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La soja 2017/18 dejó en rojo los números de los productores entrerrianos

La seca pegó muy fuerte y los rendimientos se desplomaron. En campo arrendado perdieron todos, mientras en campo propio sólo en el oeste y el sur de Entre Ríos se salvaron de la “guadaña” del clima. Danilo Lima

La seca pegó muy fuerte y los rendimientos se desplomaron. En campo arrendado perdieron todos, mientras en campo propio sólo en el oeste y el sur de Entre Ríos se salvaron de la “guadaña” del clima. Danilo Lima

La sequía devastó la producción agraria de la campaña 2017/18 en Entre Ríos al punto que ni la soja –el cultivo estrella de la provincia y el país durante los últimos 20 años– se salvó de la “guadaña” del clima. Los productores, acaso por primera vez en la historia del cultivo, no ganaron plata con la oleaginosa, con la sola excepción de aquellos que sembraron en campo propio del oeste y sur de la provincia, las tierras de mejor aptitud agrícola de la provincia.

Así lo revela un informe elaborado por técnicos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos y la Estación Experimental Agropecuaria Paraná del INTA, conocido en las últimas horas, luego de analizar los resultados de la campaña sojera en las cuatro zonas agrícolas en la que se encuentra dividida la provincia: Norte (departamentos Villaguay, Federal, Feliciano y La Paz), Este (departamentos Federación, Concordia, San Salvador y Colón), Oeste (departamentos Paraná, Diamante, Victoria y Nogoyá), y Sur (departamentos Tala, Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú).

El trabajo concluye que si se realiza un promedio ponderado a nivel provincial, los productores que arrendaron tuvieron pérdidas en torno a los 600 kg/ha y en campo propio el valor se ubicó en 100 kg/ha.

Detalles.

El informe de la Bolsa entrerriana y el INTA paranaense recuerda que desde el momento en que el agricultor toma la decisión de sembrar debe afrontar una serie de gastos, lo cual representa su inversión.

Estos gastos, precisa, contemplan labores (siembra y pulverizaciones), compra de insumos (semillas, fertilizantes, insecticidas y fungicidas), y gastos de cosecha y comercialización.

Para el caso de la soja, la inversión puede expresarse en kilogramos/hectárea, lo que se denomina habitualmente el rendimiento de indiferencia. En otras palabras: el rendimiento de indiferencia es la cantidad de kilogramos/hectárea que debe alcanzar el productor para recuperar la inversión realizada.

En el informe se emplean los rendimientos promedios obtenidos, datos de precios y comercialización aportados por la red de colaboradores del Sistema de Información Agrícola de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber).

Soja de primera.

En la zona Este, se explica en el trabajo, se obtuvieron rendimientos promedios de 600 kg/ha, donde el productor, para hacer frente a los todos los gastos incurridos, incluyendo el arrendamiento, necesitó 1.460 kg/ha. Esto arroja un margen negativo de 860 kg/ha.

Sin arrendamiento, en tanto, los kilogramos necesarios para cubrir los costos fueron 820 kg/ha, rinde que tampoco fue logrado, y se produjeron perdidas en torno a los 290 kg/ha promedio.

En la zona Oeste, el rinde promedio obtenido fue de 1.190 kg/ha, pero el productor necesitaba cosechar 1.780 kg/ha para cubrir el total de los gastos pagando alquiler. Mientras que para el productor en campo propio el reporte arroja 900 kg/ha para la cobertura de costos. Por lo tanto, en campo propio el resultado fue positivo versus el productor que alquiló, quien no logró cubrirlos.

En tanto para la zona Sur, fueron necesarios 1.820 kg/ha para cubrir todos los gastos incluyendo el arrendamiento, en tanto sin arrendar se requirieron 930 kg/ha. El rendimiento promedio obtenido en la presente campaña fue de 1.160 kg/ha. En consecuencia, el margen positivo fue muy ajustado en campo propio, mientras que en campo arrendado tuvieron pérdidas aproximadas a los 660 kg/ha.

Por último, para la zona Norte, con un rinde promedio de 810 kg/ha si se incorpora el gasto de arrendamiento, fue necesario obtener 1.390 kg/ha para cubrir todos los gastos, con lo cual se produjeron perdidas en torno a los 580 kg/ha. En campo propio se necesitaron obtener 820 kg/ha. Teniendo una mínima pérdida pero generando margen negativo para esta modalidad.

Con estos datos expuestos, el informe de la Bolsa y el INTA concluye que en Entre Ríos “los productores de la zona Norte y Este que sembraron soja de primera, no lograron cubrir los costos de dicha producción, obteniendo como resultado pérdidas”.

En la zona Oeste y Sur, en campos arrendados “los márgenes resultaron negativos. Únicamente en campo propios de la zona Oeste y Sur los márgenes de la soja de primera alcanzaron un margen positivo”.

Soja de segunda.

El informe, además, señala que el resultado por zona para la soja de segunda fue negativo “para todas las zonas y modalidades de siembra”.

La zona con mayores pérdidas en kilogramos por hectárea fue la Norte en campo arrendado, la cual se situó en torno a los 670 kg/ha, en segundo lugar de importancia se ubicó la zona Oeste con 630 kg/ha.

Solamente los productores que sembraron en campo propio al Sur de la provincia fueron quienes tuvieron las menores pérdidas 

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