EMPRESAS PORTADA

Tras reconvertirse, producen 2.500 tubos de oxígeno por mes en Entre Ríos

Inprocil certificó e incorporó cilindros de gases de aire a sus líneas productivas, que ya representan el 20% de su capacidad industrial. Nahuel Amore

La pandemia obligó a muchas empresas a tener que readaptarse rápidamente para poder subsistir. Si bien miles de pymes y trabajadores van quedando en el camino en el país, hay otros que supieron analizar a tiempo el mercado y encontrar las respuestas que la sociedad fue demandando para seguir adelante.

Este es el caso de Inprocil, Industria Productora de Cilindros radicada en Gualeguay que incorporó definitivamente a sus líneas productivas la fabricación de envases de gases de aire. Entre ellos se destacan los tubos para oxígeno medicinal, indispensables en esta “segunda ola” que golpea a Entre Ríos y el resto de la Argentina.

 “Desde que tomamos la decisión de convertirnos, el producto de gases de aire, industrial o medicinal, es parte de nuestra línea productiva”, confirmó a DOS FLORINES Gonzalo Benvenuto, quien destacó que también incorporaron otra línea de “tuberías sin costura para autoabastecer la fabricación de cilindros, lo cual sustituye importaciones”.

En este contexto tal apremiante para muchas pymes, Benvenuto se mostró “contento y orgulloso” de haber podido adecuar la empresa para poder encarar este 2021 “un poco mejor” que 2020. De todas maneras, no dejó de plantear los interrogantes que todavía se presentan para lo que se viene.

Demanda

Desde 2003, Inprocil se dedicó a fabricar equipos de GNC para automóviles y transportes pesados. Sin embargo, la pandemia los obligó a tomar una decisión: adaptarse y producir envases para oxígeno medicinal, que van ganando terreno en el mercado interno pero con mayor llegada a países del continente.

En medio del fuerte impacto de la “segunda ola”, la demanda aumentó considerablemente, al punto tal que el Gobierno nacional congeló por 90 días el precio del oxígeno y obligó a la cadena a garantizar el abastecimiento. Sin dudas, este escenario también repercute en Inprocil.

“La demanda existe. Esta notificación de falta de oxígeno ha llevado a que la gente en lo particular pueda tener un cilindro en su casa. Más allá de que las proveedoras de oxígeno puedan sostener la provisión, también despiertan la especulación, lo cual lleva a que aumente la demanda de cilindros”, analizó Benvenuto.

Consultado por el nivel de producción, aseguró: “Hoy estamos produciendo alrededor de 2.500 cilindros mensuales. La idea es que no participe este volumen de la producción de cilindros en la capacidad productiva, sino que sea una línea nueva. Hoy ocupa un 20% entre todas las líneas”.

Reconversión

Inprocil mantiene un plantel de 85 trabajadores –los mismos que en la prepandemia-, de los cuales el 17% está licenciado. Con la pandemia centraron sus esfuerzos en los cilindros de gases de aire, que producen de distinto tamaño y capacidad. La oferta contempla algunos portátiles con rueditas para el hogar y otros más grandes y tradicionales para hospitales o sanatorios.

“Cuando la empresa empezó a reconvertirse, llevó todo un proceso de certificaciones. En abril y mayo del año pasado empezamos a diseñarlo, sacamos prototipos, los certificamos y recién en enero de este año pudimos empezar a fabricar. Eso empezó y ya estamos entre un 15 o 20% de la capacidad productiva de cilindros para gases del aire”, describió.

Respecto de las ventas en el mercado interno, explicó que por ser un producto nuevo, tiene un tiempo de inserción. “Nos hemos puesto en contacto y distribuimos muestras para que nos conozcan. Eso va sostenidamente de modo positivo”, indicó, aunque acotó que sin financiamiento es complejo. “No es tan sencillo comprar, por más que se quiera”, sostuvo.

Por otro lado, respecto de las exportaciones, contó que ya tenían contactos con algunos países de Sudamérica. “Dentro de ellos, Brasil, Perú y Bolivia son países que la pasan mal y demandan cilindros. El 80% de lo que se fabrica se exporta”, contó a DOS FLORINES.

Incertidumbres

De cara a cómo afrontarán los próximos meses, Benvenuto lo ve “complicado, teniendo en cuenta que sólo tenemos el 40% de la producción” normal. “No se ha restituido la demanda completa de un año normal, además de que afecta la presión impositiva, los aumentos de costos y el tema del personal con licencia todavía sin vacunas”, advirtió.

En este sentido, el empresario entrerriano cuestionó: “No está para nada claro la incertidumbre general ante las restricciones. Ahora se están poniendo de acuerdo en que tales temas no se pueden tocar porque ya no hay cintura. En la economía estamos al límite, más allá de la responsabilidad social e individual. Pero si te siguen asfixiando y no tenés posibilidad de subsistir, las empresas se mueren”.

Del mismo modo, el industrial hizo foco en los efectos sociales de la pandemia. “Hay que prestar mucha atención a la desocupación, a qué futuro hay para tender a eliminar la informalidad. Se está empeorando la situación y con un plan no se soluciona. Además, con todas estas idas y vueltas, la gente no está tranquila, no está confiada”, opinó.

Finalmente, desde esta perspectiva de análisis, el empresario entrerriano alertó que “el problema en Argentina es que si no apoyamos a las pymes, a los créditos productivos y a la mano de obra, de esta no salimos”.

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