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Hay tambos y tambos, el contrapunto entre Chemes y Sammartino

El vicepresidente de CRA y el titular de la Dirección Nacional Láctea polemizaron en las redes sociales por la disímil situación que viven los tamberos. Danilo Lima

La inauguración de paneles solares para la generación de energía eléctrica autosustentable hizo que el establecimiento La Rosalía fuera noticia nacional. La información fue publicada prácticamente en todos los medios.

No es para menos. El tambo ubicado en Espinillo, cerquita de Paraná, posee 500 vacas que producen unos 12.000 litros de leche por día. Es el único certificado, además, para exportar a la Unión Europea.

Para los paneles solares se invirtieron más de $5 millones, sobre un total estimado de $30 millones en el establecimiento.

“Todo este emprendimiento empezó con mis padres que hoy me siguen acompañando y hemos comenzado hace algunos años un proceso de transformación, eficiencia y sustentabilidad de nuestro tambo”, contó Laurentino López Candioti, director general de La Rosalía.

El impacto de la noticia fue tan importante que hasta el presidente Mauricio Macri le mandó un whatsapp a López Candioti para felicitarlo.

“Laurentino, ¿cómo andas? Soy Mauricio Macri. ¡Felicitaciones! Me dijeron que tenés un tambo totalmente futurista, con cámaras que permiten ver el ordeñe de las vacas, paneles solares para tener energía propia, un orgullo entrerriano. Así que felicitaciones a vos y a toda tu familia y un cariño grande para todos los vecinos de Espinillo. ¡Vamos para adelante!”, fue el mensaje del Presidente.

En las redes.

El whatsapp de Macri a López Candioti, seguramente sin quererlo, generó un fuerte intercambio en las redes sociales entre el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, y el titular de la Dirección Nacional Láctea, Alejandro Sammartino.

Chemes, tambero y entrerriano, opinó en su Facebook que “hay tambos y tambos, pero un Presidente tiene que estar para todos”. Y agregó: “Acabo de leer con sorpresa que el presidente Mauricio Macri llamó por teléfono a Laurentino López Candioti, de La Rosalía, para felicitarlo por su emprendimiento que también nos alegra a nosotros que nos sumamos a ese saludo”.

El ruralista, sin embargo, aprovechó para tirarle algunos dardos a Macri; al secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y al secretario de Agricultura, Guillermo Bernaudo, y añadió en su posteo que le llamaba la atención que “el Presidente, con un equipo de colaboradores entrerrianos tan a mano, no levante el teléfono para hablar con los que, en distintos segmentos agropecuarios, hacemos el aguante desde hace años tratando de sostener producciones que generan arraigo y son vitales en la alimentación de los argentinos”.

“Esperamos ese llamado para destrabar las tantas dificultades que no nos dejan acceder a los créditos y que no nos permiten un buen precio”, agregó el dirigente de CRA, y, sin mayores sutilezas, precisó: “Sobre todo para que nos cuente que de una buena vez hay para el resto de los tamberos una política de Estado que facilite el trabajo, el desarrollo y ponga la leche en una economía regional sustentable y al alcance del bolsillo de todos los que trabajamos y hacemos el país a diario”.

Réplica.

Sammartino, amigo de Chemes en Facebook, no tardó en responderle, molesto, al entrerriano. “¿En la Argentina no se puede felicitar a los que innovan y progresan? ¿Qué país estamos construyendo desde la censura a todo lo que no estamos de acuerdo? ¿No hay políticas de Estado para la leche?”, le recriminó el funcionario al ruralista.

“Hoy Argentina exporta lácteos recuperando mercados, la producción se recupera, generando valor para que el productor recupere precio en un marco de mayor transparencia y ordenamiento. En Nogoyá se vivió una fiesta. Hay demanda por la vaquillona”, agregó Sammartino en su posteo, tras lo cual admitió que “falta mucho todavía, pero a la Argentina la salvamos desde el protagonismo de gente como Tino (López Candioti) y vamos a salir. Muchos tamberos son como López Candioti y dan el ejemplo de pasión por lo que hacen. Dejemos de ser víctimas y seamos protagonistas”, concluyó el funcionario nacional.

¿Censura?

Chemes, que desde hace rato cuestiona la política lechera del Gobierno nacional, no tardó en responder la réplica de Sammartino y le aclaró que “de ningún modo” estaba en contra de que Macri “felicite a los que progresan en su actividad porque esa es una alegría que compartimos todos. Es más, lo que pretendo es más grande: que el saludo llegue también a los que sostienen la cadena alimentaria lechera, en soledad”.

“‘Censura’ es demasiado y quienes pertenecemos a la actividad gremial agropecuaria estamos lejos de eso y más cerca de las construcciones colectivas que son de abajo hacia arriba. Por eso aceptamos integrar la Mesa Lechera, donde se transparenta el apoyo del Gobierno a la industria en desmedro de los productores”, subrayó Chemes, poniendo el dedo en la llaga.

Y enfatizó: “Cuando digo que no hay políticas de Estado es porque el precio de la leche aumentó debido a que no hay leche y la única causa fue la caída de la producción. Lo poco que se pudo exportar fue consecuencia de la devaluación que provocó un dólar competitivo. Hasta acá deberíamos coincidir en que lo que sucede en la lechería es más fortuito y casual que fruto de una planificación”.

Chemes, asimismo, cuestionó la mirada de Sammartino sobre la actividad lechera: “Si vos considerás que política lechera es una exposición con una venta de 26 vaquillonas, la visión que tenemos sobre el desarrollo y la lechería es muy diferente”.

“No tengo dudas de que vamos a salvar el país desde el protagonismo. Lo sabemos quienes llevamos toda la vida invirtiendo en el país. Ayudaría también la planificación y políticas de desarrollo que retribuyan el esfuerzo y tanta carga impositiva. Si hay víctimas en este escenario son las que quedaron atadas a la falta de políticas, a la ausencia de créditos, y al desorden de la cadena”, disparó Chemes.

“Acá no se trata sólo de premiar a los que andan muy bien. Se trata de empujar a los que la vienen remando de toda la vida. Y si los que deben hacerlo, no saben, no pueden, o no quieren, dejen el lugar a los que de verdad quieren una lechería de todos”, concluyó Chemes en lo que podría interpretarse como un pedido de renuncia al funcionario nacional, un hombre que, vale recordarlo, nunca fue bien visto por los tamberos dada su cercanía con la industria.

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