Silvia D’Agostino, vicepresidenta de ACLER, advirtió que los números no cierran. Además, señaló que “hoy se trabaja entre un 30 y 40% menos de lo que se hacía en el mismo mes de 2019”. Dos Florines
A pesar de que la pandemia aumentó la demanda de los servicios de salud, desde el sector privado advierten que los números no cierran. En Entre Ríos, en palabras de la titular de La Entrerriana, Silvia D’Agostino, “el nivel de malestar que hay es enorme”, por lo cual piden respuestas al Gobierno nacional para atender la problemática.
La vicepresidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Entre Ríos (ACLER) remarcó que los reclamos están apuntados a dos temas centrales: aumento de aranceles de todas las obras sociales y disminución de la carga impositiva. Además, se preguntó: “¿No sé hasta dónde un sistema de salud se mantiene sólo con el aporte de los trabajadores?”
En ese sentido, planteó: “Los problemas críticos y estructurales del sector vienen de antes de la pandemia. La pandemia sólo agudizó los problemas. Hoy en el país se trabaja entre un 30 y 40% menos de lo que se hacía en el mismo mes de 2019. Es decir, los sanatorios y las instituciones privadas dentro del sector de salud realmente no pudieron recuperar el nivel de actividad”..
Respecto de esta caída de la actividad, en declaraciones al programa Para Empezar, por Radio Costa Paraná 88.1, explicó que “muchas obras sociales no daban las autorizaciones, amparándose en la pandemia para todo lo que es programado, regular, etcétera. Además, la misma población no concurría a realizarse los estudios que debía haberse hecho en épocas normales. A todo esto, la carga impositiva que tenemos es enorme.
Crisis
El sector viene manteniendo reuniones a nivel nacional para destrabar estos problemas a partir del encuentro entre el Estado, los privados y los trabajadores. Sin embargo, D’Agostino cuestionó que “los problemas estructurales no se plantearon”.
En esa línea, insistió con que no se logró recuperar el nivel de actividad y las obras sociales durante el año no dieron aumentos, a pesar la suba de costos. “Incluso cuando la inflación de salud fue mayor que la general por los medicamentos o elementos de protección personal”, acotó.
Ante esta situación, la empresaria advierte por las dificultades para garantizar no sólo con los salarios de los trabajadores, sino de cumplir con la actividad. “La segunda o tercera ola va a venir y los sanatorios e instituciones privadas no van a estar en estado como para absorber esta demanda con calidad, como se debe”, sostuvo.
Costos
D’Agostino aseguró que los recursos no llegaron a los prestadores, a pesar de los aportes de la Superintendencia de Servicios de Salud. A nivel provincial, señaló que desde Iosper no reconocieron los aumentos de costos debido a que ello está atado a los incrementos salariales de los trabajadores, que este año no percibieron ninguna recomposición.
Consultada por la provisión de insumos, recordó que están dolarizados y que deben afrontar enormes costos. “Lo comprás o lo dejás, no podemos discutir precios. Hemos denunciado ante el Ministerio de Salud algunos despropósitos en los incrementos de precios. La ministra -Sonia Velázquez- lo denunció ante la Nación; en algún momento hubo precios máximos, pero después en el mercado no los encontrás, los necesitás y tenés que comprar”, indicó.
Finalmente, sobre los costos salariales, recordó que a partir del 1 de enero deben incorporar al duelo las sumas fijas que se otorgaron como no remunerativas. “Es más complicado el panorama todavía”, anticipó.
