Con indicadores en alza, todavía no se advierte el impacto del crecimiento en la economía. A pesar de que el último informe del Ieric muestra números positivos en torno a la construcción, los principales actores relacionados con el sector en la provincia aclaran que la bonanza no se refleja en Entre Ríos, en donde la actividad se sostiene fundamentalmente por obras públicas que ya se venían ejecutando. Juan Manuel Alzamendi | DOS FLORINES
Según el informe de coyuntura que dio a conocer la semana pasada el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), el sector muestra claros signos de recuperación con, por ejemplo, subas del empleo formal de un 9,8% interanual (medido a mayo) y con la generación de 10 mil nuevos puestos de trabajo.
En paralelo, desde el gobierno nacional se ha puesto bastante énfasis en la recuperación económica en general, tomando justamente a la construcción como uno de los sectores que lidera la reactivación. No obstante, y a pesar que nadie cuestiona esas cifras, los principales actores de esta industria en la provincia relativizaron (más bien desglosaron) estos números, advirtiendo que Entre Ríos no tiene indicadores tan optimistas.
DOS FLORINES consultó sobre este tema a los representantes de los obreros y de los empresarios. Hablamos con el presidente de la Delegación Entre Ríos de la Cámara Argentina de la Construcción, Ing. Miguel A. Marizza y el secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), Entre Ríos, Walter Doronzoro. Ambos coinciden en el diagnóstico: los números globales no tienen correlato en la provincia.
Sí, pero…
El ingeniero Marizza diferenció los números de la construcción en su conjunto frente al análisis desagregado de los mismos y remarcó que bien los indicadores muestran un crecimiento de la construcción a nivel global, al desglosar ese número aparecen factores importantes a tener en cuenta: “Si lo vemos por zonas, podemos observar en cuáles son en las que se está produciendo mayor movimiento, que básicamente son Capital Federal, Buenos Aires, bastante en Santa Fe y algo en Córdoba” repasó y advirtió que “el resto del país está en un estado equilibrado o para abajo”.
El presidente de la Cámara de la Construcción señaló que algo similar sucede con el empleo que, “si bien aumentó un porcentaje considerable, sólo se hace visible en empresas de más de 500 operarios, con lo cual evidentemente el crecimiento se da en la inversión de grandes obras y no en pequeñas empresas”.
En consonancia, Walter Doronzoro, admitió que “es indudable que en el global hay una mejora”, pero también diferenció la situación provincial al recordar que “en Entre Ríos se perdieron, en 2015, más de 3 mil puestos de trabajo, que nos cuesta recuperar”. Los números del Ieric de septiembre de 2015 arrojaban la cifra récord de 11.238 trabajadores registrados, mientras que el reciente informe de coyuntura señala que son 9.161.
Por su parte, Marizza observa que el empleo en la provincia en este momento se está manteniendo con las obras que se están terminando: “son pocas las obras nuevas que hay y esto es lo que despierta la preocupación en la Cámara, porque no vemos un 2017 con crecimiento sino más bien en retroceso, tanto en obras como de captación de mano de obra”, alerta.
Coyuntura y dólar.
El comportamiento de la divisa norteamericana, que continúa perforando su techo histórico, no podía quedar excluido de la conversación. El presidente de la delegación entrerriana de la Cámara de la Construcción reconoce que “hoy el sector privado está en la encrucijada de si invertir o trabajar en el sector financiero que, por ejemplo vía Lebac, está dando mayor rendimiento que lo que pueda obtener cualquier inversor a corto plazo en la obra privada y con muchísimo menos riesgo”.
El ingeniero señala que mientras “el presupuesto nacional, para todo el sector vivienda, es de 16 mil millones de pesos, en vencimientos de Lebac tenemos casi 400 mil millones. O sea queda muy claro cómo están los números, ante lo cual se hace difícil pronosticar cómo se va a manejar esta situación”.
Por su parte, Doronzoro alertó que “los corralones están cotizando la tonelada de hierro en dólar y con esta corrida del dólar es una alarma”.
El gobierno nacional ha manifestado que el dólar no es una preocupación y continúan poniendo el énfasis en los intentos por bajar la inflación. El dirigente de Uocra mostró ciertas expectativas con esa medida, en tanto “la inflación golpea directamente a los trabajadores” y comentó que en reuniones con inversores de la capital provincial advertía “necesidad y ganas de invertir”, aunque reconoció que la falta de previsibilidad económica era un argumento de peso a la hora de cotizar cualquier tipo de desarrollo que pueda llegar a extenderse en el tiempo.
Los créditos hipotecarios también fueron tema de análisis. Para Doronzoro “la corrida del dólar también tiene como consecuencia el recaudo de la gente no tomar créditos hipotecarios, porque no saben cuál va a terminar siendo el final de la cuestión”.
