AL DÍA

El Foro del CEER como ámbito para el debate de las políticas de desarrollo

La entidad celebró su XIV encuentro anual atravesado por el tiempo electoral y su rol en el debate del desarrollo. Gustavo Sánchez Romero

El Consejo Empresario de Entre Ríos cumplió este martes con el ritual de realizar su foro anual en el  junio –mes de su fundación- y contó con un notable acompañamiento de empresarios, ejecutivos, profesionales  y dirigentes que llegaron hasta el Centro Provincial de Convenciones de Paraná en un número cercano a los mil y con una organización que se mostró mucho más dinámica y eficiente en el uso del tiempo y con un servicio de gran calidad.

Sin embargo, cerca de las 18.30 cuando ya la penumbra abrazaba la zona del Parque y el complejo se descomprimía rápidamente, en el balance quedaron, al menos, dos puntos sobresalientes que definieron este encuentro al que llamaron “Entre Ríos 2030, institucionalidad, competitividad y desarrollo sustentable”.

a) la gran dificultad que sigue teniendo el sector privado entrerriano para incidir en una agenda real para el desarrollo y que sea su foro anual el ámbito donde se puedan definir y anunciar políticas públicas que guíen el accionar público-privado; y b) que si por algún motivo alguien creyó que la recurrente declamación del empresariado que busca poner fin a la grieta encontraría aquí un ámbito adecuado se equivocó de cabo a rabo ya que casi todos los disertantes no hicieron más que posicionarse en uno de los lados del mostrador.

Causas y azares.  

Quizá tenga sentido detenerse un segundo en cada una de estas apreciaciones y se contemple que no es casual que los discursos de Héctor Fratoni –presidente del Consejo Empresario que por primera vez lideró el Foro- y Gustavo Bordet hayan carecido de toda profundidad y se concentraron en lugares comunes, geografías conocidas y aspiraciones nacidas de la buena voluntad.

La relación estos dos años entre el Estado provincial y el CEER fue tan respetuosa como distante.

En el Ejecutivo no olvidan el carácter demasiado amarillo que tuvo el Foro 2017, cuando el entonces presidente Juan Diego Etchevehere –que reapareció en la entidad- le imprimió un tono abiertamente inclinado a la gestión de Mauricio Macri; y en 2018 cuando la hilarante presencia de Elisa Carrió irritó al funcionariado.

Entre otras cosas, se congeló el proyecto de avanzar en conjunto hacia una Agencia de Inversiones y Exportaciones de la provincia de Entre Ríos y no hubo canales de diálogo estables.

La llegada de Fratoni al frente de la comisión directiva descomprimió esta situación, un tanto por su propio perfil y otro porque conoce al Gobernador por sus negocios en Concordia.

El titular de Mega Automotores presenta condiciones que se asemejan más a las expectativas de los funcionarios. De hecho junto Bordet estuvieron su vicegobernadora, Laura Stratta, el ministro de Economía, Hugo Ballay y el intendente electo Adán Balh, y no se advirtió un despliegue de funcionarios como en otras ocasiones y se los vio a todos distendidos. El secretario de Producción Álvaro Gabás se encuentra acompañando a empresas locales en una misión comercial en Chile.

Sin embargo, en voz baja, se reconoció este martes que aún se atraviesa un tiempo de reconocimiento y que “se dio un paso muy importante” en recuperar una relación de confianza que les permita sentarse nuevamente en una mesa a tirar algunos trazos que definan, al menos, un bosquejo para un camino de desarrollo entrerriano del que todos aspiran y nunca se logra. Aseguran que en esta etapa de reconciliación todavía habrá que esperar algunas pruebas más contundentes para retomar un camino que los lleve a buen puerto.

Pendientes.

Los empresarios se quejan por lo bajo que si bien Bordet siempre se mostró solícito y abierto para cualquier encuentro, no se ha podido avanzar en acciones concretas para el desarrollo de Entre Ríos.

