ENFOQUE

Prevenciones de la UISF sobre el acuerdo Mercosur – UE

CPN Javier Martín – presidente de la Unión Industrial de Santa Fe

Con relación al recientemente anunciado “Acuerdo UE-Mercosur”, desde la UISF consideramos que los acuerdos comerciales son importantes en tanto y en cuanto favorezcan por igual a las partes y le ayuden a nuestro país a incrementar sus exportaciones y a desarrollar más empleo local. En el fondo todos los países signatarios buscan lo mismo: generar más riqueza para sus pueblos.

La UE es un mercado potencial de 500 millones de consumidores y desde esa perspectiva es interesante. Por supuesto que todo dependerá de las cláusulas y de la letra chica del convenio. En ese sentido, lamentamos que no exista suficiente claridad sobre el texto final del acuerdo, así como también que no se hayan incorporado durante las últimas discusiones a los distintos sectores de nuestra economía que serán impactados significativamente por el mismo, en especial el sector industrial.

Es importante remarcar que, más allá de este acuerdo “político” alcanzado, resulta necesaria ahora la ratificación parlamentaria por el Congreso de la Nación, por lo que entendemos que allí habrá oportunidad de debatir los puntos sobre lo cuales no tenemos suficiente información o que podrían lesionar los intereses de nuestro país.

Incertidumbre.

Desde una mirada estrictamente industrial, entre las principales cuestiones que nos generan incertidumbre, podemos mencionar:

Liberalización del 90% del comercio bilateral del Mercosur con la Unión Europea, a pesar de las importantes asimetrías en términos de escala y tecnologías que existen con Europa. Esto representa un riesgo para las exportaciones argentinas a Brasil (principal mercado exportador para nuestras pymes) por cuanto ahora tendremos que competir con la industria europea por dicho mercado, y sin diferencias de aranceles a pesar de las enormes asimetrías existentes.

Remoción completa de aranceles para TODAS las autopartes procedentes de la Unión Europea.

Habilitación a las empresas europeas a participar de la construcción de carreteras, aeropuertos, líneas ferroviarias, puertos, contratos para la provisión de insumos y equipamiento al Estado Nacional, en las mismas condiciones que sus pares locales.

Extensión de los plazos de protección de propiedad intelectual permitiendo a los laboratorios extranjeros gozar de la exclusividad de comercialización de nuevos medicamentos por 5 años y de agroquímicos por 10 años más.

Exclusividad para la UE sobre Indicaciones Geográficas (IG) europeas o sus traducciones o cualquier término que “evoque” dichas Indicaciones Geográficas, lo que impactará en gran parte de nuestra industria alimenticia como ser lácteos, quesos, vinos, etc., quienes deberán cambiar por completo sus denominaciones de productos, marcas y logos.

En resumen, desde el sector industrial no nos oponemos a la firma de acuerdos comerciales que impliquen expandir nuestras fronteras y aumentar nuestras exportaciones, pues entendemos que ese es el camino que como sector industrial competitivo estamos dispuestos a seguir. Sin embargo, entendemos que existen una serie de puntos que deberían ser discutidos en profundidad a la hora de la refrendación por el Congreso de la Nación.

Asimetrías.

Quizás la principal preocupación radica en la asimetría entre las partes, donde UE quintuplica en PBI al Mercosur, registra casi 10 veces más patentes al año y tiene compañías multinacionales con escalas enormes, y a pesar de ello, en el acuerdo propuesto no se reconoce el concepto de asimetría entre las partes y se hacen concesiones en materia de desgravación de bienes, reglas de origen, compras públicas, servicios y propiedad intelectual que facilitarán el acceso de sus productos y servicios industriales intensivos en capital y tecnología a nuestro mercado del Mercosur. Esto significa un gran riesgo, por cuanto de aplicarse tal cual está hoy, el acuerdo sería capaz de debilitar profundamente el tejido industrial del Mercosur.

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