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Malvasio: “Por primera vez en 20 años el peronismo entrerriano puede dejar de ser un partido de poder”

Con 44 años, Federico Malvasio es uno de los periodistas que más ha crecido en el desarrollo de la profesión desde dos medios digitales de nicho enfocados en temas más que sensibles en la provincia: política y judiciales. Considera que hay un cambio de época y que eso plantea un escenario agorero para el peronismo, al que considera un partido conservador en Entre Ríos. Dice que Rogelio Frigerio no busca el poder con un esquema distinto porque tiene un proyecto nacional y es crítico con el Ministerio Público Fiscal, especialmente de Jorge García y cuestiona a Cecilia Goyeneche. Un análisis inteligente acerca de cómo se perfila el futuro político provincial. Gustavo Sánchez Romero / Dos Florines

Paceño, de apellido con renombre en el pago chico, que alguna vez se hizo canto, accedió a los medios de comunicación desde pequeño y nunca los abandonó. Federico Malvasio, el hermano mayor del fiscal -con el que comparte apellido pero no mucho diálogo político en familia porque hay muchas diferencias que suelen desembocar en agrias peleas que mejor evitar, según el mismo prescribe- llegó a Paraná a estudiar comunicación social un poco más de cuarto de siglo atrás. Inquieto, demasiado en ocasiones, verborrágico, aplicado y prolífico frente al teclado, parece dedicarse al periodismo full time, y cada contacto, usualmente, es una fuente. Con todo, sin embargo, esta no deja de ser una descripción parcial de este especial joven que se convirtió en uno de los referentes de lo político y lo judicial, dos poderes que, en Entre Ríos y lamentablemente, están más intersectados e intricados de lo esperado y recomendable.

“Creo que entre los temas más estructurales irresueltos más importantes en 40 años de democracia en Entre Ríos es el de Caja de Jubilaciones, en donde Bordet va a terminar un proceso político de ochos años en la cual anuncio cuatro o cinco veces que era un problema y nunca presentó un proyecto para solucionarlo. La oposición se refiere al tema como escandaloso, pero tampoco nunca presentó un proyecto en la Legislatura. Esto da cuenta de la calidad institucional, ejecutiva y legislativa de Entre Ríos que tuvimos todo este tiempo. Y esto tiene que ver con un profundo sentido conservador de la clase dirigente que carece de un sentido fundamental que debe tener la política: la audacia.”

Este extracto lo presenta al final de la larguirucha entrevista a la que accedió con más ganas de lo esperado; pero bien vale la pena introducirla al inicio como carta de presentación de su genio y figura. Quienes lo conocen desde siempre se dirigen a él, con un mecánico cariño, por su apodo de siempre: chapa. Toda una definición etimológica. Vamos a las preguntas, señor juez.

Diagnóstico.

-A un año de los comicios para los principales cargos ejecutivos en la provincia; ¿Cuál es su análisis exploratorio?

-La dinámica política en la Argentina está permanentemente abriendo posibilidades inimaginables. Siempre hay escenarios que uno cree imposibles, pero suceden. Por ejemplo, que un tipo gatille una pistola sobre la ex presidenta y que no hay un solo miembro de la guardia que se le haya tirado encima, como lo dice el protocolo, es surrealista. Creo que la política en Entre Ríos tiene un escenario muy diferente al nacional, más allá que siempre se habla de nuestra provincia como una muestra o ensayo. Se dice que lo que pasa acá terminando pasando a nivel nacional, y por eso cuando pierde Alberto Fernández en Entre Ríos se especulaba a nivel nacional. Creo no es tan así, y todo puede ser relativizado. El escenario político en Entre Ríos es muy diferente que el nacional porque en el país venimos de un proceso donde hubo alternancia. Tuvimos cuatro años de macrismo, de oposición, y hubo un rechazo de la gente hacia al gobierno cuando volvió a votar al Frente de Todos, y acá en Entre Ríos se van a cumplir 20 años de continuidad. Pero no sólo de un partido político al frente de un proceso donde están los mismos dirigentes, donde se mira a la política de la misma manera, donde no se corrió un ápice la matriz productiva y donde no se decidió ni siquiera modificar o abordar los problemas sensibles como la Caja de Jubilaciones. Están los mismos problemas, las mismas personas, se mira la política de la misma manera…

¿Entre Ríos es como una vieja foto sepia clavada en la heladera?

