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“Los empresarios tienen que romper el chanchito y ponerla”

Si bien los especialistas coinciden en que la economía crecerá el año que viene, Salvador Di Stefano no ve un buen 2018 para las actividades productivas

, ante un escenario que será cada vez más complejo a raíz de las reformas que lanzó el Gobierno nacional. La segunda etapa de la economía de Cambiemos y la mutación de los negocios obligarán a los empresarios a invertir cada vez más para que sus emprendimientos sean sustentables. Además, a este panorama se le añaden una serie de problemas macro que persisten y la administración nacional no les encuentra salida.

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Nahuel Amore | DOS FLORINES

Salvador Di Stefano, uno de los economistas especializados en el campo y sus cadenas de valor, estuvo en la provincia y analizó las variables claves para las actividades productivas ligadas al sector. Entre sus principales proyecciones, planteó enfáticamente que los privados deben asumir un rol protagónico a través de la inversión para seguir sacando adelante la economía argentina. “Los empresarios tienen que romper el chanchito y ponerla”, destacó, y resumió: “Hay que invertir, arriesgar e ir a escala”.
“No vamos a tener un 2018 bueno”, arrancó diciendo el economista delante de un grupo de socios de la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper) que lo convocó en la localidad de Aranguren para analizar el presente y el futuro del sector. Tras un breve análisis por la situación política del país, con la figura de Cristina Kirchner fuera del poder central y un nuevo escenario de consenso, el profesional fue al grano sobre el panorama económico cada vez más desafiante.
En este sentido, el especialista dijo que la inflación seguirá siendo alta y se ubicará cercana al 20% el año que viene, además de que se combinará con un tipo de cambio bajo, déficits gemelos (comercial y fiscal) crecientes y un escenario internacional cada vez más complejo. De todos modos, subrayó que la clave pasará por las diferentes reformas que impulsa el Gobierno nacional, que cambiarán las condiciones para los empresarios.
“Hay que hacer las reformas estructurales, pero esas reformas duelen. Nos va a costar más ganar la plata. Por eso, hay que ser más profesionales, hay que ir a más escala. Es momento en que los empresarios tienen que romper el chanchito y tienen que ponerla. Estamos todavía con una cultura K de no invertir. Hay gente que vivía muy cómoda, ganando mucha plata y haciendo poco”, analizó.
Con estas transformaciones, Di Stefano anticipó que ver un 2018 no menos que “complicado hasta Pascuas”. “La preocupación es cómo va a atravesar Macri estos cuatro meses, meses para estar muy cautelosos”, sostuvo. De igual modo, remarcó que “no dejaría de invertir en mi proyecto porque este país no va a volver atrás” en cuanto a las reformas, por lo cual “lo mejor es que el negocio lo lleves a más escala para defenderte de la coyuntura, a través de un proceso de reinversión”.

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EMPRESARIOS. Con el foco puesto en los empresarios ligados a las cadenas de valor primarias y secundarias, Di Stefano explicó por qué es necesario invertir e ir a más escala. “Hoy con la agricultura no ganás mucha plata, sino con el agregado de valor”, ratificó. Al respecto, lamentó que “mucha gente se quedó en la agricultura” y por temor no invierte. “Los empresarios ya no hablan de Cristina, pero miran el Excel”, graficó.
Empezando por el sector primario, Di Stefano advirtió que 2018 no será bueno, entre otras cosas porque el campo se enfrentará ante problemas climáticos. “La niña es devastadora”, alertó, y señaló que ya hay indicios en Santa Fe y Córdoba. De hecho, las reservas hídricas en los suelos entrerrianos se están agotando ante la falta de lluvias. 
Además, el economista analizó que el hecho de “haber cambiado el plan económico, hace que hayan cambiado los negocios”. Básicamente, señaló que se modificó la estructura de costos y ahora los negocios son de rotación, por lo cual “con la suba de costos, la única salida es ir a más escala”.
Asimismo, Di Stefano recordó que el Gobierno impulsa la reforma previsional, la del Banco Central y nuevos aumentos de tarifas que cambiarán el escenario, por lo cual expresó: “Estamos pasando de un país que iba a pedal a uno que anda como Fórmula Uno. A los empresarios les cuesta adaptarse a ese cambio porque tienen que cambiar todo el formato”.
Ante estas variables, Di Stefano alentó a los productores a pensar en el mercado de futuros. “Los negocios son más financieros”, recordó, y les propuso “utilizar herramientas de futuro en cada negocio porque la rentabilidad que puede dar es importante para comprar mercadería a futuro”. “El negocio agrícola cambió totalmente. La planificación en la venta puede generar una rentabilidad enorme”, afirmó.

