Reconversión de la matriz energética en Entre Ríos: ¿Realidad o quimera?
14/03/2021

Casi no hay proyectos de generación de energías limpias desde el sector privado, que parece ajeno a esta tendencia en la provincia. Los pocos pasos que se han dado son impulsados desde la empresa de energía, donde consideran que la generación será pública y eficiente y “una cuestión de Estado”. Gustavo Sánchez Romero (Especial para Revista Análisis)
A la habitual y cultural tendencia de los argentinos de sustraerse en los problemas de la coyuntura desatendiendo los asuntos trascendentes y las perspectivas del mediano plazo, se le ha sumado un largo año de pandemia donde lo urgente ha subsumido de un plumazo lo estratégico.

En esta particular desidia que nos atraviesa debemos involucrar el debate acerca de la necesaria reconversión de la matriz energética entrerriana al calor de las tendencias mundiales que permita acompañar el crecimiento vegetativo de la población, la evolución de las ciudades y los proyectos de inversión de los sectores productivos más inquietos.
Claramente, el tema no forma parte de la agenda de los empresarios, que brilla por su ausencia. La pandemia del Covid ha puesto las prioridades en otros nortes.

De este modo, el tema de la reconversión de la matriz productiva en Entre Ríos, a una década vista, ha quedado circunscripto a las acciones que lleva adelante Enersa, la empresa provincial de la energía y que, por ahora, parece un florilegio de buenas intenciones que no van mucho más allá de mantenerse a tiro en el andén donde corre, aún lento, el tren de las energías limpias.
No existen datos actualizados en este contexto, pero un informe del IAE (Instituto Argentino de Energía) refleja que en marzo de 2019 la demanda total de energía eléctrica se redujo 10%, mientras que disminuyó 1,7% en términos anuales. La demanda anual disminuye para todas las categorías de consumo. La oferta neta local de energía eléctrica disminuyó 12%, mientras que en 2019 se redujo 2% respecto a igual periodo del año anterior. La generación nuclear y renovable muestran crecimiento positivo con una variación del 2% y 60,1% en 12 meses respectivamente. La generación Eólica se establece como la principal tecnología renovable, representando el 50% del total renovable generado. Esta tendencia se mantuvo en 2020 y todo indica que es irreversible.

Sin embargo, la pregunta es qué punto está la provincia de cara a un futuro que está llegando.

Expectativas.
–Si le pregunto acerca de sus expectativas acerca de cuándo en Entre Ríos veremos resultados palmarios acerca de la reconversión de la matriz energética; ¿Tiene una respuesta?- le preguntó Análisis a Jorge González, el titular de Enersa, la empresa provincial de energía de Entre Ríos.
El funcionario esboza una sonrisa que apenas le mueve la comisura de los labios. El gesto desnuda cierta complejidad en la respuesta, aunque no la esquiva, pero la pone en contexto.
“En Argentina, apenas cinco años atrás había un 2 % de generación energética renovable. Hoy debe estar en el orden del 17 % o 18 %, y quizá podrían estar más altos. Los cambios en la política cambiaria de la gestión nacional anterior desalentaron un poco los proyectos y los contratos se volvieron caros. Algunos se vendieron y otros esperan. La inestabilidad atenta contra una política de energía limpia estable y su proyección. Estamos avanzando mucho en el país y en la provincia tenemos muchos proyectos que llevaremos adelante con el Gobierno, especialmente con el Ministerio de Producción”, responde Jorge González.
El funcionario recibió a este cronista para hablar sobre el proceso de reconversión de la matriz energética de Entre Ríos, pero no puede evitar dejar definiciones de carácter política como que se recuesta sobre la necesidad de una empresa energética pública para abordar los desafíos del futuro porque cree que “la empresa privada deja una gran planificación y un proceso virtuoso de inversión, ordenamiento y jerarquización de la empresa, pero genera un fuerte efecto en el empleo con mucha gente en la calle” -en referencia con lo que pasó con CMS Energy en Entre Ríos en la década del ’90- y que confía en que una empresa pública de energía “puede ser eficiente, rentable y dar un servicio de calidad, como lo estamos demostrando con Enersa”, sentencia.
También se introduce en los aspectos operativos y no puede prescindir mencionar el “Plan Estratégico a 10 años que se viene aplicando en Entre Ríos” y que él considera la base donde se sustenta la matriz energética futura de la provincia ya que entiende que “política de Estado”.