-Tal cual. La misma foto vieja que miramos todos los días. El problema más importante que tiene la provincia de Entre Ríos no es la corrupción. No quiere decir que sea menor y es terrible, pero son problemas de época. Esta gestión, la de Gustavo Bordet, ha sido más institucional, es verdad. El problema de la provincia comienza en 1992 con el Pacto Fiscal donde se entrega el 15 % de Coparticipación. Y fíjate vos que lo hace Mario Moine, quien se jacta de ser un gobernador que no tiene causas judiciales. Eso sí, nos entregó para todos los tiempos el 15% de los ingresos nacionales. Si vamos a los números, ahí está el problema. Cuando hablás en término de economía o de matriz productiva tenés que ver esas cosas. Después la corrupción es repudiable y todo lo que sabemos sobre este problema.

-¿Usted dice que en Entre Ríos se dio un proceso político y social muy conservador?

-Esta es una provincia totalmente conservadora porque el peronismo ha sido totalmente conservador. El gran creador, quien contorneó y le dio forma a la provincia se llama Jorge Pedro Busti. El hizo los organismos de control, hizo el Poder Judicial y moldeó el modelo político.

-¿En algún punto termina continuando y fortaleciendo el modelo que imaginó Sergio Montiel?

-Sí, es probable. Pero Montiel fue más audaz. En plena crisis, Montiel creó la universidad, trajo el gas por río, podemos hablar diez horas de su gobierno. Pero claramente hubo audacia. Busti no fue un audaz. Busti fue un dirigente que hizo uso del poder y lo utilizó en crear organismos de contralor a su parecer, que pensó un poder judicial a su parecer, que diagramó una estructura legislativa a su parecer, esquema que continúa Sergio Urribarri y lo prosigue Gustavo Bordet. Urribarri lo hace con el 54 % de los votos y Bordet con el 58 % de los votos. Es decir que estamos ante dirigente que tuvieron un enorme apoyo popular que no cambiaron absolutamente nada; sino más bien hicieron foco en sostener un statu quo.

Estados, corporaciones y sociedad.

Federico Malvasio, como la mayoría de los periodistas de su generación, afiló su lápiz periodístico en la Revista Análisis, y fue allí donde eslabonó un estilo directo, meridiano, y osado, que muchas veces lo pone en el límite la controversia y la polémica. Esas han sido y son sus legítimas armas para la arena de este oficio, y con ellas llegó a El Diario de Paraná donde dejó mojar los límites de su pluma con grandes periodistas de política del centenario matutino. Así se permitió abrevar de la dinámica de un periódico y con eso moldeo un estilo propio, que eslabona la ética bohemia de sus viejos compañeros y la picardía que le imponen los nuevos medios al arte de contar una noticia. Entonces, ahora, ante la menor pregunta tiene la respuesta a flor de labios y no duda en responder, atolondrado, volcánico y ramplón, como es él.

-En este razonamiento suyo; ¿Cómo juegan las corporaciones de profesionales, empresarios, instituciones, etc?

-Todo gira en torno al Estado en esta provincia. Vos no vas a ver una pelea empresarial contra el Gobierno… algunas cuestiones menores. Acá se desconocen enfrentamientos de cualquier corporación contra el Gobierno, sean empresarias, de los constructores… hay diferencias, pero no mucho más. Son menores.

-Es difícil imaginarlo de un profesional que a la mañana trabaja en el Estado y a tarde en su estudio; o de un empresario que tiene un contrato estatal…

-Claro, y entonces nadie se va a enfrentar al Estado. Hay cuestión que a mí me llamó mucho la atención y es un fallo judicial que se resuelve vía política. Es muy interesante porque aparecen todas las corporaciones juntas. No sé si recordás la causa que se denunció en su momento en la ciudad de Larroque, por un asfalto, con el empresario de la construcción Hereñú. En un momento se presenta un acuerdo, pero no judicial, sino en el Concejo Deliberante local, que parecía que estaba tomando atribuciones del Poder Judicial. En un momento, un concejal del oficialismo dice que los empresarios reconocen la irregularidad y devuelven el dinero. Pero el delito continúa, está ahí. Entonces el Concejo Deliberante dijo que había que seguir trabajando y quiero decir con esto que si Marizza va preso, y no puede trabajar más, nadie hará la plaza que necesita el pueblo. El asfalto o el desagüe. Como vemos, acá funciona todo así, de esa manera, y eso atenta contra la posibilidad que existan debates públicos en torno a los modelos de inversión y a la transparencia. No existe eso. La provincia hace 20 años se desarrolló de la misma manera.

