EMPRESAS ENFOQUE PORTADA

Innovación abierta, un nuevo paradigma que crece en I+D

Por Víctor Sánchez, especializado en Gestión de Proyectos, integrante del equipo de I+D de Dos Florines

Una frase de autor anónimo reza que “cuando soplan vientos de cambio mientras unos construyen muros, otros construyen molinos”. No podemos gestionar la velocidad con la que surgen nuevos conocimientos, pero sí podemos aprovecharlos.

Somos parte de una realidad en la que los vientos de cambios tecnológicos, socioeconómicos, culturales, ambientales… cada día son más veloces. Y además, tenemos la posibilidad de formarnos con nuevas herramientas para montarnos en la creciente ola de la innovación.

Si nos centramos en los emprendedores, a partir de identificar necesidades, encuentran soluciones con actitudes innovadoras. Y en donde la idea de sostenibilidad cada día está más presente -idea que nos permite pensar en crear hoy nuevos productos y servicios que no comprometan el futuro-, vemos cómo la innovación abierta juega uno de los roles más importantes.

¿De qué se trata?

En el año 2003 Henry Chesbrough acuñó el término Innovación abierta, en su libro Open Innovation, en el que describe un cambio de paradigma desde el modelo tradicional de innovación cerrada. El mismo se basa en realizar todos los procesos de I+D dentro de los límites de la empresa, con recursos propios. Para ello, entiende que toda la investigación, todo conocimiento generado y todo desarrollo del nuevo producto y/o servicio consume grandes recursos humanos materiales y económicos propios de la empresa.

La innovación abierta, en cambio, es una estrategia en donde las empresas reconocen que no tienen todas las herramientas e innovaciones que necesitan, y en vez de consumir recursos generando lo necesario, se abren a buscar nuevos talentos, nuevos conocimientos e innovaciones por fuera de sus límites, “no reinventan la rueda”. Al respecto, entienden que por fuera hay emprendedores, empresas, competidores, universidades, entre otros, dedicadas a áreas específicas que pueden realizar dentro de su incumbencia, las tareas que necesitamos para nuestros proyectos, mejor que nosotros mismos y más rápido.

Entonces así nace la decisión de cooperar con estos otros actores, para complementar conocimientos propios con las habilidades, investigaciones y desarrollos de agentes externos. De ese modo, se agiliza la obtención de resultados, se permite reducir costos y aumentar la eficiencia en la creación y uso de conocimientos, interactuando con la totalidad del sistema productivo innovador y fortaleciéndose mutuamente.

Más allá de otras empresas y emprendedores, podemos encontrarnos con otros actores que pueden colaborar con nosotros. Es el caso delas incubadoras de empresas y aceleradoras, eventos como hackatón, Rally de Innovación, etcétera.

En definitiva, la innovación abierta es un conjunto de saberes que en sí mismos enmarca la forma de innovar. Podemos decir que la innovación abierta representa la suma de las mejores ideas. No implica descartar la innovación cerrada. Ambos pueden coexistir. Pero podemos combinar estas herramientas para lograr optimizar nuestros procesos.

Deja un comentario