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Sin encuentro provincial, las cooperativas festejan su día en un escenario complejo

Con talleres y jornadas de reflexión, el cooperativismo celebra su día pensando en sostener a sus asociados. Gustavo Sánchez Romero

 

Con talleres y jornadas de reflexión, el cooperativismo celebra su día pensando en sostener a sus asociados.

Gustavo Sánchez Romero | Dos Florines

Sólo algún trasnochado podrá asemejar el actual escenario de 2018 con aquellos aciagos meses de 2002 donde se produjo una disrupción económica financiera en el país y estallaron por los aires contratos, condiciones, expectativas y seguridades. Sin embargo, los dirigentes cooperativos de la provincia en particular, y seguramente a nivel nacional, se miran en silencio buscando referencias para delimitar tiempo y lugar.

Por el campo pasó una temporada de inédita seca que devastó en un 70% la cosecha gruesa, a lo que debe sumarse –y en gran parte, seguramente a consecuencia de ello- una tormenta perfecta dominaba por la inestabilidad financiera, el ajuste fiscal, la escalada inflacionaria, la caída de los principales indicadores de producción y consumo.

Pero el apriete divino no llega a la asfixia. De este combo siniestro emerge una resultante reparadora: la paridad cambiaria favorece notablemente al sector exportador. Este dato sería balsámico si no fuera porque en el país no existe el físico y la Argentina debió importar soja para poder cumplir sus contratos. Esto sin perjuicio que en el mundo el valor de las commodities chapotea en el piso, a niveles de los peores de la última década.

No es el escenario de 2002, pero en algo se parece.

Habrá que recordar que los productores cosecharon en diciembre de 2001 con un dólar abrazado a un peso, y en marzo, cuando se preparaba la cosecha ya estaba 3.50 pesos.

Habrá que recordar también que la pesificación no fue una solución, y las multinacionales reclamaron a los productores adecuarse a las nuevas condiciones macroeconómicas, y exigieron actualizar los valores, más allá de 1,80 pesos del engaña pichanga convenido para aquietar aguas.

Esta ruptura con las multinacionales, que se encargó de negociar face to face con cada productor para que pague sus productos comprados en 2017 a valores de 2018, significó la ausencia de insumos para afrontar la siembra gruesa de ese año.

Como el Séptimo de Caballería aparecieron allí las cooperativas para proveer a sus asociados, ofrecer créditos, sostener los quebrantos y asumir riesgos que los miembros no podían tomar.

Algo similar está sucediendo hoy en el campo. Las cooperativas aseguran que toman créditos para afrontar el momento.

“No podemos decir que estamos como en aquel momento, la situación es distinta, pero el nivel de complejidad es alto. Las entidades cooperativas nos hemos endeudado para poder afrontar el momento de los socios porque la sequía ha devastado las finanzas y el productor quedó en situación de quebranto. Todo habla de una cosecha récord para el trigo y que el clima será muy complaciente el próximo verano para tener mucha y buena soja. Esperamos recuperarnos para entonces, mientras tanto debemos apechugar, y las entidades apostamos al cooperativismo para superar el momento”, aseguró a Dos Florines Daniel Kindebaluc, de la cooperativa San Martín y titular de Fedeco (Federación Entrerriana de Cooperativas).

Impacto.

Según datos que se manejan oficialmente, en nuestro país existen 34.218 cooperativas que abordan todos los campos de la actividad económica y brindan servicios esenciales para el desarrollo integral de las personas. En este contexto, las cooperativas de Servicios Públicos proveen de energía 2.405.780 usuarios; lo que implica un 70 % del territorio nacional y por tanto unas 7 millones de personas reciben energía provista por una cooperativa. Asimismo, más del 80 % del tendido eléctrico rural es cooperativo. En Argentina, una de cada dos personas recibe un servicio o producto provisto por una cooperativa. En cuanto al comercio, el movimiento participa de más del 15 % del sistema farmacéutico.

En Entre Ríos, la Agrícola Regional de Crespo es la cooperativa que más factura y la que más aporta en concepto de impuesto a los Ingresos Brutos, gravamen que implica un 5 %, lo que -según expresan- muchas veces los saca de competencia. Con 108 años está ampliamente diversificada y brinda un portfolio de servicios que demandan más de 600 puestos de trabajo y su incidencia en la región es singular.

