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“Hay que educar a los bancos en bonos verdes y finanzas sustentables”

Pablo Cortínez es focal point de finanzas sustentable de la Fundación Vida Silvestre WWF. Un hombre con más de 15 años en el mercado financiero y de capitales desarrollados que viene trabajando para imponer en la agenda el concepto que fue uno de los ejes de la Cumbre realizada en Córdoba, días atrás, y quecontó con la presencia del ex presidente de EE.UU., Barack Obama, y que se propone capacitar a 300 líderes en este concepto económico que, aun incipiente, parece ganar terreno en los medios y la consideración del mundo financiero. Un diálogo abierto para conocer de cerca de qué se trata. Gustavo Sánchez Romero / sanchezromero@arnet.com.ar

La Funda- ción Vida Silvestre fue una de las institu-ciones más impor-tantes que trabajó para el éxito de la Cumbre Verde que se llevó a cabo en La Docta, los días 4 y 5 de octubre pasado. Hasta allí, entre muchos otros referentes, llegó el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama y tuvo una repercusión más que importante.  Pablo Cortínez es uno de los técnicos más sólidos de la reconocida entidad ambiental y es un referente en el tema de finanzas sustentables, esquemas de certificación de sustentabilidad, diseño de productos financieros estructurados, entre otros, con más de 15 años en el mercado financiero. Conversó con DOS FLORINES y en el diálogo aseguró que la cumbre cordobesa dejó un saldo más que satisfactorio ya que esperaban unas 80 personas y tuvieron más que 200 superando las condiciones previas del lugar. “Tuvo un buen número de asistentes y fueron figuras muy importantes, entre ellos el presidente del Banco Nación y una de las cosas interesantes que dijo es que el Banco Nación tendía a ser un banco ético, dentro de la ética aparece la cuestión medio ambiental. Con lo cual dijo que los bancos están en condiciones de ceder parte de su rentabilidad con tal de promover ciertas acciones que favorezcan el medio ambiente”, expresó el ejecutivo de la entidad. Con gran desconocimiento del tema de parte de la sociedad –periodistas incluidos- Cortínez describe cómo funciona un sistema que incluye a los bancos nacionales, describe los proyectos en el país que pueden tener financiamiento y precisa las condiciones de un mercado complejo, pero que se aproxima a los proyectos sustentables. Argentina aún está lejos, pero camina despacio.

 

-¿Lo que aparece en el horizonte a la luz general muestra hoy sólo la financiación para energías renovables?

-Sí, lo que pasa es saber y confirmar que toda esta financiación sea como se dice, y esto es lo que más se conoce. Entonces todo eso está bien, y de hecho los dos bonos verdes que se han emitido en la Argentina –que son de dos provincias, La Rioja primero y Jujuy después- van para energías renovables. Pero también es importante que todo lo que sea financiamiento climático en función de la matriz productiva de la Argentina se pueda orientar también hacia la agricultura, bosques, biomasa, ganadería donde se pueden hacer muchas cosas y donde Vida Silvestre está trabajando hace mucho tiempo en lo que se llama ganadería en el pastizal que es una manera donde los productores ganaderos contaminen menos y a su vez sean más productivos.

 

-Hay buenas experiencias en la integración de arroz con cría de pacú, o ganadería con apicultura y otras…

-Hay una cantidad de experiencias de ese tipo donde nosotros queremos impulsar, más allá de la cuestión del ambiente, porque muchas veces genera orden en la producción y termina generando mayor productividad. Entonces cuando hablamos de finanzas sustentables, que de alguna manera es el tema que manejo, no lo vemos desde el punto de vista de la filantropía sino que anclamos en el punto de vista de una manera en que los productores, los retailers, etc, etc, puedan financiar con créditos blandos el proceso de cambio hacia producciones más verdes, pero también en un negocio para los bancos. Que sea estratégico. Si uno mira a mediano plazo mucha de la financiación que está viniendo de bancos multilaterales del banco de desarrollo holandés, por ejemplo, pero también muchos otros, está siendo canalizado exclusivamente por aquellos bancos que digan que tendrán en cuenta criterios ambientales y sociales a la hora de otorgar los préstamos. Representa una fuente de fondeo importante de largo plazo y tasa baja para aquellos que quieran tener lo que se llama líneas verdes. Eso por el lado de lo que sería la originación de créditos. Pero el sector financiero tiene la otra parte también y es aquella vinculada a la inversión.

 

-¿Pública o privada?

-Puede ser pública como privada. Pero ahí es, básicamente, la inversión de los inversores institucionales –fondos de inversión, de pensión, compañías de seguros, bancos- en muchos lugares del mundo están eligiendo qué tipo de inversiones hacen, y que sean aquellas que no perjudican al ambiente y en aquellas que favorecen al ambiente. Por ejemplo los bonos verdes.

 

BONOS.

-¿Cuándo hablamos de los bonos verdes hablamos de algo parecido a los viejos bonos de carbono o es otro concepto?

