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Iván Szczech vuelve hoy a Paraná a defender la ampliación de la ley de blanqueo

Se desarrollará en el Salón de la Ingeniería, en calle España de Paraná, y contará con la presencia de empresarios, profesionales, trabajadores y dirigentes para evaluar alcances y detalles de la ley 27.679. El ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción explicó los pormenores de la iniciativa que aspira a reingresar 4000 millones de dólares al sistema con la exteriorización de capitales. Dos Florines

La delegación Entre Ríos de la Cámara Argentina de la Construcción organizó para este lunes a las 14 una jornada explicativa con el norte puesto en brindar detalles de la ampliación de la ley 27.679. Están invitados profesionales, empresarios, trabajadores y algunos dirigentes, y se trabajará sobre los pormenores de la extensión del plazo por 360 días, en tres etapas, con distintas penalizaciones en el marco de la angustiosa situación de las reservas del Banco Central y la estrategia de generar nuevas inversiones en el sector de la construcción.

El empresario entrerriano Iván Szczech, ex presidente del Cámara Argentina de la Construcción, principal impulsor de la iniciativa, mantuvo un diálogo periodístico con el programa Recalculando, en Radio REC, Santa Fe, donde dejó su expectativa favorable acerca de la flamante iniciativa legislativa.

“Esta ley es una ampliación del plazo de una ley que habíamos logrado sacar el año pasado en el país, que consumió el plazo de ejecución en la reglamentación y hubo sólo cinco días hábiles para poder blanquear”, presenta el empresario.

-¿Fracasó la fase anterior?

-Yo no lo diría así. Si lo mirás en números no diría eso porque en esos cinco días, cuando había incluso que pedir turnos en los bancos para ir a hacer los trámites, se blanquearon 200 millones de dólares, con un total de 700 personas, con un promedio de 285 mil dólares por persona. Si se quiere fue un fracaso en términos macroeconómicos. Pero si lo mirás en la poca ventana que hubo para blanquear y hacés una regla de tres simple, este blanqueo debería ser muy importante.

-La burocracia argentina siempre extemporánea con los intereses del país…

-Nosotros lo habíamos advertido porque estábamos en pandemia, y tenía que reglamentar AFIP, tenía que reglamentar Economía y la Comisión Nacional de Valores. Se pudo extender el plazo y era un poco previsible lo que pasó. Lo que tenía que haber ocurrido es que la ley estuviera ejecutable una vez lograda la reglamentación, para que no pase esto de usar el tiempo previsto en el trámite. No ocurrió, así y fuimos en búsqueda de esta ampliación del plazo. En realidad, son 360 días que está abierta esta posibilidad. Los primeros 90 días vigentes tiene un costo para el ciudadano de un total del 5 % del monto blanqueado –a título de multa, por llamarlo de algún modo-. Si traés dólares podés conseguir pesos en el equivalente al contado con liquidación.

-Vale explicar que este blanqueo es una actividad legal, exteriorizar capital, dineor que esta fuera del sistema…

-Cuando lo depositas en una cuenta que se llama Ceconar, con bonos para hacerte de unos pesos al contado con liquidación. Sin embargo, la multa se paga al valor del dólar oficial, por lo que esta multa termina siendo entre un 2 y 3% del valor exteriorizado. Eso ocurre en los primeros 90 días. Entre los 90 y 180 días ese impuesto es de 10 %, y en el tramo final de entre los 180 y 360 días que está vigente esa multa es de  20 %, que termina siendo un 8 % en total.

-Es la estrategia para que se incorpore al sistema lo más rápido posible…

-Sí, porque son dólares que están fuera del sistema y el país los necesita que se traducen en pesos que son los que terminan invirtiendo. Nuestra industria se mueve en pesos en el costo de la producción, sin contar lo que genera por ingresos fiscales. Lo que tiene es que estamos en jun momento en que el valor del costo de la construcción está muy bajo, porque el dólar que estaba en 200 se fue a 300, hoy ese costo en pesos no aumentó en el mismo rango y tenés un valor mucho menor. Quien quera protegerse con un activo en dólares, para protegerse incluso de la inflación internacional resulta una buena opción…

PRECIOS.