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PROBLEMAS. El economista señaló que de revertir las principales políticas macroeconómicas, el país profundizará algunos problemas que ya tiene. El atraso cambiario es uno de ellos, que a pesar de cierta devaluación en los próximos meses, coloca a la Argentina en desventaja respecto de Brasil y México. “La pérdida de competitividad que estamos teniendo es alarmante. Es imposible seguir teniendo un tipo de cambio fijo”, advirtió. 
El déficit comercial, en esta línea, es otro gran inconveniente porque agrava la necesidad de dólares. “Estamos en una economía virtualmente cerrada, porque tenemos precios caros. Estamos teniendo problemas con las exportaciones”, aseguró, y explicó que el tipo de cambio bajo “provoca que la gente importe y se vaya a vacacionar afuera”, lo cual profundiza el rojo.
En retrospectiva, Di Stefano indicó que parte de la situación actual es por la mala aplicación de las primeras reformas del Gobierno nacional, tales como el cepo cambiario, la apertura de mercados y el blanqueo de capitales. “Las reformas que llevó adelante, en lugar de liberar a los argentinos a la inversión, la contrajo más. Las tasas de ahorro crecen, pero no las tasas de inversión”, cuestionó. 
“Probablemente hay un problema en el Gobierno que es el concepto de lo que quiere llevar adelante. Macri asumió con un país quebrado y en lugar de realizar una reforma tributaria, no la hizo, pide plata afuera. Además, la gente no entendió el mensaje, porque no se pesificó, sino que se dolarizó”, criticó. De igual modo, adelantó: “Macri no tocó los problemas estructurales. ¿Cuándo los va a tocar? Cuando le gane a Cristina. Y es ahora, en esta segunda etapa”.

PLAN B. A pesar de esta situación adversa, Di Stefano subrayó que “el plan B ya está en marcha” y las reformas son fundamentales. Entre ellas, destacó la provisional. “Cristina jubiló a un montón de gente y hoy el déficit de Anses es 3% del PBI. Hay que correr la edad jubilatoria, de los 65 a los 70 y elegir pensión o jubilación. Cristina te dejó un problema de dimensiones impresionantes que llevará un tiempo resolver”, justificó.
Consultado por el endeudamiento, Di Stefano señaló que “el Gobierno necesita mutar de crédito externo a interno por los problemas” que puede acarrear cualquier modificación del contexto internacional. Visualizó en todo caso que “están virando las formas de financiarse” a través de la política del Banco Central de elevar las tasas de interés al 29% para captar pesos a través de Lebac.
En síntesis, el expositor reiteró que las reformas dolerán y por ello “la preocupación es cómo va a atravesar Macri estos cuatro meses hasta las Pascuas”, sobre todo por que entre medio hay una serie de “errores”, como las tasas altas que enfrían la economía y el dólar planchado. “Mi único temor es que caiga mucho la imagen Macri y que la Argentina pierda el mundial”, bromeó sobre el final, y apostó a invertir a pesar de todo.

EL ANÁLISIS DEL SECTOR PORCINO
– El perfil del productor

Cara a cara con los socios de la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper), Salvador Di Stefano se tomó tiempo para definirlos y ponderarlos. El economista destacó que es el tipo de empresario capaz emprender un proceso de inversión que le permita ir a escala, en línea con su receta para enfrentar el presente de cara al futuro inmediato. “No existe ese empresario en otros rubros, casi que no son agrícolas, son industriales”, sintetizó.
En este sentido, dijo que “los tipos que hacen cerdos tienen otra cabeza: en general tienen un promedio de 500 madres, invierten, van a escala, buscan productividad y competitividad”. Y remató: “Es una calidad de empresario distinta, que no se compara con el ganadero ni con el que hace pollos y huevos”. 

– El futuro de los mercados
Salvador Di Stefano, economista especializado en actividades primarias y secundarias, recordó que el consumo de la carne de cerdo es la que más está creciendo en la Argentina, por encima del pollo y el vacuno. En su explicación, puntualiza dos referentes claves para que se dé este impulso: por un lado está la mujer en su rol de familia a la hora de la selección de los alimentos; y por otro lado están los carniceros, que obtienen mejores márgenes de ganancias.
“Porcinos está liderando, ganando al consumidor. La gente se está quedando con la carne e incluso en la parrilla cada vez hay más cortes de cerdos. Es decir, hay un montón de condiciones nuevas que te potencian y el que les está sacando la plata a las otras carnes es el porcino”, analizó.
Ante esta situación, el especialista les propuso a los productores porcinos empezar a pensar en ir ganando mercados externos a través del aumento de las exportaciones como alternativa al mercado interno.
“Al tener un tipo de cambio bajo, todo va a mercado interno. Pero si hay devaluación, exportarías carne”, expresó. Si bien anticipó un 2018 con caída de consumo por los aumentos paritarios a la baja y nuevos incrementos de energía, no ve problemas en el cerdo en el mercado interno ya que “es algo que está instalado y la gente lo tomó como propio”.

¿Cómo revertir la caída del consumo?
“Veo un 2018 con un consumo en caída estos meses, porque la población no va a recibir aumentos paritarios, y va a tener incrementos de energía y gas”, advirtió Salvador Di Stefano.
Incluso, el economista explicó las modificaciones en las tendencias de consumo, por lo cual a este escenario restrictivo se suma que “el consumidor de ciudad cambió” y “no le tiembla el pulso para comprar una cuarta marca, sino que compra lo que está más barato”.
“La gente no va más al supermercado, va al chino del barrio, compra lo justo y necesario y dejó de comprar primeras marcas”, ratificó. Por el contrario, señaló que muchas familias prefieren guardar para llegar al auto, viajar o meterse en un crédito UVA.
Ante esta situación, el especialista explicó que a los empresarios no les queda otra opción que ser competitivos. “El negocio es bajar el precio para vender. El consumidor está selectivo, busca precio y cosas saludables”, remarcó, y recordó que “al consumo tenés que incentivarlo permanentemente”.

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