ENFOQUE PORTADA

Encrucijada: FMI, dólar e inflación

Por Andrés Gamarci – CPN – Titular de Cedma (Centro de Estudios de Desarrollo Macroeconómico)

“El ser humano es la única especie, que tropieza dos veces con la misma piedra”. En el caso de los Argentinos, y de las variables que lleva el título, dicha máxima contiene un hipérbole. En el transcurso de este año, y en el caso que, no se llegue a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, debemos afrontar el pago de U$s 19.000 millones solo con el FMI.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA), posee en sus activos al día de la fecha, U$s 38.945 millones, de los cuales U$s 1.345 millones son reservas líquidas, contante y sonante.

Si observamos el superávit comercial del año 2021, nos arroja un resultado de U$s14.750 millones, record de los últimos 10 años. Es decir que, en un supuesto conjetural, si utilizaríamos todo el superávit de la Balanza Comercial (BC) exclusivamente para pagar al FMI, se necesita, un año y tres meses.

Va de suyo, a simple cuenta, que abonar la cuota del FMI 2022, recién se podría realizar en marzo del 2023. Lo cual, resulta imposible matemáticamente cumplir con el FMI bajo estas condiciones.

Divisas.

Asimismo, es necesario resaltar que,  los ingresos de divisas por resultado positivo de la Balanza Comercial, cumplen con otras funciones en las cuentas nacionales, a modo de ejemplo, la venta de dólares para atesorar, o los pagos con acreedores privados externos.

En rigor, la complejidad es mayor.

Por encima de ello, la encerrona se agrava, existe un círculo vicioso en nuestra economía. La incertidumbre de un posible acuerdo con el FMI, las tensiones de ambas fuerzas en pugna, conlleva a una mayor presión de depreciación del tipo de cambio oficial e informal, y por consiguiente tiene impacto directo en los índices de precios (Inflación).

Las consecuencias de estos sucesos económicos, acarrea un recrudecimiento de las causas originarias. V.gr. pérdida de reservas del BCRA, avidez en el atesoramiento en dólares, dificultad en afrontar pagos externos, depreciación del tipo de cambio, aumento de precios.

Por si fuera poco, el escenario para el año próximo,  respecto de la deuda externa tanto con organismos internacionales y privados, es similar.

En el año 2023 vencen otros U$s19.000 millones con el FMI, bajo un contexto socio – económico semejante.