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En Paraná, “muchos negocios tratan de sobrevivir y otros quedan en el camino”

En diciembre las ventas repuntaron, pero cerró 2020 con malos números. No hay expectativas para enero y febrero. Mientras tanto, aumentan los costos y las restricciones los ponen en jaque. Dos Florines

Marcelo Ruggeri, secretario de la Cámara de Comerciantes del Microcentro de Paraná, advirtió por el cierre de negocios, sobre todo en la zona céntrica, como consecuencia de la caída de las ventas. “Si no mejora la actividad comercial, va a estar mucho más complicado. Vamos a ver muchos más comercios cerrados. Lamentablemente, ya se está viendo”, anticipó.

“Muchos negocios están tratando de sobrevivir y muchos que van quedando en el camino. Eso uno lo ve día a día con locales desocupados, con gente que dice que cierra a fin de mes, que aguantó diciembre y cierra ahora”, consideró.

Desde esta perspectiva, tras el embate de la pandemia, opinó que 2020 “fue un año muy malo en general y los que se recuperaron fue para sobrevivir, terminar de pagar cuentas: hay alquileres que se deben, impuestos que se deben”.

En el mismo sentido, ante el rebrote de contagios y las nuevas restricciones que vuelven a ponerse en la lista de opciones de los gobiernos, anticipó: “Si se vuelve para atrás con esta segunda ola, va a ser mucho más complicado todavía”.

Ventas

En diálogo con el programa Para Empezar, por Radio Costa Paraná 88.1, el comerciante analizó el resultado de diciembre y consideró que las ventas mejoraron de modo relativo -tras meses de una brusca caída- y variable -según los rubros-.

“En calzados, en unidades vendidas, bajamos un 15 o 20% de lo que vendimos en diciembre del año pasado, pero fue la mitad de lo vendido todo el año”, ejemplificó. De todos modos, contó que se vendieron más los productos de menor valor, por lo cual sostuvo que “en cuanto a rentabilidad fue un año malo”.

De cara a lo que se viene, antició que en enero y febrero “bajan mucho las ventas, sobre todo en estas épocas en las que no sobran recursos”. “No tenemos una buena perspectiva, pero uno ya lo sabe. Vaticinamos que va a ser malo. La gente no se va de vacaciones, no sale de la casa y no compra tampoco calzado ni vestimenta. No tenbemos muchas expectativas con respecto a enero y febrero”, expresó.

Por otro lado, respecto del inicio de clases que siempre impulsa distintos rubros comerciales, se mostró cauto ante la incertidumbre que todavía reina. “Tampoco sabemos qué va a pasar. Estamos a la expectativa de cómo se va a ir dando el año desde el arranque”, indicó.

Costos

Ruggeri planteó que la falta de ventas se combina con la suba de costos que obliga a distintos comerciantes a tener que achicarse o cerrar. Tal fue el caso de la Juguetería Pichi que a fines de 2020 cerró una sucursal. “No daba para seguir teniendo dos negocios en la peatonal”, consideró.

De todos modos, analizó: “Cada caso es particular pero generalmente los que cierran son negocios más chicos o que no les da para pagar un alquiler en la peatonal y se van a los barrios. No son tantas las empresas grandes que cerraron”.

Desde esta perspectiva, reconoció que muchos negocios optaron en pandemia por mudarse a los barrios, no sólo por menores costos, sino también por la afluencia de clientes de proximidad. “Lo único que se controló fue en el centro y en los barrios fue normal, con circulación de gente más o menos normal. En el centro se notó la baja de circulación, sobre todo al principio y mediados de año. En los barrios se mantuvo”, indicó.

Por otro lado, respecto de los alquileres, lamentó que los valores siguen aumentando, a pesar del contexto crítico. Incluso, aseguró que llegan a representar el 15% promedio de la estructura de costos de un comercio. “Es muy difícil tratar de aguantarlo, sobre todo en meses que no se vende”, afirmó.

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