La cosecha demandará un total de 450 millones de litros de diesel. Mejoraría los plazos de pago a los expendedores
La devaluación y el aumento de los precios de los combustibles durante el año pasado generaron una crisis profunda en la relación de los expendedores de zonas agrarias con sus cuentas corrientes, porque los clientes, no solamente se atrasaban en los pagos, sino que habían sido castigados por las inundaciones y las sequías.
“Este año esperamos una excelente cosecha y si bien el precio en dólares del maíz y la soja en un 10 por ciento más bajo que la temporada pasada, igualmente es aceptable, a lo que se le suma el gran volumen de producción que demandará mucho gasoil”, dijo a Surtidores el titular de la SRA de Rosario, Tomás Layus.
El dirigente del campo, agregó que la historia de relación personal entre los dueños de las Estaciones de Servicio en la región con los pequeños y medianos productores, es de mucha confianza y por ende, “los problemas con las ventas a plazo se dialogan”, dijo.
Reconoció sin embargo, que el expendedor necesita el efectivo casi inmediatamente para reponer el producto por lo que se promedia una espera de no más de siete días en la coyuntura actual.
A pesar de todo, se mostró optimista porque a su entender “con una buena temporada que tendremos en marzo, mejorará la rentabilidad de los operadores de combustibles y redundará en mejores condiciones para las operaciones conjuntas entre ambas partes”.
En relación con ello, la Bolsa de Cereales de Córdoba ratificó la estimación de una cosecha récord para la campaña 2018-2019 en unos 37 millones de toneladas, que dejará ingresos totales por 9.770 millones de dólares y demandará un total de 450 millones de litros de diesel.
Vale recordar que días atrás, expendedores rurales se mostraron escépticos sobre el aumento de las ventas relacionado al inicio de la cosecha gruesa, porque consideraban que la mayor parte del volumen lo acaparaba la venta directa.