En el mismo sentido, Marizza consideró que, si bien “hubo mucha expectativa en el financiamiento y la aparición de los bancos con las unidades de cuenta las UVA y UVI, el Banco Central está fijando las tasas de interés de las Lebac al 23 o 24%, versus una inflación del 17%, lo que ya te implica que estás en 5 o 6 puntos por encima de la inflación que el mismo gobierno de determinó que iba a tratar de llegar. Y todo esto forma un aspecto de cierta incertidumbre al momento tomar un crédito y desarrollar un proyecto para recién después encontrar quienes tomen esas hipotecas, mientras que es desarrollo termina siendo un endeudamiento directo a la empresa”.
En este contexto, el ingeniero evalúa que “todavía no se perfila cierta sustentabilidad en los niveles de tasa de interés y de inflación que te permita tomar decisiones de riesgo. Esto es lo que está pasando en todo el mercado inmobiliario de la mediana empresa no tanto de la pequeña y las grandes empresas están básicamente apuntadas a los grandes proyectos de infraestructura”.
A la vez, en consonancia con lo planteado con Doronzoro, Marizza señaló que “cualquier modificación del valor dólar va a mover muchas variables porque tiene que ver con la influencia de muchos productos; todo lo que tiene que ver con cañerías de la casa, que son plásticas, las aberturas de aluminio o chapa, todo lo que es electricidad, el hierro del hormigón, algunos elementos cementicios también y tres o cuatro rubros más que conforman tu casa, están todas atadas al dólar con lo cual cuando se mueve el dólar automáticamente eso se traslada en el corto plazo a los precios”.
Dinamizador.
Como marco general la construcción tiene un efecto anticipativo del comportamiento de la economía. Marizza ata esta idea el impacto en el Producto Bruto Interno. “Cuando la curva de crecimiento de la construcción a nivel general crece, estás anticipando un crecimiento general del PBI; cuando empieza a decaer hay que prever que el PBI en un corto plazo también va a empezar a disminuir. Esto no ocurre sólo en Argentina sino en el mundo por el efecto dinamizador que tiene la construcción en general”.
Poniendo el eje sobre elementos distintos, Doronzoro también se refirió al impacto del sector en la economía y señaló que “cuando se impulsa la obra pública se generan no sólo mejores condiciones de vida sino también mejores expectativas para el inversor privado que el otro componente que tiene nuestra actividad” y agregó que “nos interesa que se reactive la economía, que se motorice la obra pública y que haya previsibilidad respecto al tema de la inflación y que reencauce a la construcción, que es el motor de la economía y el pulso económico del país”.
No obstante, desde la Cámara de la Construcción diferencian el crecimiento general de la construcción de la expansión en infraestructura. Marizza señaló que “en este momento hoy hay una gran inversión en obras viales y energía, pero no está la obra masiva que demanda mayor mano de obra y más insumos”. En ese sentido, el ingeniero explicó que “en la construcción de una casa, por ejemplo, normalmente se hacen funcionar 200 productos distintos, que equivalen a 200 industrias que, directa o indirectamente, se movilizan”.
Perspectivas
Según la visión de Doronzoro hay anuncios que son interesantes respecto a las perspectivas de los obreros de la construcción. El dirigente de la UOCRA pone sus expectativas en la obra pública: “la licitación del puente Paraná – Santa Fe, por ejemplo nos genera expectativas de fuentes de trabajo” señaló y enumeró que “ya se licitó la obra de 500 viviendas en Paraná, que es casi una continuidad a las 800 que se están construyendo en Colonia Avellaneda y San Benito, con lo cual tenemos la expectativa de que los compañeros puedan trabajar en esas obras”.
El representante de los trabajadores insistió en la necesidad de que “realmente exista una política de Estado en materia de obras públicas y que no consideren que es un gasto superfluo la inversión pública, como paso en décadas pasadas”.
Subrayó que “cuando se genera inversión pública y privada, se está mejorando la calidad de vida a los ciudadanos en distintos frentes porque llegan obras de agua, pavimento, vivienda y a la vez se genera empleo digno para los trabajadores”.
Participación público privada
La implementación de la figura de la Participación Público Privada como posibilidad contractual en donde confluyan inversiones de empresas con las del Estado fue una medida elogiada y puesta de relevancia tanto por el empresariado como por parte del Gobierno Nacional.
Consultado por DOS FLORINES Marizza consideró que, si bien, “es una buena noticia para el sector, hoy está encaminada exclusivamente a grandes obras y principalmente al sector energético y no tanto al sector medio o de pequeñas empresas”.
El representante de la Cámara de la Construcción entiende que “todavía no se ha desarrollado de manera generalizada, aunque hay algún indicio de que se está empezando trabajar con una iniciativa en torno al plan Procrear para incluir esta metodología en algunos de esos proyectos”.
