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Entrerriano creó una app para ahorrar: la start up consiguió U$S 1.000.000 y llegó a México

Mauricio Kremer y sus dos socios crearon Kigüi, una app que incentiva a los consumidores a comprar productos próximos a vencer y les retribuyen hasta un 60% del valor. Ya está vigente en toda Argentina y se expande en Latinoamérica en tiempo récord. Nahuel Amore

Ante la grave problemática del desperdicio de los alimentos que atraviesa el país y todo el mundo, tres emprendedores argentinos, entre ellos uno entrerriano, decidieron buscar una solución amigable y avanzaron en la creación de una aplicación móvil. Fue así que este año lanzaron Kigüi, una herramienta digital que se gestiona a través de los teléfonos celulares y les paga a los consumidores que compran productos próximos a vencer.

Junto a Maximiliano Dicranian y Gonzalo Castro Peña está el concordiense Mauricio Kremer, quienes propusieron reducir el desperdicio de inventario mediante un sistema de reintegros en pesos, también conocido como cashback. De esta manera, a través del uso de la app, los usuarios saben dónde están los productos por vencer y pueden ahorrar entre un 20 y 60%, sea con la compra de leche, panes, carnes o snacks, en las principales cadenas de supermercados.

Los emprendedores lograron sintetizar en un mismo proyecto diferentes problemas paradójicos: que la situación económica es compleja para muchas familias, que millones de toneladas de alimentos son desechados a diario e, incluso, que los consumidores no pueden pagar el mismo precio por un producto que está al límite de su fecha de vencimiento respecto de uno recién loteado.

Según destacan, el resultado comienza a tener de inmediato sus frutos ya que resulta un estímulo para ambos extremos de la cadena: para las alimenticias es una oportunidad de reducir sus desperdicios y para los consumidores de pagar menos. “Las personas la usan mucho para ahorrar porque tiene hasta un 50 o 60% de reintegro en algunos productos. Pero también les gusta porque están haciendo una buena acción”, sintetizó a DOS FLORINES Kremer, quien ya se radicó en México para instalar allí la app.

La arquitectura del emprendimiento es también toda una novedad y un desafío en sí mismo, que obliga a trazar objetivos bien definidos para sostenerse en el tiempo. Kigüi es el resultado de la creación de una start up –conocida como empresa emergente o incipiente de base tecnológica, con capacidad de rápido crecimiento–, que en poco tiempo logró un importante apalancamiento. Según reveló el entrerriano a este cronista, ya reunieron más de un millón de dólares de inversiones, y salieron al mercado con la intención de expandirse por Latinoamérica y otros países de habla hispana.

Mauricio Kremer

Inicios

La solución tecnológica forma parte del trabajo final para el MBA que estudiaron en el IAE Business School de la Universidad Austral. “Esto comenzó en 2020 como un proyecto de tesis de una maestría que estudié junto con Gonzalo y Maximiliano”, contó, y destacó que “el desarrollo es puramente interno” y que hoy son en total 15 personas quienes trabajan en Kigüi.

“Lo lanzamos este año en febrero. El año pasado estuvo a prueba con diferentes alternativas. Al principio hicimos un software para las empresas vinculado a reducir el desperdicio de inventario, hasta que llegamos a lo que es hoy Kigüi. Fuimos buscando diferentes soluciones, iterando, hasta que encontramos esto que nos está yendo muy bien”, sintetizó Kremer respecto del vertiginoso proceso.

Según destacó, la aplicación funciona en todas las ciudades de Argentina, de punta a punta, y explicó que ello se debe a que “los convenios son con las marcas y no con los supermercados”. “Si, por ejemplo, hacemos convenio con Bimbo, la empresa nos dice que puede ser en todo el país y en tales cadenas de supermercado. Lo mismo si es con Quilmes, por ejemplo”, señaló.

En esa línea, aclaró un tema no menor, ¿de dónde sale la plata para devolverle a los consumidores? La respuesta es sencilla: no depende de los supermercados sino de las industrias alimenticias. “Es el convenio con la marca la que nos paga a nosotros el reintegro, más un ticket que ganamos por trabajar con esto”, sostuvo a DOS FLORINES, aunque no detalló el porcentaje de ganancia propio.

