Martín Hermida, jefe de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista, destacó el trabajo en equipo que se realiza en la clínica, que se sostiene año a año como política empresarial. Además, habló sobre el avance tecnológico, la capacitación permanente y el mensaje constante de prevenir. Dos Florines
Cada 29 de septiembre es una fecha especial para todos los profesionales que trabajan en las áreas de salud y particularmente para aquellos que se especializan en el cuidado del sistema cardiovascular. Se trata del Día Mundial del Corazón, que desde el 2000 se constituye en una instancia de reflexión a través de diferentes actividades para prevenir enfermedades y muertes.
“El Día Mundial del Corazón nos vuelve a recordar año a año que la enfermedad cardiovascular sigue siendo la mayor causa de mortalidad en el mundo. Es una enfermedad progresiva, que realizando la prevención adecuada sobre los factores de riesgo, puede controlarse de manera óptima”, sintetiza Martín Hermida, quien está al frente del área de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista del Sanatorio La Entrerriana.
En diálogo con DOS FLORINES, el profesional destacó que el cuidado del corazón es una de las políticas empresariales que levanta el establecimiento de salud ubicado en calle Buenos Aires de Paraná. “Hace muchos años se incorporó un servicio de cardiología, en el cual se cuenta con un cardiólogo las 24 horas del día. Sin duda eso es una gran ventaja para el diagnóstico precoz de la patología aguda cardiovascular”, valoró.
En la misma línea, el especialista resaltó la decisión de la firma de conformar un equipo de trabajo enfocado únicamente a la patología cardíaca. Se define como “Heart Team” y está integrado por cardíacos clínicos, cirujanos cardiovasculares y cardiólogos intervencionistas, quienes en conjunto sostienen la premisa de tomar la decisión terapéutica adecuada para cada paciente.
Tecnología y personas
Consultado por la aplicación de tecnología como aliado estratégico en la tarea diaria, Hermida reconoció que resultan fundamentales “para la realización de procedimientos tanto no invasivos como así también para los procedimientos invasivos de mayor complejidad incluso a nivel mundial”. “Hay que tener en cuenta que no sólo se suman tecnologías, sino también profesionales que las aplican. El recurso humano capacitado es de una importancia invalorable”, enfatizó.
Sobre este aspecto, la capacitación permanente, según reconoció, es clave. “Nos permite conocer y aprender el uso de nuevos métodos, nuevas prótesis, nuevas tecnologías y, sobre todo, dirigir y elegir las prácticas más convenientes para cada paciente. Siempre hay que estar alerta y atento a los cambios y novedades”, afirmó.
—Atento a los cambios que se dan en medicina, ¿hacia dónde se orienta hoy la profesión? ¿Cuál es el desafío?
—La cardiología se orienta cada vez más hacia lo mínimamente invasivo, al igual que toda la medicina. Ello se da por el crecimiento en tecnologías y técnicas endovasculares, tanto en el tratamiento de patologías arteriales como estructurales cardíacas -válvulas, cardiopatías congénitas- y arritmias. Creo que el mayor desafío es aplicar lo nuevo en países como el nuestro, en los cuales la mayor complicación es la económica. Uno quiere aplicar lo mejor y lo último, pero si bien está disponible en el país los costos son elevados. De todos modos, hay que tener en cuenta que muchas veces lo mínimamente invasivo y caro, presenta instalaciones muy breves y con menores complicaciones. Y eso no se tiene en cuenta.
Prevención
Finalmente, consultado por las principales recomendaciones para la población, Hermida sintetizó: “La prevención está siempre basada en el control de los factores de riesgo modificables; control estricto de la tensión arterial y valores de laboratorio respecto a diabetes y perfil de colesterol. Además, es importante realizar actividad física aeróbica, abandonar el tabaquismo. Son tareas que suenan simples pero suelen ser de difícil aplicación. De igual manera, el control adecuado de ello realmente cambia la historia de la evolución de la enfermedad.
