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Los incentivos al sector tecnológico dividen las aguas en Entre Ríos

Cinco empresarios de la industria del conocimiento en Entre Ríos plantearon sus posturas respecto de las medidas que tiene en carpeta el Gobierno para fomentar la liquidación de dólares y frenar la fuga de talentos. A pesar de las diferencias, coinciden en exigir políticas de mediano y largo plazo. Nahuel Amore

En medio de la escasez de dólares y la necesidad de empezar a corregir en la coyuntura una serie de distorsiones, el Ministerio de Economía le pone el ojo a aquellos sectores con potencialidad para generar divisas. Ya lo hizo con el “dólar soja” –a pesar de los daños colaterales que provocó– y ahora será el turno de la industria del conocimiento, cuyas empresas en su mayoría se dedican al desarrollo de software y representan el tercer complejo exportador.

El equipo de Sergio Massa evalúa anunciar en estos días medidas de incentivo, entre las cuales se destaca un régimen cambiario especial. Sin embargo, ello no resulta suficiente para los empresarios y desde el sector, a pesar de las miradas dispares, advierten por la necesidad de políticas integrales que atiendan los problemas de fondo con una perspectiva de mediano y largo plazo y que proteja a las pymes.

La problemática no es sencilla. Una de las principales quejas que viene visibilizando esta industria es la escasez de recursos humanos formados e, incluso, la fuerte puja por los talentos no sólo entre empresas de distinto tamaño en Argentina, sino también contra competidores de otros países. Asimismo, a ello se suma un fenómeno creciente de generación de dólares que salen del circuito formal y escapan a las regulaciones oficiales, atento a la elevada brecha cambiaria y la maraña de restricciones.

Frente a este escenario, el estímulo sería, en principio, para aquellas firmas exportadoras, –situación que a priori dejaría de lado a las que trabajan exclusivamente en el mercado interno–. Según se baraja, la medida contemplaría que las firmas tengan libre disponibilidad de dólares por el 30% del incremental de sus exportaciones, que deben destinar al pago de las remuneraciones de personal en relación de dependencia.

Pero eso no es todo. A ello se sumarían otros beneficios fiscales y además se viene especulando con la instrumentación de un “monotributo tech”, una figura tributaria nueva para los profesionales que facturan sus servicios al exterior. El objetivo oficial, según ha trascendido, es evitar la informalidad y fomentar la registración en el sistema tributario.

Ante este panorama, DOS FLORINES abrió el micrófono y consultó a referentes entrerrianos sobre el impacto de estas medidas. Si bien hay cautela y en su mayoría quieren esperar la letra chica de los anuncios, que posiblemente podrían comenzar a llegar este lunes, hay miradas disímiles respecto de cuánto sirven este tipo de políticas coyunturales. Lo cierto es que, coinciden, el problema es real y exige ser atendido. Cómo hacerlo, esa es la discusión pendiente.

Agustín Arias, de Argeniss Software

En primer lugar, el joven Project Manager de la empresa de Paraná consideró que estas medidas “sirven mucho porque tienen que ver con transparentar una situación que impacta en la fuerza laboral y a las empresas”.

Ahora bien, consideró que sigue siendo necesario un conjunto de políticas para “estar competitivos en función de las regulaciones a nivel mundial”. “Todas los países están buscando captar el talento porque entienden que pueden trabajar como quieran y donde quieran”, señaló.

Del mismo modo, remarcó que es clave igualarse a los competidores de la región en términos de negocios. “Estás compitiendo para que las personas que trabajen en la economía del conocimiento no solamente estén radicadas sino que también estén acordes con la realidad fiscal del país. Es una realidad”, planteó.

Mirco Bombieri, de Bombieri

Por un lado, el empresario radicado en Concepción del Uruguay opinó que “siempre está bueno que el Estado proponga una solución a los problemas de base en distintos tipos de industrias”. Sin embargo, no cree que sea una solución. “Creo que son más un título que una acción concreta que pueda tener un significado importante, teniendo en cuenta la relevancia del sector y cómo se proyecta”.

“Rescato que se empiece a hablar del tema, pero le falta contundencia, seriedad, profundidad al asunto para que tenga sentido, sobre todo a mediano y largo plazo”, sintetizó.

Según consideró, se trata de “un problema serio, que no solamente afecta a las empresas sino también a un país porque hoy hay medios para liquidar dólares de manera indirecta, sin que el Estado tribute”. Al respecto, advirtió por las “irregularidades y distorsiones” que exigen políticas integrales.

