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Inteligencia Artificial: ¿quién tiene el control?

¿Piden detener las pruebas de Inteligencia Artificial para que no se salgan de control? Una reflexión sobre el futuro de la tecnología. Por Sebastián Borrás – CEO Pathfinding SA

La inteligencia artificial (IA) está avanzando a pasos agigantados, y el reciente lanzamiento de Cody, nuestro Chatbot impulsado por IA accesible desde WhatsApp, es prueba de ello. En nuestro trabajo pudimos experimentar en carne propia la velocidad a la que esto va avanzando y cómo las grandes empresas de tecnología se disputan su liderazgo y patentes.

Sin embargo, recientemente hemos visto cómo varios referentes de esta tecnología piden pausar su desarrollo para que no se salga de control. En nuestra opinión, la pregunta es: ¿del control de quién?

En nuestra investigación para desarrollar Cody, nos concentramos en el modelo GPT-J-6B de EleutherAI, una empresa sin fines de lucro que nos permitió utilizar su modelo de LLM (modelo de lenguaje grande) para inferencia con GPU comunes de escritorio. Además, este modelo permite el Tuneado fino, lo que significa que podemos enseñarle a hacer cualquier tipo de tareas específicas.

Para solucionar el problema de eficiencia en el tuneado fino, utilizamos los TPU de Google (servidores de tensores), que nos permitieron realizar el proceso de manera más eficiente y económica. Hay que resaltar que estos servidores son tecnología desarrollada por Google y no están a la venta solo se pueden alquilar por horas.

El “descontrol” se aceleró recientemente cuando Meta (Facebook) publicó su LLM llamado LLaMa, que puede correr en una notebook y soporta el Tuneado fino. A los pocos días de su publicación, LLaMA fue tuneado por la Universidad de Stanford para que funcione en modo conversacional de forma similar a GPT, lo que significa que cualquiera puede bajarlo a su PC.

Es importante tener en cuenta que OpenAI no publicó su LLM, pero sí vende como servicio su reciente ChatGPT4 y su director ejecutivo Sam Altman no ha firmado el pedido, pero si uno de sus fundadores accionista minoritario hoy.

También es importante destacar que la protección legal de los derechos de autor y la propiedad intelectual relacionada con la IA sigue siendo un tema objeto de debate en muchos países. En los Estados Unidos, el derecho de autor protege las obras originales de autoría humana. Por lo tanto, es poco probable que se otorgue un derecho de autor a una obra creada exclusivamente por computadora sin intervención humana.

Si suponemos que hay un ChatGPT5 o algo más avanzado que no está publicado y esta inteligencia Artificial descubrió o resolvió algo que no puede ser patentado, sería oportuno para sus creadores pedirle a los gobiernos que intervengan para modernizar las leyes y mantener el “control”.

En conclusión, la IA está avanzando a un ritmo sin precedentes, y es importante reflexionar sobre el futuro de esta tecnología y cómo puede afectar a diferentes sectores. En nuestra opinión, la clave es encontrar un equilibrio entre la innovación y el control, para que esta tecnología siga siendo accesible para todos, sin dejar de lado la ética y la responsabilidad en su desarrollo.