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En Diputados arrancó el debate por la nueva ley de semillas

Atilio Benedetti, presidente de la Comisión de Agricultura, prometió que “se van a escuchar todas las voces”. La expectativa es que la norma salga este año. Dos Florines

 

La Cámara de Diputados de la Nación dio este miércoles el primer paso para la sanción de una nueva ley de semillas que reemplace a la Ley N° 20.247, aprobada en 1973, con el inicio del debate de los distintos proyectos en la Comisión de Agricultura que preside el diputado entrerriano (Cambiemos), Atilio Benedetti. Se trata, por cierto, de la iniciativa más importante relacionada con el sector agropecuario que se discutirá este año en el Congreso dado que marcará el futuro de la agricultura de las próximas décadas, y, también, la más polémica debido a las contrapuestas posiciones de las partes en pugna.

Desafío.

Benedetti, al inaugurar el debate, dijo que reformar aquella norma es “un enorme desafío” y prometió que “se van a escuchar todas las voces y sectores que participan en este importante mundo de las semillas vinculado a las distintas producciones”. La discusión de este “tema complejo” se dará en un marco de “seriedad, responsabilidad y amplitud”.

“Tenemos expectativas de que éste sea el año de la reforma de la ley de semillas”, remarcó. La tarea, sin embargo, no será sencilla.

El legislador de Larroque recordó que “la ley 20.247 fue muy importante, pero ya tiene 45 años y en ese tiempo ha habido un enorme desarrollo científico tecnológico y avances de la genética” que hacen necesario “adecuar la norma a los tiempos que corren para que nuestro país pueda potenciar su capacidad productiva”.

“Todos somos conscientes de que en este tiempo ha habido varios intentos de avanzar en esta reforma y al haber muchos actores involucrados, desde luego que hay distintas miradas”, agregó.

Equilibrio.

Benedetti también se refirió a la necesidad de conseguir una normativa equilibrada. “Tenemos una gran expectativa en poder contar con los acuerdos necesarios para lograr que todos aquellos que investigan y trabajan para el mejoramiento genético, puedan tener la protección que necesitan para seguir adelante con sus estudios y el desarrollo de esa tarea. Pero también necesitamos encontrar un equilibrio para cuidar a nuestros productores, que son quienes deben hacer frente a esta necesidad de retribuir el desarrollo tecnológico, científico y del conocimiento”, enfatizó.

Este es, en definitiva, el nudo central que deberá desatarse en el Congreso porque unos –los semilleros multinacionales– y otros –los pequeños productores representados por la Federación Agraria Argentina (FAA)– mantienen posturas extremas muy firmes sobre esta materia.

Con este escenario de fondo, Benedetti señaló que la idea del oficialismo es que “el tratamiento de los proyectos que ponemos a consideración hoy y de las propuestas que puedan llegar a surgir del trabajo en conjunto en comisión, pueda ayudarnos a obtener un dictamen que luego sea acordado y sancionado. Desde luego que la expectativa es que 2018 sea el año de la reforma de la ley 20.247”.

La FAA sostiene de manera enfática que cualquier modificación de la legislación vigente debe garantizar que la tecnología se paga en la bolsa, que la ley sea de orden público y que se mantenga el derecho al uso propio de los productores.

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