EMPRESAS

Tras tomar deuda para completar el pago de sueldos, Selplast reabre con ventas online

La empresa de Paraná busca recuperarse luego de 20 días sin ingresos. Alcides Balla advierte por la falta de financiamiento. Nahuel Amore

A partir de este lunes, el Gobierno nacional habilitó nuevas actividades exceptuadas a la cuarentena, entre las que incluyó a las librerías, pero sólo bajo la modalidad de venta online. Sin embargo, el tiempo que duró la paralización total afectó severamente a estos comercios, que arrastran consigo el peso de una recesión aún más profunda. Incluso, saben, el regreso no será al ciento por ciento y las dificultades para sostener el negocio perdurarán por varios meses más.

En ese rubro está Selplast, una empresa paranaense con más de 45 años de historia y cuatro décadas dedicadas de lleno a la comercialización de artículos de librería. Alcides Balla, su titular, dialogó con DOS FLORINES y reconoció que atravesó 20 días difíciles sin ventas, que lo obligaron a echar mano a sus ahorros y hasta tomar una parte de deuda para completar la nómina salarial de marzo. Si bien ahora podrá comenzar a remontar la caída, advierte que la falta de ingresos no se compensará rápidamente.

“Nosotros somos una pyme con alrededor de 40 empleados. Desde el punto de vista económico, nos impactó terriblemente. Pudimos pagar los sueldos de marzo con recursos propios y un crédito de los que se implementaron para asistencia salarial, que en la proporción no fue significativo”, admitió el empresario, que abastece un mercado particular de oficinas y sus derivados, incluidos industriales, tanto en Paraná como el resto de Entre Ríos y parte de Santa Fe.

En este sentido, si bien pueden retomar poco a poco el trabajo a través de envíos a domicilio, aseguró que el gran desafío es pensar cómo ser operativos en el tiempo, incluso en el corto plazo. “Realmente a nosotros nos va a faltar la facturación de 20 días hábiles. Desde el punto de vista de caja, es muy preocupante. No sabemos cómo vamos a hacer para asumir los compromisos de abril. Y esto le está pasando a todas las pymes”, alertó.

Venta online

Para Balla, Selplast es un comercio cuyo concepto podría interpretarse como un “híbrido”, que provee a pequeños y grandes consumidores, con volúmenes de operaciones que se asimilan a un mayorista. Por ello, reconoció que en el último año decidió invertir en el desarrollo tecnológico para mejorar las ventas online y adaptarse a los mercados. Esto, según indicó, le da sustento justamente para enfrentar esta nueva etapa sin improvisaciones.

“Nos toma con todas las herramientas listas y hoy son incesantes los pedidos. Pero la venta online es una parte de nuestra facturación como empresa”, diferenció, y aclaró que otras unidades de negocio se ven todavía afectadas, lo cual reciente el número final.

Respecto del proceso de modernización, señaló que desde hace 10 años comenzaron a trabajar con ventas por catálogos, que se concretaban a través de llamados telefónicos y envíos los domicilios de los clientes. En ese camino, el año pasado fueron por más e iniciaron una mutación total, para actualizar la tecnología y crear una tienda online –recientemente adaptada y finalizada– que hoy aprovecharán al máximo para facturar en tiempos de sequía.

Costos

“Dentro de un problema tan grave como una pandemia, donde resulta evidente que es importante la vida, también las empresas y especialmente las pymes, tenemos que mantener las fuentes de trabajo”, reflexionó Balla, ante una disyuntiva que renació por estos días y dividió las aguas. Sobre este punto, puso el foco en la estructura de gastos que deben enfrentar para dar sustento al negocio y sus trabajadores.

Al respecto, planteó: “La prioridad para nosotros fue pagar sueldos. Y en estos momentos estamos evaluando a partir de hoy, con la empresa volviendo a funcionar, las prioridades. Estamos trabajando para ver si logramos el diferimiento impositivo en cuanto a los aportes provisionales, del cual hay un aplicativo de AFIP. Estamos viendo los impuestos nacionales, que no han sido postergados a la fecha”.

En la misma sintonía, señaló que se acumulan las tasas comerciales de la Municipalidad de Paraná, a quien también solicitan un corrimiento de los vencimientos. Además, se suman los servicios, sobre todo la energía eléctrica. “La estamos pagando con el segundo vencimiento, pero tampoco hay postergación de ese vencimiento”, acotó.

En este contexto, alertó que el problema es que se cortó la cadena de pagos. “Hay iliquidez y, por lo tanto, todos los cheques que hemos dado, ya sea para proveedores o servicios, están entrando y tenemos que cubrir en los bancos”, sostuvo.

Financiamiento

Consultado por las proyecciones en el tiempo, Balla analizó que “la perspectiva a corto plazo es tremendamente difícil, no solamente para Selplast, sino para todos aquellos que intempestivamente se les cortaron sus ingresos por un tiempo que va a ser prácticamente de un mes operacional”. “Ese ingreso está faltando. ¿Cómo se va a cubrir?”, se preguntó.

En esta línea, anticipó que cuando finalice la cuarentena “la operatividad y la demanda no van a ser las mismas; va a haber una caída de la demanda, por cual habrá que adaptarse. La recuperación va a ser paulatina y, a su vez, el mundo no va a volver a ser el mismo porque se van a cambiar un montón de hábitos de compra, el poder adquisitivo y otras situaciones de las necesidades. Las necesidades del hombre van a cambiar práctica y culturalmente”.

Al respecto, el empresario fue más allá y habló de las necesidades financieras. “Una vez que se empiece a pensar en la economía habiendo superado la instancia de prioridad de la vida, la única opción que hay para poner en marcha ese tren que se frenó de golpe, es que exista un financiamiento a largo plazo. Es evidente que en el mundo va a sobrar liquidez. Toda la liquidez de alguna manera va a tener que financiar la recuperación de la nueva economía, pero con plazos largos. A su vez, quienes administran esa liquidez, necesitan colocar esos fondos”, reflexionó, y dejó abierto el interrogante de qué pasará particularmente en la Argentina.

En este sentido, remató: “Para recuperar la falta de ingresos vamos a necesitar financiamiento por lo menos a cinco o 10 años, porque no tenemos una rentabilidad que nos permita el repago. Se va a ir trabajando en el día a día, pero, ¿cómo mantenemos la viabilidad de todo este sistema económico? Tienen que lograr recuperar ese capital que no vuelve a ingresar”.

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