Expansión

En menos de un año, la app reintegró más de 6 millones de pesos entre los usuarios de la Argentina y ayudó a que se vendan a un mejor precio 200 mil productos que estaban por vencer. El objetivo es seguir dándose a conocer y sumar más empresas en el país.

Pero eso no es todo. La expansión internacional es también otro camino por recorrer. Tras el nacimiento de la herramienta, ya invirtieron importantes fondos de inversión, entre ellos Newtopia VC y Lote Capital. Esto permitió el desembarco de la app en México en julio de este año.

“Somos una start up. Hicimos una ronda de inversión, con inversores de Chile, de México, de Argentina, por más de un millón de dólares. Todo eso está invertido en la parte de programación, en software y en el crecimiento de la captación de usuarios”, valoró el joven emprendedor, que lleva el mismo apellido que el “Puma” Marcos Kremer por ser primo lejano.

En relación a los pasos que están dando, se explayó: “En México lanzamos hace tres meses. Estoy viviendo acá, entonces nuestro foco va a estar en expandirnos en Latinoamérica. Queremos ser la principal app donde podamos disminuir el desperdicio de inventario para las marcas y también proveer al consumidor diferentes alternativas de compra y de ahorro, focalizado en una sola aplicación”.

Consultado por cómo seguirá ese camino, indicó que “por ahora es todo Latinoamérica” y anticipó que “seguramente el año que viene será Colombia o Chile”. De todas maneras, aseguró que la intención es poder poner un pie en Europa. “Quizá se podría seguir por España, al tener el mismo idioma y algunos clientes que podamos compartir”, contó a DOS FLORINES.

Cómo funciona

La aplicación móvil es gratuita y apuesta a ser de fácil uso e intuitiva. Una vez descargada, para teléfonos con Android o iOS, los usuarios deben generar un usuario y se carga el CBU/CVU, belotag o Alias de la cuenta donde se quiera recibir el cashback.

Una vez activa, se pueden chequear supermercados, categorías y marcas que participan. Los rubros más buscados son Lácteos, Panificados, Gaseosas Cervezas, Snacks, Masas, Fiambres, Golosinas y Almacén.

Cuando ya están haciendo las compras, los usuarios eligen aquellos productos próximos a vencer. Respecto de los tiempos, en un plazo de 24 horas cargan una foto del ticket y del envase y se les reintegra hasta un 60% del precio que se pagó.

El concordiense explicó además que avanzan en una nueva funcionalidad que se pone a prueba en su ciudad de origen. “Estamos sacando algunos modos en la aplicación que vamos probando, donde la app te dice exactamente dónde está el producto, que hoy eso el resto del país no lo tiene”, indicó, y agregó: “Aprovechamos a hacer publicidad muy focalizada en diferentes ciudades. Comenzamos por Concordia y después veremos, probaremos lo que mejor funcione en otras ciudades”.

Impacto ambiental

Desde Kigüi ponen el foco discursivo en el beneficio ambiental de esta política empresaria. Según advierten, el desperdicio de alimentos es un problema mundial. Los números son impactantes: el 17% de los alimentos que se producen en el mundo son desperdiciados. Sólo en Argentina, 16 millones de toneladas de alimentos se tiran por año. Casi un cuarto de este desperdicio, es decir 4 millones de toneladas de alimentos, se da en los supermercados. Las pérdidas económicas alcanzan los 350 billones de dólares al año.

Asimismo, plantean que el problema está en todas partes: desde el momento de la producción (a veces por problemas climáticos), en la distribución, en los supermercados, en los restaurantes y en los hogares también. “Todos tenemos que empezar a cambiar nuestros hábitos para poder terminar con el desperdicio de alimentos”, expresan de manera institucional.

Finalmente, subrayan que con Kigüi se proyecta que la comunidad rescate 2.000.000 de alimentos este año. Estos rescates representan una huella de carbono equivalente a 4.920 toneladas de CO2 y a 14.000 millones de litros de agua potable.