-¿Usted dice que hay una discrecionalidad venal que atraviesa al Estado y a la sociedad civil?

-En algún modo, sí. Y creo que ese modelo se va a repetir si Rogelio Frigerio es gobernador. En principio porque él no tiene un proyecto de poder en Entre Ríos y claramente aspira a un estadío para un proyecto nacional. Por lo tanto, construir un modelo de poder local significa tensionar con otros sectores, y él los va a querer a todos adentro para mostrar en Buenos Aires el consenso y no sé qué más.

-¿En este reticulado que usted describe incluye a la Justicia?

-El poder judicial… ahora se acaba de conocer un estudio del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip), que dirige Alberto Binder, una eminencia en la comunidad judicial, donde habla que el Ministerio Público Fiscal de Entre Ríos es más eficiente del país. Uno puede decir, bueno está bien… es un informe que nace de los mismos ministerios público fiscales. En Entre Ríos se condenó a ocho años a un gobernador peronista en un gobierno peronista. Que en ese momento era embajador. El Gobierno nacional también era peronista. Investigó y condenó a dos vicegobernadores (Daniel Rossi y Héctor Alanis); se investigó y condenó a las dos espadas legislativas de años peronistas como son Abelardo Pacayut y Mario Yedro. Se condenó y se le hizo devolver plata a los empresarios. ¿Cómo el Ministerio Público Fiscal de Entre Ríos no va a ser eficaz? Desde Buenos Aires aún hoy llaman por teléfono y preguntan cómo es posible que pase esto en Entre Ríos. Que en un gobierno provincial y nacional peronista se condene a un ex gobernador, siendo embajador, de una de las embajadas más importantes de occidente. Claro que es eficaz y voltea toda la teoría de la doctora (Cecilia) Goyeneche que dice que acá hay impunidad, que somos parecido a Formosa. Esto no pasa en Formosa, seguro. Esto no pasa en Buenos Aires. Acá no lo sacan a Pedro Báez en pijamas como hicieron con Amado Boudou. Hay muchos mitos. Eso ha funcionado y funcionado. Ahora, que sectores del Poder Judicial han hecho política, ha sido así. Lo hicieron. Y ese señor se llama Jorge García (procurador general de Entre Ríos).

-¿Y cuál es su problema con eso?

-Conmigo ninguno, pero son los problemas que veo que tiene el sistema en Entre Ríos. Pero no es el sistema el que funciona mal y dicho así suena tramposo… femicidio y falló el sistema. En el caso de Fátima Acevedo no falló el sistema, falló un fiscal. Y eso quedó comprobado cuando se conocieron los audios donde ella decía que no la recibía nadie en la Justicia. El sistema funciona, se puede modificar y demás, pero las que fallan son las personas.

Goyeneche.

Malvasio forma parte de una estirpe de periodistas que se posicionan desde la opinión, y en sus notas se destila este estilo sin edulcorantes. Y si aún no lo notó, esa capacidad lo lleva a pontificar, a discurrir por los andariveles de la sentencia y la sanción. No hay muchos así en estos arrabales de la pampa húmeda de una economía que aún no puede soltarse de las garras de la primarización, y no sólo en el sentido productivo, donde el periodismo es arte y parte de una de las tantas crisis que ensombrecen el sol cotidiano. El caso de la fiscal Goyeneche lo encontró ubicado bien definido en un lado del mostrador, y no lo disimula.

-¿Considera que hay una actitud corporativa y autocomplaciente de los fiscales en Entre Ríos?

-Creo que no. Con todo lo que sucedió con la destitución de la doctora Goyeneche se produce una guerra de guerrillas que la produce la misma Goyeneche. Si hubiese nacido en otra vida hubiese sido kirchnerista: comete fechorías, están probadas y miente. Manual básico.

-infiero que hay un dejo de “elogio” en esta perfomance de eficacia de Entre Ríos de investigar y condenar al poder. ¿Por qué se dio una grieta en el proceso de Cecilia Goyeneche que lo encuentra del otro lado?

-El proceso de destitución de Goyeneche generó una grieta en un círculo muy pequeño. Y tiene que ver con que en Paraná está la botonera, el panel de control. Y eso quedó de manifiesto cuando se produce la elección de la asociación de Magistrados. Después de décadas de consensuar una lista de unidad, se presentan dos listas en la elección. La lista que se abre surge a raíz del proceso de Goyeneche y salen con un discurso que dice: “Nosotros somos los transparentes de la República, y allá están los corruptos”. Y sin embargo pierde la lista que apoya a Goyeneche. Esa elección fue poner sobre la mesa lo que está pensando el Poder

Judicial. Por el voto directo de todos los funcionarios judiciales de la provincia entendieron que no. Pero en realidad ese debate que fue muy fluido en Paraná. Pero cuando se va al interior eso no sucede. Como periodista judicial estaba mañana, tarde y noche viendo qué sucedía en esa atmósfera del Jury. Hablabas con un periodista de Gualeguay no sabía qué estaba pasando en Paraná.

