Se viene “el primer round” de la disputa anual entre el Gobierno y el campo por las actualizaciones de los avalúos fiscales. Danilo Lima
Como en cada inicio de año, los productores agropecuarios entrerrianos comienzan a pensar en la nueva emisión de las boletas del Impuesto Inmobiliario Rural, un tema que siempre genera fuertes debates entre el Gobierno provincial y el campo.
Durante la primera reunión del año de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), el último viernes en Villaguay (foto), el tema fue analizado por los dirigentes ruralistas, quienes decidieron solicitar una audiencia al ministro de Economía, Hugo Ballay, para tratar el tema.
El propósito es “generar un ámbito de trabajo y consenso para el valor del impuesto que abonarán este año los productores rurales entrerrianos”, señaló Raúl Boc-hó, el presidente de Farer, quien, además, sostuvo que “se avanzará en conjunto” con el resto de las nucleadas en la Mesa de Enlace de Entre Ríos.
Este año, después de un 2018 en donde la inflación superó todos los pronósticos y se ubicó en el orden del 48% –la más alta desde 1991–, la discusión acaso sea más ríspida que en otras ocasiones. El Gobierno seguramente querrá una actualización que, de base, cubra lo perdido por la inflación, mientras los productores buscarán que el incremento no exceda valores razonables.
Desde que ocupa el principal sillón de la Casa de Gobierno, Gustavo Bordet, en este tema puntual, siempre ha dicho que los aumentos no superarán los niveles del costo de vida, mientras las entidades de la Mesa de Enlace han insistido en la necesidad de que se respete la legislación vigente basada en las 37 zonas agroecológicas en que se divide la provincia.
