La brecha en el dólar profundiza las oportunidades inmobiliarias para ahorristas
03/10/2020

Desarrolladores de Paraná creen que es “un gran momento” para quienes tienen ahorro en moneda dura, incluso para quienes no pueden sortear las restricciones. Gustavo Sánchez Romero
Hay una marcada coincidencia en quienes se dedican a desarrollos inmobiliarios en la ciudad: las últimas medidas tomadas por el Gobierno nacional para contener la sangría de dólares y estabilizar el mercado cambiario no han hecho más que profundizar las oportunidades para aquellos que se encuentran dolarizados y tienen ganas de diversificar cartera o adquirir vivienda propia en un mercado que presenta “inmejorables opciones”.

Dos Florines consultó a Fernando Raiteri, de Desarrolladora Tierras del Paraná S.A., quien se mostró más que optimista y ejemplifica su posición con números.
“En todos estos años se han dado situaciones más o menos favorables, según el momento. Pero actualmente, si mirás el valor del metro de construcción vas a advertir que, en dólares, sale mucho más barato construir, o hacer ampliaciones o modificaciones en la construcción. Si vas a las propiedades ya construidas tenés un valor menor pero también te deja un margen de ganancia sobre tu inversión. Estamos viendo que el metro de construcción está rondando los 467 dólares, a razón de 67 mil pesos, cuando hace tres o cuatro años atrás ese mismo metro tenía un valor de construcción de 1136 dólares, que con valores actuales accede a unos 166 mil pesos. Es decir que con costos mucho más lentos y una devaluación mucho más acelerada, hoy en día el negocio es construir y vender terminado, y eso es lo que buscan los inversores. En algún momento, cuando se achique la brecha, el negocio será salir a venderlo buscando una renta superior a otros indicadores de la economía, por supuesto”, reflexiona el arquitecto. En este punto, Raiteri avanza diciendo que lo que conviene siempre es tener certezas acerca de tiempos y fondos a invertir.

En el mismo sentido se posiciona Enrique “Thedy” Gini, de la histórica empresa constructora de la ciudad, que ha incursionado en desarrollos hace un buen tiempo y también está en condiciones de medirle el pulso al mercado inmobiliario.
Dice Gini que la construcción siempre es, en mayor o menor medida, un negocio de referencia en el mercado porque “va manteniendo su valor en relación con las variaciones del dólar”.

Pero se anima a más y asegura que “esta brecha es más compleja pero siempre rinde porque mantiene el valor. En la situación actual la gente no puede viajar, compra algún bien durable o está construyendo, y básicamente están construyendo. Pero además, ante la escasez de opciones es más aun una opción válida. La relación sigue siendo la construcción en pesos porque en relación a otros momentos históricos están muy bajos los costos. La mano de obra está planchada, ya que desde febrero que no hay aumentos, y la variación anual es del 19,4%, y hay mucha gente que está construyendo para renta, como inversión porque puede lograr un margen del 35 % en dólares”, asegura el profesional, coincidiendo con su colega.
A su turno en la consulta, el polifacético arquitecto y ex funcionario Gastón Grand, a la sazón en su condición de socio de la desarrolladora Devinnsa S.A., expresa que en este momento la devaluación del peso y el freno en la actualización de los servicios públicos, de los salarios, de la energía ha hecho que los índices de la construcción tengan un cierto nivel de estabilidad. Hoy hay problemas de abastecimiento y las cosas están aumentando, pero aun así es mucho más lo que ha devaluado el peso. Esa gente con ahorro en dólares se encuentra con la posibilidad de lo que antes en pesos le costaba comprarlo, hoy le cuesta mucho menos. Refiere: “A esto hay que sumarle, teniendo esos dólares, otras cuestiones. Por ejemplo aquellas personas que tienen ahorros en moneda dura, tienen la opción de pasar a pesos en un mercado secundario y tienen la opción de tener un gran diferencial al valor del dólar oficial y pueden hacerse de muchos más pesos, lo que genera un gran margen a la hora de ponderar una inversión en la construcción”, prescribe Grand.

Opciones.
Básicamente, coinciden los tres desarrolladores, la gente aprovecha esta brecha y construye para invertir. Asegura Gini que se pueden lograr márgenes de hasta 35% en dólares. “La idea conveniente es invertir los pesos y generar una cadena, moviendo la inversión, al menos, dos veces al año, ya que si se apela a una inversión más larga el negocio podría no ser tan rentable”. “Lo ideal es reinvertir los pesos, ya que tampoco tiene mucho sentido quedártelos. Un departamento que te costó 100 y si movés la plata genera una rotación virtuosa”, subraya el constructor y desarrollador.
En tanto que Raiteri hace foco en los desarrollos de administración. Asegura el titular de Desarrolladora Tierras del Paraná que “la compra de un departamento con todos los amennities en nuestra ciudad, hoy en día, con el apoyo de una administradora de construcción que brinda confianza, permite alcanzar un buen producto a un valor de 1300 dólares el metro cuadrado y que terminado genere una venta de entre 2500 y 3000 dólares”, grafica.
En este camino, dice Raiteri entiende que la brecha es lo que permite invertir hoy sabiendo que en adelante, cuando ésta se achique, habrá una oportunidad más importante, sobre todo si se sigue la tendencia de los desarrollos que marcan tendencia en cuanto a la inteligencia de sus funciones y su sustentabilidad ambiental”.
Finalmente, y ante la consulta de Dos Florines, Gastón Grand brinda una explicación bien precisa y sintética del contexto y cómo se deben ponderar las oportunidades.
“Los valores de las unidades, en lo que es el segmento que llamaremos Premiun en la región, medido en dólares más o menos se mantienen y si en algún caso bajó, no lo ha hecho tanto como se depreciado nuestro peso. Por lo tanto, aquel ahorrista que tiene esos dólares, tiene hoy la posibilidad de comprar inmuebles, relativamente accesibles en casi toda la ciudad, en la zona de mayor valor agregado, que todavía sigue manteniendo sus precios. En cambio cuando esa misma persona, cuando decide entrar en un desarrollo, por ejemplo, al costo o con baja utilidad, se encuentra con la posibilidad de acceder a un bien inmobiliario en una zona que va a generar un gran agregado de valor en el tiempo y está ingresando hoy con un esfuerzo menor basado en ese diferencial que le produce su ahorro en moneda dura. La posibilidad de invertir en obras de arquitectura en el mercado inmobiliario está siempre vigente. Pero esto es para un sector muy chiquito que es el que está en moneda dura. La gran demanda habitacional sigue todavía con escasa o nulas opciones para poder acceder a una vivienda, que no son ahorristas inversores, y cuentan con pocas herramientas”, concluye el ex viceintendente de la ciudad.