Mercado millonario sigue cerrado: avícolas esperan por China

China representa el 40% de las exportaciones del complejo avícola nacional. Senasa continúa con las negociaciones para reabrir un destino que en 2022 dejó 172 millones de dólares. Nahuel Amore

La Influenza Aviar sigue inquietando a los actores de la cadena avícola de la Argentina y, particularmente, de Entre Ríos por ser la principal provincia exportadora y productora con casi el 50% de la faena. Tras la detección de casos en granjas comerciales del país y la pérdida del estatus sanitario, la reapertura de las exportaciones es un camino largo que los sigue impacientando, más aún en momentos de sequía de divisas. Si bien algunos mercados se reabrieron, el objetivo central es China, por el volumen que representa en las ventas del sector al exterior: cuatro de cada diez dólares ingresan del Gigante Asiático.

Las autoridades del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) son quienes llevan adelante las negociaciones en términos técnicos, país por país, para ofrecer un nuevo certificado sanitario y recuperar destinos de comercialización internacionales. Ya lo hicieron con Japón, Singapur, Uruguay y otros países de Medio Oriente. Sin embargo, todavía continúa en tratativas el diálogo con la Administración General de Aduanas de la República Popular China (GACC – General Administration of Customs of China). Es este organismo el que tiene las llaves.

“Todavía no hay respuesta ni posibilidad de reunión con China. Así nos informó el Senasa y la Secretaría de Agricultura”, indicó a DOS FLORINES Roberto Domenech, el hombre que pone el rostro de la cadena a nivel nacional por ser el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) y quien conoce qué pasa en la mesa chica. Al respecto, destacó que es un mercado “muy importante”, pero todavía no es el momento y habrá que esperar. “El problema no es argentino, es chino”, aseguró.

Empresarios, a la espera

En este escenario, quien también remarcó que resulta clave reabrir el mercado chino es Joaquín De Grazia, presidente de Granja Tres Arroyos, empresa líder de la Argentina y que en la provincia cuenta con establecimientos industriales en la costa del Uruguay que emplean 2.500 trabajadores. “El Senasa está esperando respuestas del GACC, a los efectos de que sea aceptado el certificado que el organismo propone y de la forma que propone”, expresó el empresario.

Consultado por esta propuesta, dijo que la intención es vender al exterior aquellos productos de granjas que no estén dentro de un radio de 10 kilómetros de un foco de Gripe Aviar. “Es la propuesta que realiza Senasa en función de que éramos país libre y ahora somos país libre de acuerdo al foco. Algunos países por encima de los 10 kilómetros son considerados libres. Si fuera así, reanudaríamos prácticamente todo el país las exportaciones”, manifestó, y subrayó que “Entre Ríos no tiene por ahora foco” de contagio.

A su turno, Raúl Marsó viene advirtiendo por la necesidad de pisar el acelerador en este tema. El titular de Las Camelias alzó la voz durante la reciente Asamblea Anual de la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER), que convocó en una reunión ampliada al ministro de Economía Hugo Ballay. Durante su exposición, subrayó los desafíos sanitarios por parte del Senasa y, además, sugirió en términos políticos mostrar a los países compradores lo que se está haciendo en términos de bioseguridad, fundamentalmente a China.

“La pandemia -de la Gripe Aviar- tiene dos caras: una netamente relacionada con las pérdidas ocasionadas a quien sufre la enfermedad y la otra es la pérdida por la parte comercial debido a la aprobación de nuevos certificados”, señaló Marsó a DOS FLORINES.

El entrerriano fue enfático sobre la necesidad de recuperar este comprador para evitar que todo ese volumen termine en el mercado interno. “Será necesario, además de la presentación del Senasa, una apoyadura de la política y de los empresarios para apurar el trámite. El problema es nuestro y ellos no tienen ningún apuro en aprobar nuestras necesidades comerciales”, manifestó.

Desde esa postura, el empresario aprovechó ese encuentro junto a sus pares industriales para pedir ayuda al funcionario de la cartera económica de Gustavo Bordet para intervenir en las negociaciones. Al respecto, Ballay recogió el guante, destacó el compromiso oficial en este tema y reconoció que resulta importante para la economía provincial, sobre todo en términos laborales.

Mercado millonario

El malestar no es menor ya que los datos son contundentes. La demanda china es de tal magnitud que desde la autosuspensión de las exportaciones, la industria avícola nacional entró en un momento crítico, más aún en momentos de fuerte aumento de costos de producción. Este mercado es vital fundamentalmente porque consumen productos de exportación que no lo son en la Argentina, como las garras.

En 2022, según Trade Data Monitor, Argentina fue el tercer mayor proveedor de pollo de China y representó aproximadamente el 7% de las importaciones de pollo de China. Durante el año pasado, Argentina exportó 43 mil toneladas métricas (TM) de productos de pollo, la mayoría de las cuales son alitas congeladas. En los últimos cinco años, las exportaciones de productos de pollo de Argentina a China oscilaron entre más de 25 mil TM y casi 70 mil TM.

Visto desde el lado argentino con datos del Indec, durante 2022 el complejo avícola nacional exportó 422 millones de dólares (0,5% del total), con una suba interanual de 24,1%. El 88,4% de las exportaciones correspondió a carnes y despojos (mayoritariamente trozos y despojos de gallos o gallinas, congelados); y el resto se distribuyó entre huevos, animales vivos y otras exportaciones avícolas.

Entre los destinos se ubicó en primer lugar China, con 172 millones de dólares, es decir, más de 40,5%. Luego se encuentra Medio Oriente, con 71 millones de dólares, y Chile, con 51 millones de dólares, como principales mercados de las exportaciones. Otros destinos importantes son Sudáfrica, Singapur y Brasil.