El conflicto en la terminal 5 del Puerto de Buenos Aires genera enormes costos a las firmas exportadoras del país y la provincia. La avicultura es uno de los sectores más afectados. Nahuel Amore
Por un tenso conflicto gremial, la terminal 5 del Puerto de Buenos Aires está bloqueada desde hace 10 días. Ante esta problemática, que amenaza con extenderse hacia otras terminales portuarias, se ven perjudicadas diversas empresas exportadoras del todo el país, entre ellas de Entre Ríos, que contabilizan día a día millonarias pérdidas.
“Todo el comercio exterior está totalmente parado. Es una vergüenza porque está costando mucha plata”, lamentó Aquiles Arús, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Entre Ríos (Caceper), en diálogo con DOS FLORINES. Si bien todavía no calcularon las pérdidas y costos, advirtió que “son cifras súper millonarias y en dólares”.
Consultado respecto de las empresas de Entre Ríos que están padeciendo las consecuencias del bloqueo, puntualizó fundamentalmente las exportadoras de pollos y carne bovina. Entre ellas figuran Frigorífico Alberdi, Calisa, Stertz, Las Camelias, Noelma y Tres Arroyos, ejemplificó. “Incluso, tuvimos que suspender dos embarques de Elevadores Neumáticos”, acotó.
“El problema es grave”, alertó Arús, quien además planteó que “hay barcos que llegan al puerto y se van sin operar; y hay otros que directamente no vienen o descargan en Montevideo los contenedores para traerlos a la Argentina cuando se pueda”.
Conflicto
El conflicto comenzó en la terminal 5 ante el inminente vencimiento de la concesión de la firma Bactssa, previsto para mayo, motivo por el cual cientos de empleados quedarían en la calle si no se define una prórroga o cambio de contratista. Ello despertó fuertes reclamos gremiales que, poco a poco, se extienden hacia otros puntos.
La situación se complejizó ante el pedido de Bactssa de extender el contrato, primero de modo administrativo y luego judicial. Sin embargo, la incertidumbre del empresariado radica en que tampoco el Estado intervino para buscar una solución que dé previsibilidad. Sobre todo, cuestionan que todavía no se llamó a licitación para que una nueva empresa se hiciera cargo del puerto y destrabara el conflicto.
“Desde que bloquearon el puerto, inclusive con camiones, no se puede entrar ni sacar contenedores. Hay una enorme cantidad de contenedores refrigerados que tuvieron que volver a sus plantas. Nosotros tuvimos que traer uno de Stertz (empresa avícola de Viale) que estaba desde hace seis días en el puerto perdiendo frío y no podía subir así al barco”, señaló Arús a DOS FLORINES.
En este contexto, el temor es que el conflicto se siga extendiendo hacia otras terminales portuarias, como la de Dock Sud y la de Zárate, cuyos trabajadores se plegarían también a la medida de fuerza. “En esas dos terminales había asambleas. Es todo una complicación”, advirtió el entrerriano, que agregó: “Las exportaciones de extrazona están todas complicadas, sobre todo las que van a China, Europa, Estados Unidos y otros destinos”.
Solución urgente
Ante esta problemática, señaló que a través de la Federación de Cámaras de Comercio Exterior de la República Argentina (Fecacera), de la cual es tesorero, se envió una nota a la Administración General de Puertos (AGP). Allí se pidió “una solución urgente”.
No obstante, lamentó que “respondieron que se están abocando a la situación, pero la solución no aparece”. “El Estado tiene que brindar soluciones, no depende de los exportadores. Es un problema del Estado con las terminales. Esto se agrava porque se pliegan todos, en solidaridad sindical”, indicó.
Fecacera también puso el tema sobre la mesa del ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, quien sólo tomó nota. Sin embargo, cuestionan que “hasta ahora no hay absolutamente ninguna solución” y que, incluso, tampoco actuó el Ministerio del Trabajo para que solicite la conciliación obligatoria.
Sin novedades, los empresarios vinculados al comercio exterior esperan que las autoridades tomen cartas en el asunto y destraben cuanto antes el puerto para dinamizar las ventas al exterior, paradójicamente las que generan los dólares que necesita el país. Asimismo, dada la vital importancia para las empresas y los puestos de trabajo que de ellas dependen, no descartan que los gobiernos provinciales también intercedan.