Con estos conceptos, es necesaria una pregunta que parece de Perogrullo, pero que confirma una presunción inevitable: el futuro de la energía será básicamente estatal.
Es entonces que González sostiene su posición en las inversiones realizadas en el marco del plan de 10 años, especialmente en nuevas estaciones de energía convencional -como la de Villa Elisa de 132KW- en distintos puntos de la provincia que buscan brindar mayor potencia a los municipios, pero especialmente a los encadenados productivos como la avicultura que genera una mayor demanda al contar con 49,7 % de la faena nacional de aves y donde las principales empresas tienen interesantes proyectos de expansión.
“Son inversiones que salen de la misma recaudación, y los aportes son mínimos, por lo que del propio flujo que se reinvierte la empresa se logra la provisión al parque industrial de Crespo, a los proyectos de Grupo Motta en Racedo y Conscripto Bernardi, la nueva Estación de Uruguay, la línea Federal-Conquistadores achicando el cierre norte o bien la nueva línea de Viale”, describe. Pero siempre seguimos hablando de energía convencional.
Competitividad.
Muchos empresarios demuestran su interés por generar proyectos de energía limpia para sus compañías y algunos ya avanzan con pequeños desarrollos. Sin embargo, lejos están de convertirse en puntos de referencias o tendencia hacia una matriz distintiva.
De allí que González enfatiza en el rol de Estado para la nueva realidad, si es que alguna vez llega.
¿Alcanza sólo el Estado para generar una matriz energética distinta?; ¿Está en condiciones la provincia de anticiparse y anunciar con certeza tiempos e impactos de esta reconversión?; ¿Por qué no existe financiamiento accesible para proyectos privados?; ¿Por qué la ley de energías renovables sigue en estado de latencia?; ¿Cuándo el Estado nacional bajará una línea coherente para definir un impulso para los ciudadanos y las empresas?
Claramente son preguntas que no esperamos que González responda, pero está claro que en ellas reside gran parte de las barreras para el desarrollo de una matriz energética distinta en Entre Ríos.
El crecimiento de los sectores más activos de la economía provincial todavía depende de la energía tradicional, y si bien ya hay paneles solares en empresas avícolas y galpones de integrados, aún no impacta en el propio consumo. Sin embargo se muestran interesados en “subirse” a un plan oficial de generación de energía fotovoltaica sobre los techos de los galpones con financiamiento accesible. Un punto que aún viene lento.
“Hablo de estas obras porque es la base y es necesario que la empresa de energía esté conteste con la demanda del sector productivo en el camino de acompañar las inversiones que generan valor agregado. Yo te puedo dar potencia, de 200 pasamos a 300 y llegaremos a 500, pero si yo tengo eficiencia energética ni sé si esa empresa necesitará 500, porque hoy la tecnología y las redes inteligentes me permiten una optimización de los recursos y los flujos. Esos números duros que vos me pedís en otro momento eran importantes, ahora no sé si lo son. Hay que pensar con otras variables. Lo que tengo que garantizar es que la proyección de los principales actores de la economía. Las empresas avícolas hablan de duplicar su producción en cinco años, y estos tipos son el motor y debemos ver hacia dónde va ese motor y entender su lógica. Son visionarios e invierten donde hoy no hay nada”, enfatiza el titular de Enersa.
Sin embargo, en este camino, abre un intersección y asegura que como empresa de energía debe apostar por las renovables. A pesar que su negocio es vender energía, cree que debe tener una mirada estratégica como empresa del Estado y que caso contrario sería un miope.
“Mi negocio es vender energía, pero debo intentar generar las condiciones para que crezca una producción de energía independiente y renovable, me compre o no energía a mí. Sería muy limitada mi visión si sólo me intereso en vender energía tradicional. Con energía LED mejoramos la competitividad de los municipios, con los calefones solares los hogares ven los beneficios, con la energía fotovoltaica las empresas crecen y cambian su matriz. Pensamos en una provincia distinta y creemos que vamos a avanzar mucho más”, concluye González.
Los números oficiales marcan que en los dos primeros años se invirtió anualmente en tecnologías convencionales de energía eléctrica 1120 millones y 1500 millones, respectivamente. “Yo creo que en 10 años Entre Ríos debería tener el 50 % de la matriz reconvertida”, prefigura el funcionario. El escenario no es fácil, y sus palabras pueden parecer una proyección asequible o una ingrávida expresión de deseos.
