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Crece el “trueque” en redes sociales de Paraná: un análisis desde el marketing y el ciberdelito

Ante la necesidad, ha crecido el número de oferentes que priorizan los canjes antes que las ventas. Las plataformas de Marketplace, Whatsapp e Instagram se han vuelto los nuevos espacios para los trueques. Gabriel Schamne

La enclenque situación económica argentina ha demostrado la necesidad de ejercitar el instinto de supervivencia con cierta frecuencia. Con ello, resulta imprescindible buscar alternativas para satisfacer las necesidades primarias. Ante la caída del poder adquisitivo de las familias, el trueque resurgió en el último tiempo, pero modernizándose hacia las redes sociales, a partir de las características del período pandémico.

El cambio, canje o vulgarmente conocido como “trueque”, se trata de una actividad que fue muy difundida durante la década de los ’90 y tuvo su pico con la crisis del 2001. En un marco de pandemia, la actividad se exacerbó en todo el país y Paraná no fue ajena a la realidad. Pero tiene matices nuevos, los característicos de esta época. Hace 20 años no existía ni siquiera una Internet extendida y hoy las redes sociales reemplazaron a los clubes del trueque.

Vanesa Galli, especialista en marketing y redes sociales, explicó a DOS FLORINES que “en el terreno del comercio electrónico, el trueque es uno de los tipos de negociación que más ha aumentado en lo que va del año”. Además, realizó un análisis pormenorizado y añadió que “hoy en día se puede encontrar en mayor medida el intercambio de productos por servicios, no tanto productos por productos, y, en menor medida, servicio por servicio”.

Ropa, electrodomésticos, servicios y especialmente, comida, forman parte del trueque en redes sociales locales. Marketplace en Facebook, stories en Instagram y estados en Whatsapp, son los tres sitios mayormente elegidos por oferentes para plasmar sus propuestas de negociación.

En relación a esto, Galli dio su punto de vista sobre las nuevas formas que va tomando la comercialización ante la aparición de nuevas herramientas digitales y afirmó que “en pandemia, el consumo digital abarcó todas las formas digitales de comercialización que se encontraban al alcance de la mano de todos y que son de fácil uso para el común de las personas”.

A su vez, la profesional aclaró la importancia de las redes sociales como herramientas de marketing digital que “hacen la diferencia en la caja registradora a fin de mes”. “Si no estás en las redes no existís, así de drástico se ha tornado en los últimos años”, sentenció.

En cuanto a la competencia que se genera con comerciantes de los distintos rubros, que optan por el esquema tradicional de ventas, Galli no ve que el negocio por redes sociales sea desleal. “Lo que debieran hacer las personas que consideran este tipo de actividad desleal es sumarse a la venta online en lugar de verlos como enemigos”, aseveró la experta en marketing digital.

Problemática

Con el boom del comercio electrónico, impulsado por el escenario de pandemia y el crecimiento de nuevas tecnologías, también se acrecentaron las estafas, en este caso, virtuales. La imposibilidad de la negociación cara a cara dejó más desprotegidos a consumidores y a ofertantes, ante la posibilidad de ser engañados.

Javier González, jefe de la sección de Delitos Económicos de la Policía de Entre Ríos, confirmó a DOS FLORINES que el ciberdelito aumentó “alrededor de un 80%”, en el período 2020-2021. “Todo se ha vuelto virtual y a eso hay que sumarle que más cantidad de personas pasan mucho tiempo enfrente a una computadora”, alertó.

El funcionario explicó que actualmente se está trabajando conjuntamente con la sección de Inteligencia Criminal y que en todo momento “se realizan ciber patrullas y se procede a revisar las redes sociales” en busca de posibles estafas.

A su vez, añadió que en plataformas como Marketplace ha crecido notablemente el índice de fraudes. Muchos oferentes son engañados por compradores que buscan realizar transacciones a distancia e inducen al vendedor a confiarles datos personales y de cuentas bancarias para luego sustraer el dinero que hay en ellas.

Además, González explicó que otra modalidad es a través del hackeo de cuentas de Whatsapp. “Llaman a las personas y les dicen que son acreedores de premios importantes y que sólo deben decirles el código numérico que le acaba de llegar al teléfono”, detalló. Una vez hackeada la cuenta de la aplicación de mensajería, estafan a los contactos de la víctima, realizando ventas virtuales cuyo pago debe ser realizado por transferencia bancaria.

Sobre este punto, por su parte, Vanesa Galli agregó que “el riesgo se puede dar cuando uno no tiene un local comercial físico y usa su casa para encuentros con desconocidos”. Sin embargo, para la profesional “no es tan popular” este tipo de hechos.

Sin jurisdicción

Pablo Luciano, director general de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial, indicó a esta Redacción que “ha aumentado casi al doble el número de causas” en cuánto a reclamos de consumidores, pero avisó que en caso de compras o canjes entre particulares a través de redes sociales, la Ley 24.240 no entra en vigencia.

En línea con esto, el funcionario aclaró que la Ley de Defensa al Consumidor tiene como fundamento principal el reconocimiento de la desigualdad entre vendedor y comprador. Es decir, el organismo solamente actúa en caso de que la venta sea concretada por un comercio o empresa registrada y no cuando la operación es entre particulares.

Por último, comentó que gran parte de los reclamos que ingresaron en el período de pandemia tuvieron que ver con incumplimientos en las fechas de entrega en el e-commerce legal. “Muchas empresas vieron sobrepasada su capacidad de logística y ante la demora, los consumidores, no habituados a las compras online, realizaban denuncias”, aclaró Luciano.

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