Se trata de un hito científico para entender la biología del insecto vector que afecta al cereal. Esto posibilitará diseñar estrategias más eficientes para su control.
Especialistas del INTA trabajarán para analizar el vector de los patógenos que producen el achaparramiento del cultivo en distintas provincias.
Los exportadores argentinos están en condiciones de concretar operaciones, habida cuenta que los importadores chinos pueden obtener los certificados de bioseguridad.
Si bien el 18% del área sembrada ya está totalmente afectado, este porcentaje se incrementaría debido a que el rinde alcanzado es muy bajo y se darían por perdidos.
En Entre Ríos se inició la siembra de maíz de segunda y/o tardío. El avance de las labores, hasta el momento, es del 29%, con buenas perspectivas.
Advierten que el arribo de mercadería a puerto más lento aún, marcando que mucho grano queda en los campos o acopios. Y la comercialización está muy retrasada.