-Es otro concepto. El bono de carbono murió con el Protocolo de Kyoto que fracasó. El bono verde es un instrumento de deuda que puede emitir un banco, puede emitirlo una provincia, lo puede emitir un país o una empresa cuyo destino es actividades que tengan que ver con el ambiente. Muchos de energía renovables, mucho de transportes, hay una cantidad que tiene que ver con eficiencia energética y muchos más.

 

-Entonces ya hay dos provincias que emitieron deudas con instrumentos financieros para infraestructura amigable con el ambiente…

-Sí, y la pregunta que yo siempre me hago es cuánto de verde es un crédito que llegó a una provincia como bono verde. Para eso existen maneras de verificar que aquellos que acceden a financiamiento asegurando que van a invertir en bonos verdes, efectivamente lo destinen con este sentido.

 

-¿Hay auditorías y certificaciones verdes?

-Hay verificaciones, auditoras en general, y hay algunas que se podrían llamar calificadoras de riesgos ambientales que intervienen verificando los proyectos que se van a financiar, y si esos proyectos son realmente verdes o no, y dónde se destinan esos fondos.

 

-¿Esas calificadoras son ad hoc o Moody’s o Standar & Poor’s están creando sus departamentos verdes?

-Las grandes calificadoras de riesgo tradicionales como las que menciona ya tienen su propia criteria (sic) para establecer qué es un bono verde, cosa que hace tres años no tenían. Pero además de eso hay otras que no son estrictamente calificadoras sino que funcionan como evaluadoras que lo que hacen es verificar si el proceso de selección que hizo está de acuerdo con el concepto de verde o no lo es tanto.

 

BANCOS.

-¿Hay bancos nacionales que ya se han subido a la ola o aún no?

-No, en términos de bonos verde, en el país todavía no. Si lo hay en Colombia donde hay bancos que ya están en el tema. Hay bancos de México, de Brasil que tienen el concepto en funcionamiento como el Bndes, que es el Banco de Desarrollo brasilero y emitió este año un bono verde por mil millones de dólares. Uno de los temas importantes y que se preguntan generalmente es quién demanda estos bonos. La respuesta es que este bono del Bndes tuvo una sobre suscripción de cuatro veces, es decir que logró ofertas por 5 mil millones de dólares.

 

-¿Trabajan con tasas diferenciales o son las de mercado?

-En realidad y esto es importante aclararlo porque en general las tasas son las tasas de cualquier bono porque no es que tengan una mejor garantía. El destino es distinto como lo mencionábamos recién, pero el riesgo, desde el punto de vista del inversor, es el mismo. Que un banco emita para originar hipotecas a que emita para originar instrumentos verdes digamos que exactamente lo mismo, pero el que lo tiene que sostener es el banco. Pero lo que sí se da este interés del lado de los inversores que hace que existan sobresuscripciones. Entonces, desde el punto del vista del emisor –el banco- no está buscando un diferencial en términos de pricing, sino que está buscando diversificar los inversores de sus bonos porque acá es dónde entran los fondos de pensión de afuera –impact inverstor- y otros jugadores que tienen de alguna manera el compromiso de invertir en este tipo de instrumentos.

 

PROYECTOS.

-¿Conoce proyectos interesantes en el país que esperan este financiamiento?

-La verdad que proyectos en la Argentina hay muchísimos, como mucho también es el desconocimiento respecto de lo que son los bonos verdes y también de lo que es el Fondo Verde para el Clima, que es un instrumento a nivel internacional que financia a tasas muy bajas. El otro tema también es que muchas veces están los proyectos, pero no están diseñados adecuadamente o no tienen la información necesaria que se requiere para que sean elegibles. Pero hay proyectos del lado de la ganadería, la agricultura y tantos otros sectores como pesca y demás.

 

-De alguna manera les caben las de la ley del mercado…

-Y si… porque hay mucha gente que se obnubila con los números y le dicen hay 10 mil millones de dólares para proyectos vinculados al clima y algunos piensan que a esos fondos se lo van a dar a cualquiera. Hay que pensar que están todos los países en desarrollo tratando de conseguir que financien proyectos de sus países, con lo cual hay un nivel de competencia importante. Esto implica que cuánto mejor sean los proyectos más podrán ser elegidos.

 

-¿El crecimiento de las fintech (financiamiento y tecnología) podría mejorar este proceso?

-No me parece. Las fintech están creciendo bastante pero creo que por el momento con están directamente relacionado con lo verde. Pensemos que es una industria que está naciendo y que tiene un gran potencial, pero por el momento no vemos una vinculación directa.

 

EMPRESARIOS.

-¿Qué falta para imponer el tema en la agenda empresaria argentina?

