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Faltan 15 millones de litros de gasoil para levantar la cosecha gruesa entrerriana y el pronóstico es agorero

Con el maíz cosechado casi en su totalidad, resta la soja y los otros cultivos de verano, pero existe incertidumbre por la provisión de combustible para el sector. Gustavo Sánchez Romero / Dos Florines

El sector agropecuario entrerriano mira cada día con más preocupación el futuro cercano y no sabe cómo conjugarlo. A los problemas que lo lleva a enfrentarlo con el Gobierno nacional por la intervención en los mercados, ahora se encuentra ante la restricción de gasoil, insumo clave para la cosecha y transporte de los granos más cotizados del año, en un contexto donde la incertidumbre reina y no queda clara cuál será la resultante atendiendo los condicionantes internos y externos.

De acuerdo al esquema matemático que puso de relieve DOS FLORINES a partir de los números que maneja el campo entrerriano, para levantar lo que resta de la cosecha gruesa serán necesarios unos 15 millones de litros de gasoil para las cosechadores y los camiones que realizan la logística. El dato es que no están hoy disponibles en el mercado, y lo que es peor no se saben si estarán en las próximas semanas.

Veamos los números.

Según la estimación del campo, la cosecha gruesa demandó en la campaña 2021/2022 un total de 1.750.000 hectáreas, para desplegar cultivos como soja de primera, soja de segunda, las modalidades de maíz, sorgo, arroz y las escuálidas hectáreas de girasol que se dispuso esta temporada.

Según datos que maneja la Bolsa de Cereales y la Federación Agraria Argentina (Delegación Entre Ríos) ya se levantó un 65 % de las 565.000 hectáreas del maíz de primera y parte del maíz tardío, aunque no es significante en el global ya que asignaron unas 30 mil hectáreas; un poco de sorgo, la superficie de arroz y el resto de cultivos de menor incidencia.

Queda sí, por levantar, toda la soja disponible, que ronda las 1.050.000 hectáreas.

Combustibles.

El gasoil se adquiere en el mercado a un valor de unos 135 pesos el litro; y quiere la costumbre que para esta fecha los productores lo compren en volúmenes contundentes, de acuerdo a lo que necesitarán toda la cosecha. Eso no está sucediendo porque las estaciones de servicio tienen cupos muy limitados ante la faltante, y la escasez impone un clima de incertidumbre para el sector.

De acuerdo a los números que maneja el sector, se necesitarán unos 15 millones de litros de gasoil, pero adquirirlo en el mercado es por ahora una quimera.

Si se hace la sencilla cuenta de multiplicar la demanda necesaria por el valor nos da la friolera de 2.025.000.000 de pesos, o si se quiere más de 10 millones de dólares, a valor del mercado blue.

Técnicamente, por cada hectárea trabajada y de acuerdo a la tecnología utilizada, cada cosechadora demanda entre 10 y 15 litros de gasoil, sin contar que la gran mayoría adquiere servicios de terceros para esta faena.

La ecuación es sencilla, ya levantar la cosecha no depende tanto del clima o los costos de los servicios sino de que el mercado cuente con el insumo necesario para que las cosechadoras se pongan en marcha

“Esto va a ser lo complejo. Si te fijas en YFF agro, que provee a las cooperativas o las estaciones que proveen al campo hoy no completan el pedido de cada productor y el cupo es mucho menor. Se lo están retaceando al campo. Si le preguntas a los proveedores dicen que no le están dejando lo necesario y el productor debe buscar de estaciones de bandera blanca, va a estar complejo. Ni hablar de fertilizantes. Lo que está claro es que la campaña se va a desarrollar de acuerdo a la disponibilidad de los insumos”, expresó Héctor Martínez, gerente de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos ante la consulta.

-¿Existe la posibilidad que una parte de la campaña no se pueda levantar?- se le consultó al ejecutivo.

-No, diría que no. El productor hará todo lo posible para levantarlo. Pero hay problemas. No se olvide que hay mucha importación y no sé si tenemos las divisas para hacerlo. La masa de consumo es grande porque es todo muy incierto, entre lo que no tenemos de previsibilidad de parte del Estado y lo incierto del mercado de granos, es muy volátil lo que pasará con el trigo en un par de meses.

Crisis e inversión.

El campo dice que esta campaña se invertirá en la actividad unos 1.077 millones de dólares en la tierra, entre tecnología y recursos totales. De lo que se deduce que el gasto en combustible será entre el 15 y 17 % del total. Es decir que más de 150 millones de dólares irán para el combustible, pero la incertidumbre pone todo esto en tela de juicio.

La demanda de gasoil es para lo inmediato, porque lo que se requiere es para las cosechadoras, la logística de llevarlo a los puertos puede esperar, ya que los sibolsas cumplen la tarea de mantener el grano el tiempo necesario y el transporte es una actividad gradual.

Los estacioneros se encuentran hoy en una situación de inestabilidad y no pueden respetar cupos.

Alejandro Di Palma, referente provincial del sector, asegura que el problema de la escasez de combustible y la reducción de provisión de gasoil a las estaciones comenzó allá por octubre y ahora se ha potenciado con la problemática de la guerra. “No sólo falta gasoil. En varias oportunidades nos hemos quedado sin naftas, pero como el problema afecta hoy a las grandes ciudades, el tema adquiere relevancia por estos días”, dice el empresario.

“A mí me parece que eso no se va a poder resolver, lo que te están pidiendo las petroleras es lo que piden en todo el mundo, y en Estados Unidos el precio del barril bajó pero no el precio, y las quejas a Biden se multiplican”.

El conflicto, en síntesis, es que las petroleras quieren exportar petróleo a 120 dólares el barril, y no colocarlo en el mercado doméstico a 55 dólares.

En definitiva, dicen los que conocen, allí reside el Nudo Gordiano del problema, y que hoy aflige directamente al campo.

Foto: Agrositio / Supercampo