-¿Ese voto que se define contra Goyeneche está más vinculado a un voto independiente y genuino de la corporación judicial o hay una influencia del Estado y el poder?

-Creo que lo que sucede hoy en Poder Judicial –más allá de los resultados positivos que mencionamos- tiene un problema de relaciones internas escandalosas. Hay guerra de guerrilla de sectores. No hay una guerra entre Superior Tribunal y la Procuración. Hay vocales y miembros de la Procuración que se tiran con gente, se tiran con fallos, se tiran con oficinas. Eso responde al clima de época donde hay un enfrentamiento donde la razón no vale nada. Absolutamente nada. No hay sentido común. Uno la veía a Goyeneche con una defensa de su causa exactamente igual a la que hizo la defensa de Urribarri en su juicio. Hicieron defensas políticas sin mencionar al delito.

-¿Considera que sin esta grieta política que vive el país el caso de Entre Ríos hubiese tenido la trascendencia nacional?

-Eso está probado que fue pago.

-¿Cómo pago?

-Carlos Fara. Hubo un dispositivo comunicacional muy importante, y no sólo advertimos acá como público, sino que lo advierten en Buenos Aires. Es muy interesante para un tesista de Comunicación seguir el tratamiento de la prensa sobre el caso.

-Vamos por parte. ¿Qué tiene que ver Fara y porqué dice que está probado?

-Me lo confesó Carlos Fara, quien es un hombre que trabajó para el radicalismo. Yo le pregunté si estaba trabajando para Cecilia Goyeneche y me respondió que no podía hablar de eso por cuestiones profesionales. Y se le pregunto porque hubo mil tuits que decían “Todos somos Cecilia”. Le pregunté para una nota para Página Judicial. Yo publico la nota, y nunca me desmintieron.

-¿Considera que el buen número de periodistas locales que tuvieron claras manifestaciones contraria fueron genuinos o estuvieron influidos por intereses o por la pauta oficial?

-Si hubo intereses económicos yo los desconozco. Si hay un gobierno que reparte pauta oficial es éste. De hecho, hay una decisión comunicacional de no “apretar” y más bien diría que la única estrategia comunicacional del Poder Ejecutivo es la protección a Bordet. “Bordet transparente” es la consigna, y él la utilizó muy bien los primeros cuatro años cuando se estaba denunciando casi semanalmente a su antecesor. Y fue muy eficaz.

-¿Qué opinión le merece el proyecto del Ejecutivo sobre la Magistratura?

-Creo que el proyecto del Consejo de la Magistratura en algunos puntos está bien, y en otros se pudo hacer de otra manera. De hecho, me parece que no era necesario sacar a la UNL. Y si incorporar a la UNER y a la Uader. Creo que lo de la UNL tiene que ver con que todas las reformas judiciales que se hicieron tienen una misma trazabilidad de ese proceso que incluyó la destitución de Goyeneche. Escribimos mucho sobre lo mismo, y el poder ve en la UNL a la Franja Morada. Esta es la verdad. Y cuando la oposición se opone al ingreso de la UNER y de la Uader, ve al peronismo detrás. La eficacia que tiene la oposición comunicacionalmente endilgarle al oficialismo, es lo que en realidad también hace ellos. En cuanto al proyecto yo creo que se pudo haber ajustado otras cosas. Cuando se dice que le entregan la Magistratura al STJ porque es la última vía para recurrir, creo que eso es mentira. En cualquier procedimiento judicial la última instancia es la Corte Suprema. No me parece que sea un mal proyecto.

Emprendedor.

Federico Malvasio fue uno de las víctimas de la deliberada decisión de quitar de la agenda pública a El Diario de Paraná, pero no esperó su caída periodística final para sacar un pie de la balsa. Junto a Pablo Bizai y Luz Alcain fue parte del staff inicial de Página Política, el medio periodístico digital más cercano al “círculo rojo” provincial, y tiene clara incidencia en la clase política, sin discriminar a ningún espacio en el amplio espacio partidario e institucional de Entre Ríos. Más tarde. Junto al periodista Juan Cruz Varela formó Página Judicial, un portal bien enfocado en tiempo y espacio, que se ganó un lugar en la intrincada y siempre opaca vida social de los pasillos del palacio de justicia.

