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Importaciones: la industria pyme reclamó prioridad en el acceso

El BCRA tuvo dificultades para acceder a divisas para engrosar las reservas durante el primer cuatrimestre. El primer día de mayo arrancó con un número promisorio pero es sólo una jornada. La de acumular dólares es, además de una obligación para cumplirle al FMI, una necesidad si se pretende recuperar el salario, impulsar al consumo y permitirle a las fábricas seguir consiguiendo insumos.

El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, propuso “establecer un criterio productivo e industrial para asignar el cupo de importaciones para privilegiar a las fábricas por sobre el resto de las actividades” en materia de comercio exterior. De este modo, se sumó a las voces del sector fabril que la semana pasada se reunieron y comunicaron con el BCRA para transmitir su preocupación por la posible falta de divisas y por la continuidad de las restricciones sobre la importación.

Para apuntar al cometido, Rosato reclamó derogar la Comunicación A 7466, emitida hace dos meses por el Banco Central, al sostener que la medida “deja en manos de un cálculo porcentual la definición de contar o no con insumos o materias primas claves para producir”, lo que se convierte en un “atentado contra el desarrollo pyme industrial”.

Con una caída del salario registrado de 1,2% real durante el primer bimestre, se descuenta que la aceleración inflacionaria tanto de marzo como de abril (6,7% y un posible casi 6%, respectivamente, según la expectativa oficial) va a terminar de erosionar la mejora del 2021, que fue de 1,7% real. Más allá de la voluntad, una potencial mejora de los indicadores requerirá que el BCRA acumule reservas, ya que, más allá de las paritarias, un repunte del consumo traccionado por la política de ingresos precisa divisas para generar más importaciones.

Cambios.

Lo destacó PxQ: “Sin una flexibilización del esquema de control de cambios que incremente la oferta de divisas en el mercado de cambios, cualquier mejorar del salario real está destinada a ser transitoria y potencialmente desestabilizante”.

Abril no fue bueno en ese sentido. Con unas importaciones crecientes, si bien se esperaba que, en línea con la dinámica histórica, comenzaran a dispararse las exportaciones, eso no ocurrió en la misma medida y la devaluación del yuan más que compensó las compras del BCRA y terminó provocando una pérdida de reservas. El primer día hábil de mayo, en cambio, mostró una nueva dinámica, con compras por USD180 millones. Fue el máximo registrado desde el 7 de marzo y estuvo alineado con el promedio de mayo del 2021, que fue muy bueno.

Si se consigue sostener ese ritmo, el semestre cerraría con una acumulación de reservas compatible con lo necesario para cumplir las metas acordadas con el FMI y para apuntar a una continuidad en la mejora de la actividad, que comenzó a flaquear durante el segundo trimestre.

Fuente: Por Mariano Cuparo Ortiz / BAE Negocios