-Pero, de todos modos, así como los valores de la construcción bajaron, los valores de los activos físicos también se desplomaron…

Si, efectivamente así es. Pero hoy ya están en un piso.

-¿Está seguro?, ¿Lo firma?

-Sí, lo firmo. Fíjate que no se vende. El costo no tiene nada que ver con el valor de venta. Ahí tenés un gap para los inversores. Es cierto que después es difícil vender, pero ingresaste al circuito formal, en términos interanuales ese activo siempre termina subiendo, porque la venta de activos inmobiliarios viene en baja, pero si lo esperás tiene su valor en dólares estabilizado. Ese gap de ganancia lo tenés, chico si vendes antes y si lo sabés esperar un poco más grande. Pero estás en el circuito formal para incluso los controles de AFIP.

-¿Usted augura aunque sea una leve evolución del metro cuadrado de los activos con una revalorización paulatina?

-No creo que suceda en los próximos meses, pero si tenemos que verlo a cuatro o cinco años vista. En este país esperar que en los próximos seis meses aumente el valor en dólares las propiedades no lo veo. Pero en uno o dos años tenemos cambios macroeconómicos y todo vuelve a recuperarse.

-¿Cuál es la expectativa que los argentinos vuelvan al sistema? Se habla de un PBI fuera del mismo

-Nosotros propusimos esta ley en 2020 y trabajos en conjunto con Economía e Infraestructura. Nosotros calculamos en ese momento 4 mil millones de dólares, y era y es un buen objetivo. Hoy nadie puede asegurar que suceda eso y cada uno lo va a ver con su contador y se verá qué quiere hacer. Pero ese sería un objetivo bastante lógico y vamos a trabajar en ese sentido. Y vamos a tratar de trabajar con los colegios de profesionales para tratar de evacuar todas las dudas.

-Si soy un empresario que tengo opciones en Paraguay o Uruguay; ¿Por qué debería hundir mis inversiones en la Argentina?

-Es cultural. Dejar una herencia en dólares es un tema, dejarla en ladrillos es otro. El ladrillo es culturalmente lo más parecido al dólar que vemos los argentinos. En Paraguay o Uruguay eso no es tan fácil. Lo podemos alquilar, usarlo, con muchas posibilidades, en la distancia manejar, o tiene un costo grande, y sin verlo y sin estar encima. Los que invierten en forma pequeña o mediana lo hacen cerca de donde viven.

FUTURO.

-¿Qué está pasando con la obra pública, están cobrando los certificados, qué pasa con la vivienda social, el Procrear?

-Hasta junio los pagos se venían retrasando en virtud del cumplimiento de la meta fiscal con el FMI. Se fue el ministro Guzmán, venían pagando muy bien, salvo el tema de redeterminaciones, que vienen bastante atrasadas, y la realidad es que para que vuelva a funcionar hay gente que está apretando la botonera, más allá de los recortes que se han hecho en los distintos presupuestos. Los pagos no serán iguales, pero van a tener su continuidad. Esta ley de blanqueo busca generar oferta para darle una herramienta a la demanda. Todas las viviendas son sociales en la Argentina.

-Si tenemos 14 millones de personas que tienen déficit habitacional, toda vivienda es social…

-Si claramente. Y hay un proyecto de ley que nosotros trabajamos en forma paralela que ya perdió estado parlamentario, pero estamos insistiendo por una ley que genere créditos que se muevan por el salario y no por la inflación, y con un fondo compensador que es autosustentable.

-Ahora me pongo en banquero y le digo: Iván, el promedio de un depósito en la Argentina son dos meses, y usted me pide un crédito a 20 años ajustables por salarios… ¿Le parece?

-Y sí. y ahí es que necesitamos mercado de capitales, necesitamos securitizar. Y le diría a usted banquero que dieron 100 mil créditos UVA hace unos años y no vendieron cartera en el mercado de capitales. Por lo menos podemos empezar. Están los encajes, hay medidas del BCRA que van en este sentido.

-Le recuerdo que la crisis de 2008 de las subprime comenzó así…

-Sí, pero estamos lejos de eso, eso fue por una sobreoferta de créditos. aquí no tenemos ninguno. Al contrario. Nosotros somos optimistas.