No obstante, aclaró que “todavía no hay nada concreto porque se tienen que definir una gran cantidad de temas, la letra fina sobre todo lo que tiene que ver con garantías, avales, seguridad jurídica y por eso todavía no arrancado con la fuerza que esta herramienta tiene en el resto de países de Latinoamérica; como Bolivia, Chile o hasta Uruguay mismo, que tiene grandes y pequeños proyectos respecto a la participación público privada. En Argentina apenas tenemos el marco legal, todavía nos falta todo lo otro”, concluyó.
Mucho ruido y pocas nueces
(Nahuel Amore / Dos Florines)
Iván Szczech, vicepresidente de la Delegación Entre Ríos de la Cámara Argentina de la Construcción, aseguró que el sector no atraviesa por un buen momento en la provincia. Al respecto, puso el ojo en la caída de la obra pública, fundamentalmente en viviendas, que repercute en el nivel de actividad y la generación de mano de obra.
Mientras el Gobierno nacional le pone fichas a la construcción como uno de los sectores que sacará a la economía adelante, la actividad en Entre Ríos parece no despegar. Las mejoras que señalan los números son insignificantes, tras la fuerte caída que sacudió a la cadena en 2016 y dejó demostrada la dependencia de la obra pública.
“No vemos que en la provincia se esté dando una mejora en el nivel de actividad. Al contrario, lo que vemos es una problemática a futuro, más allá de que quizá no lo evidencien las estadísticas tan claramente”, sostuvo Iván Szczech, uno de los empresarios más importantes del rubro.
En diálogo con DOS FLORINES, el vicepresidente de la Delegación Entre Ríos de la Cámara Argentina de la Construcción planteó la advertencia para el corto plazo, teniendo en cuenta “la evolución, sobre todo de los planes de vivienda que son muy significativos para la provincia en términos de generación de empleo formal”.
Sobre este punto, indicó que al cierre de 2017 finalizarán unas 1.700 viviendas en Entre Ríos, pero que corresponden a obras de la gestión pasada. “Este año y el año pasado todavía no se inició ninguna obra nueva y las únicas que están con posibilidad de iniciarse son 315 que se licitaron el año pasado y que aún no tienen la aprobación financiera de Nación”, explicó.
OBRA PÚBLICA. Szczech subrayó la importancia que tiene la obra pública para el nivel de actividad de la construcción en Entre Ríos y la creación de trabajo registrado. Sin embargo, entiende que hay un escenario que se presenta complejo y que, a medida que pasan los meses, se pone más cuesta arriba si no hay nuevos proyectos en marcha.
Consultado por las causas de esta recesión, Szczech apuntó a la “falta de presupuesto nacional y provincial, sobre todo para viviendas”. Cuestionó que “cuando baja el presupuesto, lo primero que baja es la inversión en obra pública y justamente es un error porque no debería considerarse un gasto”.
En todo caso, señaló que sí hubo un crecimiento en obras de infraestructura vial. En esta línea, destacó los índices de consumo de asfalto y cemento a granel que se incrementaron en términos interanuales. De todos modos, advirtió que son las viviendas las que generan mayor mano de obra registrada e inciden luego en la baja de los índices de pobreza.
OBRA PRIVADA.
La construcción por fuera del Estado tampoco muestra señales de repunte. Por un lado, Szczech indicó que “la obra privada a través de los créditos hipotecarios está muy lenta”, lo cual dificulta la creación de oferta. Sobre esto, aseguró que “están más agilizados los créditos en el Banco Nación” y puntualizó que unas 1.300 solicitudes web se concretaron en la provincia.
En relación a los inversionistas de diferentes tipos de proyectos de desarrollo, tampoco observa una recuperación de la actividad. Sobre esto planteó que mucho menos se da en Paraná, donde la polémica por el edificio de calle Catamarca dejó en evidencia la “falta de seguridad jurídica”, no sólo de los desarrolladores, sino también de los bancos que “evalúan el riesgo de inversión”.
Finalmente, Szczech aseguró que la caída en la actividad termina repercutiendo también en los empresarios. “Está habiendo una concentración de la obra pública en las grandes empresas”, admitió, y reconoció también que pequeñas y medianas constructoras están desapareciendo y otras tienen severas dificultades para tomar mano de obra.
Números de la construcción en Entre Ríos
Cantidad de trabajadores registrados:
– Mayo 2017: 9.161
– Mayo 2016: 8.117
– Récord (Septiembre 2015): 11.238
Empresas constructoras:
– Junio 2017: 535
– Junio 2016: 556
– Récord (Abril 2014): 691
Consumo de cemento total:
– Junio 2017: 33.370 Tn.
– Junio 2016: 32.892 Tn.
– Récord (Septiembre 2011): 45.608 Tn.
Fuente: Informe Mayo-Junio 2017 del Ieric