Autos eléctricos: primeros pasos
La empresa provincial de energía de Entre Ríos puso en movimiento un esquema donde se puede orejear la mano para visualizar cómo será el uso, la inversión y los negocios en una potencial nueva matriz energética para la provincia.
Desde Enersa aseguran que fue la única distribuidora del interior del país que adquirió cuatro utilitarios Kangoo totalmente eléctricos, que hoy tienen un costo de unos 3,5 millones de pesos cada uno. Lo hicieron -dicen- con el objetivo de hacer docencia y establecer un programa pedagógico para la población, especialmente niños y jóvenes con el norte puesto en las futuras generaciones y el uso de energías limpias. Cada vehículo tiene una autonomía de entre 100 y 150 kilómetros, dependiendo de la velocidad de uso. En la provincia ya hay cuatro estaciones de libre disponibilidad semipúblicas -propiedad de Enersa- para la carga. Jorge González, su presidente, aspira a contar con 15 para tener dos circuitos de recarga para poder moverse en toda la provincia. “Las estaciones están en la vía pública y vos podés ir con tu auto eléctrico y enchufás y cargás. Hoy es sin cargo, porque trabajamos en la concientización y educación de la población”, asegura. Cargar un auto eléctrico completo puede demandar unas cuatro horas, pero usualmente se carga un tramo y se pone en marcha. Hoy apenas se está desarrollando el sistema y esperan hacer de Entre Ríos la primera provincia del país en ser recorrida totalmente en auto eléctrico. Cada estación de servicio de carga eléctrica tiene un costo integral de aproximadamente un millón de pesos para Enersa.
En provincia sólo existen estos vehículos de la empresa, aunque el mercado se está llenado de híbridos, que funcionan con un sistema de ahorro energético interno propio. Técnicamente se cree que habrá una transición en este sentido: del auto híbrido se pasará luego al eléctrico. “El otro día vino un auto que iba a Uruguay y necesitaba repostar energía, y lo hicimos y hasta le hicimos una nota periodística al dueño del auto eléctrico”, describen.
Proyección.
“La proyección de autos eléctricos es muy compleja de vaticinar. No depende sólo del deseo de la gente o de la capacidad de recarga del insumo. Está muy condicionada por variables macroeconómicas acerca de la carga impositiva, el valor del dólar, las restricciones a la importación, de la capacidad del país de disponer de los dólares. En fin, esperemos que se desarrolle rápido.
-¿La sociedad entrerriana está depuesta a este cambio?-
-Creo que aún hay que hacer un fuerte trabajo de docencia, y nosotros estamos abocados a hacer visible sus ventajas. Por eso lo importante es hacer docencia.
-¿Enersa está preparada para una explosión de la demanda y la instalación de cargadores en los domicilios?
-Sí, es un sistema de cableado que lleva la potencia y permite la carga del auto. La empresa tiene capacidad para que los vecinos puedan instalar servicio de carga de auto eléctrico
-¿Existe algún desarrollo en el país para tomar como referencia?
En Buenos Aires empezaron con algunas estaciones, pero no es sencillo. No se ha lanzado todavía una política a nivel nacional, por eso decimos que son tres pasos: sensibilización, docencia, visibilidad. Los autos tienen reacción, capacidad, confort y podés andar en la ruta a 120 Km. por hora.
-¿Porqué fracasaron las motos eléctricas en la consideración social?
– No creo que hayan fracasado. De a poquito el consumidor se decide por ellas y con el tiempo vamos a ver explotar a las patinetas y todos los aparatitos que se cargan en casa de manera muy fácil y serán de elección masiva. En Europa hay cargadores en la calle con distintos dispositivos. En China los taxis son eléctricos de tecnología rusa. Los cargadores demoran, pero van cargando de a poco.
-¿Podemos imaginarnos en Entre Ríos algo así?
– Porqué no. Hoy tenemos estaciones para 100 kilómetros de autonomía. Cuando haya una fuerte demanda, nosotros estamos preparados para llevar a los 50 kilómetros de autonomía.