Usa la ironía sin desparpajo, y no tiene problemas en hacerlo cuando del que habla es del mismísimo gobernador. Como al pasar arroja una frase que, sabe, no va a caer bien en la Casa Gris. “Hoy no hay mucho periodismo político en Entre Ríos. La destrucción de El Diario de Paraná fue un golpazo, a pesar que a muchos nos favoreció porque pudimos crecer por fuera. A la gente no le importó perder El Diario. A la gente no le gusta que le hinchen las pelotas. Ese es un gran logro de Bordet ya que se cubrió de transparencia y no jode a nadie comunicacionalmente. A tal punto que el Cippec -donde vos pagás y te declaran transparente- en un reciente homenaje a San Martín, en referencia a su figura dijo Bordet que fue un hombre transparente. Mirá que hay varias cosas para decir de San Martín y tener que enfatizar en que fue transparente”.

-Volviendo a lo político. Hay un cambio en el espíritu de época: ¿Cómo se manifiesta?

-Sí, hay un cambio. Cuando le escribían a Bordet que era igual a Macri creo que le estaban haciendo un favor…

-¿Dice que la sociedad se corre a la derecha?

-No es que la sociedad se corre a la derecha. En Europa, en varios parlamentos, hace algunos años, los partidos neonazi tienen un 15 o 20% de representación, y esos partidos empiezan a empujar a las grandes coaliciones a correrse, y eso se da porque no dan respuestas. Eso pasa acá. Cuando escucho discursos de dirigentes radicales lo explican de este modo. Pero no creo que sea así. Bordet es un peronista clásico del interior, de una provincia menor, y representa muy bien esa mayoría peronista conservadora de la Región Centro. Bordet, Perotti y Schiaretti son peronistas conservadores.

-De allí se pensó que podía nacer una alternativa interna al kirchnerismo. Pero no salió.

-No salió. Y ahí volvemos a la audacia. El peronismo pierde cada vez más audacia. Esa posibilidad que vos mencionás pudo haber pasado en 2019, donde la sociedad buscó en Cambiemos bajar las tensiones políticas, tener otra mirada sobre algunas cuestiones económicas, pero Cristina Kirchner con un tuit derribó tres años de reuniones. La audacia política en el país la tiene Cristina, que les vuelve a ganar porque lo pone a Sergio Massa, a quien manda a EE.UU. a hacer lo que ningún kirchnerista le permitiría.

-¿En qué etapa está el kirchnerismo hoy, cuando parece que no logra enamorar a los jóvenes y pierde sustento en la clase media?

-Disiento con eso. Creo que tiene una base dura, del 15 o 20%, ponele. Este escenario de rechazo a la clase política en general quizá termine generando un escenario de cuartos, que es lo que dijo Urtubey en Paraná. Si se divide en cuartos, todos tenemos 20 puntos. Y el kirchnerismo sigue teniendo 20. Siempre va a aparecer esto de que “con Cristina no se puede, sin Cristina tampoco”. Mal que le pese a muchos, hay una relación mística, religiosa de sus seguidores. Esta cuestión sentimental hace que esté presente siempre en el escenario político.

Futuro.

-¿Este escenario de cambio de época hace inevitable un triunfo de Rogelio Frigerio?

-Hoy el oficialismo no está hablando de política, y la militancia se enoja mucho. Bordet considera que no es el tiempo. A Bordet esto le permite no tensionar su gestión, y de paso “les duerme el nene” a todos. Hoy no hay posibilidades de internas en el peronismo.

-En el peronismo consideran que Enrique Cresto no prende, que Laura Stratta no tiene volumen político y todo indica que Bahl buscará reelección local. ¿Puede reaparecer una figura como Lauritto para ponerle el pecho al momento?

