¿Cómo es la situación general del sector metalúrgico de Entre Ríos? ¿Cómo se está dando la reactivación?
—Luego de las dificultades que atravesó el sector metalúrgico durante 2020, cerró el año con una baja del 10,3% a nivel nacional y en la provincial de Entre Ríos del 2%. Este resultado fue principalmente provocado por el cierre de las empresas durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).
Ahora se observa una tendencia de mejora. Durante el primer bimestre de 2021 la actividad a nivel nacional presentó un aumento de 4,1% interanual. Este crecimiento fue producto de los incrementos registrados en enero del 4,7% y en febrero del 3,5%. De esta manera, la actividad del sector manifestó un aumento interanual por sexto mes consecutivo. En nuestra provincia, se lograron recuperar los índices de producción prepandémicos. Según el informe elaborado por Admira, tenemos una variación interanual del 9,6%.
—¿Qué diferencias persisten entre empresas de la provincia?
—A nivel sectorial, se observó una recuperación generalizada entre los principales rubros que nuclean a la actividad metalúrgica, a excepción de Fundición y Equipamiento médico que presentaron leves caídas interanuales. Mientras que el resto de los rubros manifestaron una recuperación en sus niveles de actividad. Asimismo, Maquinaria agrícola subió 29,1 %), Carrocerías y remolques un 8,7 %, Bienes de Capital un 1,8% y otros productos del metal repuntó 4,4%, lo cual mantienen fuertes crecimientos interanuales.
—¿Consideran que es una reactivación consistente? ¿Hay capacidad ociosa?
—Con respecto a la capacidad ociosa, estamos en niveles muy altos, en porcentaje hablamos del 50,3%; por lo que resta del año se estima que siga en alza la actividad. Ahora bien, esta alza de la actividad, ¿es una burbuja o una reactivación? Esta es la coyuntura actual, y la respuesta la iremos descubriendo durante el año.
Costos y empleo
—¿Cómo está la estructura de costos de las empresas ante la inflación? ¿Cómo cierran los números?
—Con respecto a costos, no tenemos el informe del primer trimestre 2021, recién lo vamos a tener a fines de abril. Pero la principal preocupación viene siendo el aumento de los insumos, que se vienen incrementando más que otros componentes como salarios, tarifas, etcétera.
—¿Qué análisis realizan del empleo en el sector en este contexto de pandemia? ¿Hay margen para tomar personal atento a esta dinámica?
—Hay que destacar que no se registraron grandes cambios en la evolución del empleo durante el último año. Según el último informe bimestral indica que el 42% de los empresarios prevé un aumento de su plantilla de personal y el 22% una disminución. Al sector se le complica la incorporación de personal, la falta de oficios dificulta el reclutamiento y el costo de capacitación muchas veces es muy alto debido a las rápidas salidas. Cabe mencionar que actualmente rige la doble indemnización en ciertos casos; en nuestra opinión esto no favorece a las empresas como tampoco a los trabajadores. En caso de existir una nueva modalidad de indemnización mejoraría los vínculos, a las empresas y a los trabajadores.
Restricciones
—¿Hay temor entre los empresarios por nuevas restricciones ante la “segunda ola”? ¿Cómo impactaría eso en la previsión de trabajo?
—El gran riesgo que detectamos ante una segunda ola de contagios es la falta de aprovisionamiento que se podría generar por el aislamiento a producirse en el AMBA, por restringir la movilidad de material y personas, lo cual generaría cuellos de botellas en las entregas de materias primas a nuestra producción. Lo mismo sucede para otras ciudades claves, que se encuentran agrupados la mayoría de los proveedores del sector.
Otro punto que preocupa es la falta de inmunización existente en personas mayores de 60 años y de riesgo por otras patologías. La nueva Resolución 4/2021 Conjunta del Ministerio de Salud y del Ministerio de Trabajo permite la reincorporación de dichas personas con la aplicación de las vacunas, cosa que todos sabemos que está siendo un proceso muy lento, y las empresas vienen sosteniendo los sueldos desde hace un año.
—En esta coyuntura, ¿qué reclaman desde el sector privado al Estado nacional y provincial para sostener la producción y el trabajo?
—Atentos a todas las complicaciones que mencioné, también tenemos las de siempre: devaluación latente, inflación descontrolada, trabas al comercio exterior, falta de regulaciones laborales que acompañen la incorporación de personas, alta carga tributaria en todos los niveles del Estado, nacional, provincial y municipal; desabastecimientos en insumos básicos, sobre todo de perfiles, chapa, trefilado, laminado; etcétera. El empresario necesita previsibilidad, confianza y políticas de juego claras. No podemos trabajar en un contexto de cambio permanente.