Innovaciones
Lámparas LED: desde la empresa de energía aseguran que se colocaron 29 mil lámparas LED -de fabricación china- en 75 municipios y juntas de gobierno en una primera etapa. Esta tecnología permite ahorrar el 50 % del consumo cuando son de calidad. “La tecnología LED es el futuro, hasta que se invente algo mejor. Ahorra la mitad del consumo, no contamina el ambiente, brinda mayor luminosidad, genera más seguridad pública en las ciudades. Aspiramos a que al momento del final de esta segunda gestión de Gustavo Bordet hayamos reconvertido el 75 % con esta tecnología en toda la provincia”, describe González.
Mi Punto solar: Se trata de la instalación de termotanques solares en domicilios y establecimientos. Aseguran que se capacitó a 300 personas de toda la provincia en la técnica de la instalación de tanques solares. Entienden que si bien para muchos es de fácil aplicación, no lo es tanto. Depende de muchas variables, entre ellas la dureza del agua. Existen cinco variedades, y una de ellas se fabrica en Paraná. Su costo ronda entre los 20 y 40 mil pesos, dependiendo de cada modelo. “Como política de responsabilidad social donamos este dispositivo a escuelas rurales con albergue para chicos que viven ahí de lunes a viernes. Hoy se bañan con gusto y ven cómo la calefacción del agua nace de la energía solar. Conocen lo que es la energía limpia y la utiliza sin costo”, destaca el CEO de la empresa. Según sus cálculos, hoy ya hay instalados más de 500 en Entre Ríos.
Kits solares: Junto a Desarrollo Social entregaron kits de freezers solares y paquetes lumínicos a pescadores que viven en zona de isla en Villa Paranacito y Gualeguay. Se trata de complejos energéticos desplazables para que puedan usarlo de acuerdo a sus necesidades. No utiliza cables, no afecta el medio ambiente y tiene un efecto social muy fuerte porque permite mantener la cadena de frío a isleños y pescadores.
Paneles para la avicultura: Se intenta proveer de paneles solares a los galpones de pollos de empresas e integrados para generar energía para autoconsumo de los complejos. Se busca llegar a acuerdos con proveedores para financiar los paneles, y de este modo la empresa cobraría a los productores con la factura de consumo. Existen unos 3500 galpones en Entre Ríos que podrían utilizar sus techos para generar energía limpia, y los granjeros podrían lograr abastecer el 25 % de su consumo con su propio producido, sustituyendo energía eléctrica y gas convencional para calefacción. Sin embargo, antes de 2018 el repago era de cinco años, según las proyecciones. La actual paridad cambiaria lleva ese ratio a 15 años, poniéndolo más lejos de los productores.
Bombas duales para arroceros: Se trata de dispositivos que permite usar energía solar de día y del tendido tradicional de noche. Los productores arroceros no dejan de usar energía eléctrica convencional, pero la usan en un 10 o un 20 %. En un 80 % optimizan costo y tienen energía con capacidad suficiente para cubrir la producción. Se intenta reproducir el mismo concepto de las LED, es decir que los productores pidan la potencia necesaria y Enersa licita la obra con garantía de financiamiento del proveedor. Esto disminuiría entre 30 y 40 % del costo energético del productor. Enersa dice que realizó dos experiencias en unas 30 hectáreas en Villa Elisa con resultados sorprendentes.
Trailers solares móviles: La empresa piensa en producir trailers solares móviles para riego. Esto permitiría lograr, por ejemplo, riego para arroz y luego trasladarlo para lograr energía para riego en campos de trigo o cualquier producción primaria.
Viviendas autosustentables: En este punto desde Enersa son más escépticos y consideran que los costos dolarizados de los equipos y los problemas de importación hacen menos accesible la posibilidad de que las viviendas avancen más rápido hacia una reconversión sustentable.
Biomasa: Se logra al reutilizar los desperdicios forestales y sus subproductos para obtener energía limpia. Aseguran que trabajan en un proyecto de 5 MV con empresarios forestales de Ubajay y Federación, pero los costos de la inversión hoy por hoy lo alejan un poco de la realidad. “Esto está en proyecto y se avanzó en la mecánica de venta y la comercialización. El tema es que todo el equipamiento ese cotiza en dólares y requiere una inversión importante. La biamasa genera energía de base que requiere suministro permanente, a diferencia de la eólica y solar. Se requiere las 24 horas”.
Energía Eólica: Existen dos proyectos incipientes en Entre Ríos, pero aún este método no logra despertar expectativas de parte de la inversión privada como pública.