De allí que, ante el momento que atraviesa el sector y ante la consulta de DOS FLORINES, Noelia Zapata –su gerente- considera que el sector en general y su empresa en particular la está peleando para preservar las fuentes de trabajo. “Lo que más nos afecta es la sequía. La sequía implica para la Agrícola que hay 130 mil toneladas de soja que no van a ingresar y unas 15 mil toneladas de maíz que no van a ingresar. Cuando uno valoriza son 1.100 millones de pesos que no circularán en esta zona de la provincia se toma dimensión del problema. Entonces pensemos que somos el 12 % de la provincia, pensemos cuánto le faltará a Entre Ríos de circulante en este sentido y pensemos cuánto le falta al país. Cuando entendamos lo que implica una buena cosecha para un país vamos a empezar a darle valor al agro, vamos a empezar a darle valor a esa persona que decide correr el riesgo de poner una semilla con sus fertilizantes, todos los insumos y todo el costo que implica trabajar en la tierra y que a veces depende del mal clima. Deberíamos tener riego artificial para no sufrir estos temas. Pero bueno estamos en este momento, en esta provincia, en esta provincia, este país, y lo que me nace decir en este día es que celebremos y acompañemos a las verdaderas cooperativas que hay a lo largo y ancho del país”, aseguró la dirigente.

Complicados.

Desde el Estado, también así ve el momento Ricardo Etchemendy, el titular del Instituto de Promoción de Cooperativas y Mutuales de Entre Ríos (Ipcymer), quien entiende que al momento complejo nacional debe inscribirse en la globalización de la economía de mercado que –muchas veces y según él- compite en forma desleal con la economía social generando grandes perjuicios.

“La economía con rostro humano trabaja con otros valores defendiendo el trabajo, la cooperación y la equidad”, explica el funcionario quien subraya que para el sector el momento es especialmente complejo.

Ante la consulta sobre cuál es la estrategia para sostener el número, espíritu y trabajo cooperativo, “El Vasco” considera que hoy el tema pasa por la integración de los actores del sector. “Estamos trabajando para que no haya desaparición de cooperativas y mutuales, y consideramos que la herramienta fundamental es la integración. Es algo que en épocas de bonanza nos cuesta aplicar pero en momentos de crisis se vuelve fundamental porque permite conocer cuál es la oferta y la demanda del sector a nivel nacional porque tienen licencia nacional. Es importante generar negocios entre nosotros mismos, por eso las herramientas del Inaes, el Compre Local, el Compre Regional son herramientas que hay que potenciar. Para nosotros es vital”, consideró el funcionario que asegura que el Gobierno provincial está totalmente comprometido con el sector y apuesta a seguir fortaleciéndolo.

Estos son los momentos, de acuerdo a la experiencia, donde más nacen cooperativas de trabajo, y en las recesiones se ve la mejor cara del sector, y en la solidaridad se suele encontrar el atajo a la crisis a partir de herramientas comunes.

En Entre Ríos este sábado no hay un acto central. A nivel nacional, el Inaes –que depuró 4.400 cooperativas irregulares- eligió Sunchales, capital nacional del cooperativismo, para la celebración. De todas maneras, en cada una de las 870 cooperativas oficializadas en Entre Ríos hoy, aunque no haya mucho para celebrar, se levantará la copa en honor a los pioneros de Rochdale, y a un futuro al que nunca renuncian.

En la Cooperativa de Seguí (Foto) hay reuniones de reflexión, en Gualeguaychú talleres para buscar alternativas. En todas y cada una, el primer sábado de julio no pasa desapercibido.

Noelia Zapata lo explica de este modo: “Debería decir que las cooperativas son empresas diferentes que dependen mucho de los valores y la entereza de las personas que las componen y que son empresas que deben cuidarse. Cuidarse en el sentido de unos pocos sino en función de todos sus socios, debe haber equidad en los derechos de los socios, equidad en sus beneficios, muchas transparencia y creo que desde LAR en estos 108 años buscamos y trabajamos por eso. Las cooperativas verdaderamente constituidas que cuidan los intereses de sus asociados y su comunidad, que pagan lo que corresponde a sus asociados y que tributan todos los impuestos y prestan un servicio de calidad diferenciado. Por eso peleamos también en este día”.

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