En esa misma línea, argumentó: “Las medidas que se están barajando hasta ahora el sector no las está tomando bien porque no son consensuadas, sino que son una reacción espasmódica, sobre todo el llamado monotributo tech, que es unilateral y no se abrió al diálogo en una mesa ni pensado para el largo plazo”.

Del mismo modo, aseguró que “el dólar no es el único factor para evitar la fuga de capital humano” y apuntó que hay que poner el foco en las proyecciones de crecimiento que perfila este sector en la Argentina.

En otro orden, respecto de las políticas necesarias, Bombieri señaló la importancia de atender los problemas de las pymes a través de medidas acordadas en una mesa de trabajo. “No hay manera de armar un colchón de trabajo que te permita ser competitivo con el empleador extranjero”, lamentó, e insistió en que haya “una política real que responda a la realidad del sector”.

Sebastián Borrás, de Pathfinding

El empresario coincidió con la política y marcó: “Obviamente que este tipo de medidas sirve y mucho si se acerca al valor que el mercado tiene en la mente”.

Según puntualizó a DOS FLORINES, el anuncio “permitiría ordenar un poco el mercado, sobre todo aquellos programadores que son independientes, que trabajan por su cuenta”.

En la misma línea, también reconoció: “Tener un dólar real es necesario y nos ayudaría mucho al sector en momentos se buscan distintos canales”.

José Luis Bentancourt, de Intellymation

A su turno, el empresario de Concepción del Uruguay planteó otra mirada respecto de la problemática y consideró que “la fuga de personas solamente se da cuando tenés disparada del dólar y los salarios quedan devaluados, además de que empieza a jugar muchísimo la brecha”.

“Si la macro se empieza a estabilizar y la brecha se acomoda dentro del 50%, esos temas se acaban porque decantan solos”, indicó, al tiempo que recordó que hacia 2015 la Argentina llegó a tener uno de los salarios más competitivos de la región, pero se los consideraba “caros”.

En este contexto, opinó que “las políticas acertadas ya se tomaron como la Ley de Economía del Conocimiento”. De todos modos, acotó que faltan políticas complementarias, incluso en Entre Ríos, vinculadas a la escasez de recursos en el sector secundario. “Hoy las empresas no consiguen gente, pero no sólo las de tecnología. La mayoría tiene dificultades”, sostuvo.

En esa línea, enfatizó: “Necesitamos hacer una revolución en las educación secundaria, con todas las letras. Eso va a catapultar a las empresas de tecnología en cantidad de recursos, en cantidad de empresas, en calidad de recursos y, por supuesto, a los otros sectores que sean mano de obra intensiva”.

Pablo Menna, de Integral Software

Respecto de la disponibilidad del 30% de dólares para quienes aumenten ventas al exterior, Menna advirtió que “lo único que logra es seguir generando una asimetría entre las empresas exportadoras y las que no exportan software”. “El nivel de empresas que exportan son muy pocas comparadas con la gran mayoría de pequeñas y medianas empresas del sector que son un 80%. Es un beneficio para unas pocas”, distinguió.

En otro orden, respecto del incentivo para trabajadores freelance, opinó que “es un paliativo” frente a una problemática compleja. “Vuelve a generar terreno propicio para la fuga de talentos. Con eso no se desarrolla la industria nacional. Es pan para hoy y hambre para mañana, de generar un ingreso más al Estado sin resolver un problema de fondo”, sostuvo.

El empresario paceño fue más allá y consideró que resulta necesario que el Gobierno atienda problemas estructurales como la inflación y brinde garantías a las pymes. “Estas medidas terminan siendo un boomerang, porque quizá resuelven un problema para monotributistas, pero generan un problema mucho mayor para las pequeñas y medianas empresas que son las que generan fuentes de trabajo”, afirmó.

Menna destacó que este tema fue debatido en el marco de las jornadas de Paraná Tech, donde se manifestó el malestar por estas dos políticas. “El Estado se está mal asesorando. Si alguna de las grandes se está sentando con el Gobierno, no representa al sector en su inmensa mayoría. Esto nos pega en la línea de flotación”, subrayó. Finalmente, destacó que las políticas necesarias son aquellas “bien pensadas” como lo fue la Ley de Software o la Ley de Economía del Conocimiento para promover las exportaciones con un sentido de mediano y largo plazo.

“Estas medidas de ahora van en contra de esta ley; son paliativos que intentan tapar un agujero y destapan otro , cuestionó, y llamó al diálogo a las autoridades nacionales para escuchar “a las empresas que estamos fuera de la General Paz”.