-Yo diría que es un tema que va creciendo. La agenda del G20 –que presidirá argentina a partir del año que viene- le dará un impulso distinto y lo va a terminar imponiendo porque aparece dentro de lo que en el G20 se llama Green Financial Study Group, que es un grupo de trabajo que se creó durante la presidencia china y con Argentina estimamos que seguirá presente pero que tendrá que decir algo en su carácter de presidente. Yo diría que hay decenas de proyectos a nivel internacional que tiene que ver con cómo se financian todo lo que es los objetivos de desarrollo sostenible. Estamos hablando de millones y millones de dólares que los distintos países, fundamentalmente los países en desarrollo, van a tener que utilizar para poder cumplir con las contribuciones, en el marco del Acuerdo de París, y que van de la mano de alguna manera con los objetivos de desarrollo sostenible, que son estos 17 objetivos dentro de los cuales se ven siete e están muy relacionados con el tema ambiental, y por eso yo digo que van de la mano.

 

-¿Desde Vida Silvestre, están trabajando en sinergia para imponer el tema?

Sí, y es importante. Hemos firmado un convenio con Abbapra, que es la asociación de bancos públicos argentinos, dentro del cual están los bancos provinciales y el Nación, y de alguna manera les vamos a brindar nuestro conocimiento en certificaciones de sustentabilidad, qué son las finanzas sustentables, especialmente en la región Chaqueña en su conjunto. Estamos trabajando en un programa que tiene que ver con la soja sustentable y con la carne vacuna sustentable, pero no solamente con el último eslabón de la cadena sino con todos los eslabones del encadenamiento. Para eso vamos a capacitar a los bancos a través de distintos workshops que estamos armando para que los bancos estén conscientes de todo lo que pueden hacer ellos facilitando la financiación de todos estos proyectos y sectores y que sean bajos en término de carbono. Hay un trabajo que estamos haciendo con distintas instituciones, incluso a nivel internacional y especialmente con WWF, de quien somos asociados en la Argentina. Porque este proyecto no sólo abarca a Argentina sino también a algunas regiones de Brasil y parte del Chaco Paraguayo.

 

 

 

Sustentabilidad o filantropía

Cuando se le consulta a Pablo Cortínez sobre el necesario objetivo de la sustentabilidad económica financiera del concepto asegura que es precisamente el punto donde la intervención deja de ser filantropía para posicionarse como una plataforma de desarrollo de los actores. “Nosotros creemos que si no es sustentable desde lo económico financiero termina siendo filantropía y creemos que por el tema pasa por el lado de la productividad y que es en función de los que están demandado países de afuera que piden sustentabilidad o conocer la trazabilidad del producto sino no lo compran. Eso es un poco lo que abre el mercado o te deja adentro de ciertos mercados exigentes respecto de la competitividad. Pero también hay cuestiones sociales, y quieren asegurarse que no hay trabajo infantil, que sea trabajo en blanco y es esto lo que empieza a abrir puertas en el mercado internacional. Sobre todo Europa o Estados Unidos”, asegura el ejecutivo.

 

 

Obama se tomó un verde

La cumbre de economía verde 2017 fue organizada por el Gobierno de Córdoba y la Fundación Liderazgo. El objetivo fue la formación de 300 líderes de opinión en economía verde y el desarrollo sustentable. Además de Barack Obama, ex presidente de EE.UU. que obtuvo el premio Nobel de la Paz en el año 2009, disertaron Eric Maskin, economista y ganador del Premio Nobel de Economía en 2007 por haber sentado las bases de la teoría de diseño de mecanismos, una rama de la teoría de juegos y Edmund Phelps, economista y también Nobel de Economía en 2006 por sus análisis sobre compensaciones internacionales en la política macroeconómica. También llegaron Luis Porto, asesor principal de Estrategia y Desarrollo Organizacional (CSO) de la Organización de Estados Americanos (OEA); David Levine, presidente del Consejo de Negocios Sustentables de los EE.UU.- American Sustainable Business Council (ASBC); Kristtian Rada, líder del Programa de Ciudades y Gobierno para América Latina y el Caribe de la Corporación Financiera Internacional (IFC); Robert A. Katz, Presidente del Consejo de Administración y Consejero Delegado de Vail Resorts; y Ndaba Mandela, nieto del presidente sudafricano Nelson Mandela, a cargo de la Fundación África Rising que busca empoderar una nueva generación de jóvenes africanos para que se posicionen a la vanguardia del desarrollo de África. Los oradores brindaron una perspectiva global acerca de la transformación del modelo productivo hacia una economía verde. La Cumbre incluyó sesiones plenarias, conferencias, conversaciones y espacios de relacionamiento en temáticas estratégicas para el desarrollo de la economía verde, tales como la economía de triple impacto, el desarrollo sustentable y la transformación del modelo productivo. La convocatoria apuntó a “personas que gocen de credibilidad en sus comunidades. Personas que sean influyentes en sus propios ámbitos. Y que sean buenos comunicadores, porque cada uno de ellos tendrá la labor y la responsabilidad de, una vez hayan recibido la formación, de llevar a cabo un mínimo de 10 conferencias en sus comunidades o esferas de influencia pública”, destacaron los organizadores.

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