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¿Cuál será el impacto de las medidas del gobierno en la inflación de agosto?

El Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba emitió un informe sobre las recientes medidas.

Luego de los resultados adversos obtenidos por el oficialismo en las PASO, el mercado reaccionó con una fuerte depreciación del peso y una gran turbulencia financiera, como era previsto. En esta misma semana se dieron a conocer los datos de inflación del mes de julio, que habían consolidado un cuarto mes de descenso consecutivo alcanzando un 2,2% mensual frente a junio, un resultado mejor que el esperado por los especialistas.

La desinflación observada durante los últimos 4 meses, donde ya se comenzaba a percibir la desaparición de los efectos de la corrida cambiaria de agosto de 2018, preveía bajo nuestras estimaciones una inflación para el mes de 2% o inferior. Lamentablemente, esta disminución de las tasas inflacionarias se verá interrumpida y revertida dado que la escalada en la cotización del dólar tendrá un impacto negativo sobre la performance de los precios.

Suponiendo que el pass through (traspaso de la depreciación a los precios) sea equivalente al del ajuste del tipo de cambio ocurrido en agosto de 2018 y que el mes termine con una cotización de 60 pesos por dólar (percibido como un tipo de cambio de “equilibrio” por figuras de la oposición), estimamos un piso para la inflación de agosto de 4,7%. Esta cifra podría ser incluso superior para septiembre, debido a que buena parte de agosto (11 días) contó con una inflación en descenso y a que el efecto arrastre llevaría a que la suba de precios comparada con el mes en curso sea de magnitudes elevadas.

Inestabilidad.

Profundizando el ejercicio, si la dinámica cambiaria es un poco más favorable y concluye el mes en los niveles vigentes de cotización, el piso para la inflación de agosto retrocedería a 4,2% (0,5 p.p. menos). Estos resultados demuestran que la evolución cambiaria de la segunda quincena de agosto será determinante, y recuperar la estabilidad por parte del precio de la divisa, como se observó en los últimos dos días de la semana posterior a las PASO, podría aminorar de forma importante el impacto en los precios y su futura evolución a lo largo del año.

Sin embargo, cabe destacar que el gobierno ha anunciado medidas tendientes a disminuir el impacto de la inestabilidad cambiaria en los consumidores a través de un menor traspaso a precios de la depreciación. Tres medidas resultan claves en esta dirección: el “congelamiento” de las tarifas de los servicios públicos como gas o electricidad, el “congelamiento” del precio de los combustibles y la eliminación del IVA para buena parte de los alimentos de la canasta básica. Estas decisiones políticas alcanzan a casi un tercio de los productos que conforman la canasta de consumo medida por el IPC, por lo que sin dudas tendrán un efecto que aminorará, pero no eliminará el efecto de la depreciación en los precios.

Las medidas mencionadas previamente podrían llevar a una caída máxima de casi 2 puntos porcentuales en la inflación (1,9 p.p.), reduciendo de forma importante el impacto que tendría la depreciación de acuerdo a los escenarios presentados con anterioridad, determinando un piso de 2,8% mensual para la inflación de agosto si el tipo de cambio concluye el mes en 60 pesos y de 2,5% si la cotización del dólar se mantiene estable.

La medida anunciada con mayor impacto potencial sería la eliminación del IVA para los alimentos seleccionados de la canasta básica, que podría disminuir en 1,1 p.p. la inflación proyectada en los escenarios previstos posteriores a las PASO, dejando a los precios de la canasta alimenticia casi al mismo nivel con el que contaban en el mes de julio. En segundo lugar, se ubica el congelamiento de los combustibles, que en el mejor de los casos disminuiría en 0,7 p.p. la inflación del mes, mientras que por último se encuentra el congelamiento de tarifas, que tan solo acumularía un impacto de 0,1 p.p. en reducir la inflación de agosto.

Estructura.

Si bien las medidas anunciadas no resultan sostenibles en el largo plazo y no apuntan a solucionar los problemas estructurales de la inflación, en la coyuntura se dirigen en la dirección correcta para evitar el impacto pleno de la depreciación sobre los consumidores. Si se estabiliza el mercado cambiario y no existen nuevos sobresaltos derivados de la incertidumbre política reinante, buena parte de los efectos negativos sobre los precios derivados de la suba del tipo de cambio se verían disminuidos. Sin embargo, no debe perderse de vista que septiembre prevé una inflación superior a la de agosto, particularmente si el tipo de cambio no se estabiliza en los precios de referencia que parece haber alcanzado durante los últimos dos días de la semana.

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