He aquí un punto en que Fratoni deberá trabajar y mostrar la elasticidad de su muñeca.

Pero esto no es nuevo. Desde la creación del Consejo Empresario de Entre Ríos las oscilaciones con los gobiernos no permitieron definir una agenda fructífera.

En otro orden, este Foro número XIV presentó una nómina de disertantes ecléctica y buscando cierta independencia del proceso electoral, pero esto no fue posible. Como si tuvieran un mandato a priori fruto del azar, los principales expositores –Carlos  Melconián, Laura di Marco, quizá la más exacerbada en una presentación pobre, el especialista cordobés en política exterior Claudio Fantini y el filósofo Santiago Kovadloff no evitaron marcar la inevitable diferencia.

Sin dudas que las exposiciones no pudieron escapar al espíritu de época y a los rearmados que se operaron en las fuerzas políticas y que polarizan la elección que viene.

Todos se ubicaron en el “lado institucional y democrático”, que representa Macri/Pichetto en detrimento de la oferta “autoritaria y regresiva” que implica la fórmula Fernández/Fernández.

Avances.

Luego de la presentación y apertura con las autoridades provinciales, cercano al mediodía, el gobernador aceptó un improvisado pedido que le formularon las entidades agropecuarias que estaban presentes en el Foro y en una de las oficinas de la planta baja le plantearon al titular del Ejecutivo su preocupación por el tema de las fumigaciones y –según asistentes a la reunión- se abordó el tema nuevamente con seriedad y “quedamos en tener una reunión en estos días para seguir avanzando y ver cómo nace una nueva propuesta para que el tema se resuelva definitivamente”, precisaron.  

Todo esto sucedió con independencia del desarrollo del Foro que mantuvo el interés en todo momento.  

La presencia de empresarios jóvenes que asumen nuevas responsabilidades en las compañías y el interés despertado en el espectro privado fue una de las particularidades de esta edición. Sin embargo no todas las exposiciones estuvieron a la altura.

Para el sector siempre terminan siendo balsámicos los paneles complementarios a la coyuntura, y mucho se valoró al vinculado al clima y las prácticas responsables como así también al de negocios inclusivos.

El Consejo Empresario mostró este año un formato más dinámico y el encuentro ganó en organización y agilidad. Sin dudas ya es un clásico que ha ganado su lugar en la región y quizá pueda dar un nuevo paso hacia la mayor calidad institucional provincial.

El Foro del CEER ya adquirió la estatura y el vitalidad suficiente como platearse ser el espacio donde se debatan e cara a la sociedad las iniciativas y/políticas que se pretenden desplegar en el corto y mediano plazo en Entre Ríos.

Espacios.

Este debería ser el ámbito donde los empresarios, los profesionales, los medios de comunicación y las entidades se lleven  los lineamientos de hacia dónde marcha la provincia y con qué impulso. La presencia del gobernador en la apertura cada año debería servir para dar un paso más en el sentido estratégico, más allá de la enumeración de acciones que se desarrollaron para el sector. Infraestructura, gasto público, inversiones, política fiscal, etc, bien podrían ser expresadas como potencia o “tarea”, según lo definió Kovadloff, sin perjuicio de los ámbitos que el Ejecutivo encuentre para su comunicación efectiva a los órganos oficiales.

Caso contrario, y siguiendo el despliegue intelectual del filósofo que diferenció las categorías de iniciar y retomar, cada año un millar de asistentes asisten a un evento de naturaleza académica con disertaciones magistrales, muy productivas, por cierto, pero donde el desarrollo provincial nunca hace anclaje en la consabida articulación público-privada.

Todo termina siendo como en el mito de Sísifo, fundador y rey de Éfira – que tuvo fama de ser el más astuto y sabio de los hombres- y que la mitología griega lo hizo conocido por su castigo: empujar cuesta arriba por una montaña una piedra que, antes de llegar a la cima, volvía a rodar hacia abajo, repitiéndose una y otra vez el frustrante proceso.

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