-El peronismo por primera vez en 20 años se encuentra ante un escenario que le presenta la posibilidad cierta de perder el Estado, siendo un partido del Estado. El peronismo no concibe hacer política sin el Estado. Desde las cajas y desde la política pública. Puede ser la primera vez en dos décadas que quede afuera del Estado. Hay tipos de 40 años dentro de la estructura del partido que están enojados porque Bordet “no los convoca”, y entienden como convocatoria a un llamado del Gobernador que les dice: “Ahí va el auto, el chofer y los viáticos”. Eso generó Urribarri, que haya mucha holgadez al momento de militar, y hay toda una generación que se hizo de esa manera. Entonces dicen que nadie los convocó. Ahora el peronismo se encuentra ante la posibilidad que eso no esté más y que haya que hacer política de otra manera. Ese es un problema. Otro es que cuando uno repasa los nombres de la Legislatura en estos 20 años y los lugares en el Estado, y se repiten siempre. Por eso los problemas cuando se mencionan, se mencionan las mismas respuestas o no se mencionan. No hay nada diferente. Yo creo que la figura de Eduardo Lauritto en la lista sería un premio a 20 años de querer serlo y de ocupar siempre el cargo que le pidieron que ocupe. Si me preguntás por personas nuevas en el peronismo, hoy es muy difícil, porque todos nacen de las mismas plataformas, la miran con los mismos dispositivos y usan las mismas picarescas. Para mí hay dos figuras que rompen el molde: Laura Stratta y Martín Piaggio (vicegobernadora e intendente de Gualeguaychú, respectivamente). De la primera dicen esto, que no le da. Y de Piaggio dicen que es un loquito. Estas son las dos consideraciones que hacen desde el peronismo sobre ellos. Ahora, son dos expresiones que te gusten o no que tienen una agenda que en otros lugares del mundo tienen otra preponderancia: el feminismo y el medio ambiente. Piaggio hace obra pública en gran parte con cooperativas. En Paraná, Sergio Elizar, presidente del bloque oficialista, presenta un proyecto similar y el intendente Bahl lo vetó, y a las dos semanas recibió a la Uocra. No hago juicio de valor sobre uno y otro. Digo que son estilos diferentes. Veo en ellos alguna frescura, incluso en Laura porque es mujer.  

-¿Considera que Frigerio interpretó bien este momento que usted define y actúa en consecuencia?

-Hace años que la oposición no tiene una personalidad tan taquillera como la de Frigerio, eso está clarísimo. A Benedetti le tocó pelear siempre con el kirchnerismo en alto. Frigerio está preparado, tiene muchas cualidades como candidato. Y está muy bien asesorado. Qué dijo en la campaña; nada. En la entrevista con Carlos Pagni, en La Nación +, hubo un momento en que el conductor le pidió riéndose que sea un poquito más profundo, que no lo boludée, “dale Rogelio, en serio, nos está viendo Paolo Rocca”, pareció decirle, porque sus respuestas eran muy vagas y playitas. Fue muy bueno. “Dale, si vas a decir que de la crisis se sale con todos los argentinos de la mano”, decíselo a Malvasio en Paraná… fue muy divertido. Frigerio lee muy bien el electorado entrerriano y sabe que no tiene que decir nada. Cuando lo pegan a Bordet a él le sirve, porque la gente quiere tipos como Bordet.

-Si Bordet tuviera la opción de ser candidato sería una elección muy pareja.

-Por supuesto, y te digo más; si Bordet sería el candidato de Juntos por el Cambio seguro que gana. (risas). Cuando se pintaba en Paraná Bordet = Macri terminó con Bordet con más del 55% de los votos y Macri perdiendo la elección.

-Hay consenso general que la gestión de Adán Bahl es buena; ¿Considera que con la obra pública alcanza para ganar una elección este cambio de época?

-El tema de la buena gestión, que es un elemento importante, me parece que se inscribe en la convención general cuando uno va al club, habla con los amigos, con la familia, etc. Dicen que la gestión de Bahl es buena, y hay que decir que arrancó con un piso muy bajo. Yo creo que juntó a cinco contadores de confianza, ordenó los números y aplicó sus conocimientos como ministro de Gobierno e Infraestructura. Es un tipo que todo el día llevando carpetas con proyectos a Buenos Aires. Enrique Cresto dice que el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Maximiliano Argento, parece que trabaja en el Enhosa, porque está todo el día en su oficina sentado pidiendo cosas. Si eso alcanza o no, no lo sé. Blanca Osuna también hizo una buena campaña, con obras y otras cuestiones, y sin embargo un cambio de ciclo la hizo perder. Bahl debe estar mirando ese proceso.

-¿y cómo se leen las elecciones anteriores donde arrasó Gainza?

-Las elecciones de medio término se pierden hace años en Entre Ríos y las nacionales. Acá gana con 58 puntos Bordet y a los tres meses pierde Alberto Fernández. Eso es algo que Frigerio y Bordet leen muy bien, por eso el desdoblamiento es la herramienta que se utiliza más rápido para desenchufar lo nacional.