La recaudación cayó 95%. Con subsidios por $24 millones, deben cubrir costos operativos por más de $80 millones. Nahuel Amore
La crisis del transporte público se agravó aún más durante el período de cuarentena obligatoria que rige en el país por el coronavirus. En ese complejo escenario, Marcelo Lischet, titular de la empresa Mariano Moreno -que forma parte de la Agrupación Buses Paraná junto a Ersa-, puso en números las pérdidas económicas que acumulan por estos días y alertó por la situación de emergencia que viven las firmas del sector, no sólo ante los gastos fijos que deben afrontar y la falta de ingresos genuinos para cubrirlos, sino también por la ausencia de políticas que den sustentabilidad al sistema.
En un mano a mano con DOS FLORINES, el empresario paranaense aseguró que los costos operativos totales por mes superan los 80 millones de pesos, que deben ser cubiertos con apenas 24 millones de pesos que reciben en concepto de subsidios nacionales y provinciales. De esta manera, sin nuevos ingresos por la caída de la recaudación, el pasivo que se acumula por mes asciende por encima de los 50 millones de pesos para ambas empresas de colectivos que deben garantizar un servicio clave para el Área Metropolitana de Paraná.
Según explicó, la cifra representa estimativamente unos 20 millones de pesos más que la deuda en febrero pasado, cuando la Municipalidad de Paraná intervino para solicitar al Ministerio de Transporte de la Nación una compensación ante el congelamiento de las tarifas. En ese momento, el pasivo ascendía a 29.900.000 pesos, monto que hasta el momento no fue cubierto y que se ensanchó por los ajustes salariales trimestrales y el DNU presidencial de sumas fijas, cuya deuda tampoco fue abonada a los trabajadores –que hoy reclaman por el 50% de su salario de marzo, entre otros ítems–.
La cantidad de pasajeros durante la pandemia dan cuenta precisamente de una caída estrepitosa de la recaudación que alcanza el 95%. Con frecuencias de domingos, un 30% menos de coches en circulación y personal licenciado por formar parte de grupos de riesgo, los usuarios bajaron de 90.000 diarios a apenas 4.500, en promedio. En otras palabras, en el Área Metropolitana sólo circula un 5% de los usuarios normales, que se traslada para cumplir con las tareas contempladas en las excepciones al decreto de aislamiento social. En ese escenario, las empresas deben continuar con la prestación, por considerarse esencial.
Emergencia
La Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP) solicitó, a través de una carta dirigida al jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, que se declare la emergencia sectorial debido al “alto impacto negativo” de las medidas adoptadas ante la pandemia.
Para Lischet, esto se agrava en las empresas de transporte urbano. “La recaudación es nula para todos los sectores, pero el transporte de larga distancia no gasta gasoil porque está parado, el provincial tampoco y nosotros tenemos la obligación de llevar a la gente de los servicios esenciales”, manifestó.
—¿De cuánto es el impacto en números para las empresas locales?
—Normalmente, una subida de pasajes estaba aproximadamente en 90.000 personas en un día normal y en estos momentos estamos trasladando alrededor de 4.000 a 4.500 personas. Los coches en circulación son aproximadamente el 30% y el consumo de gasoil, entre las dos empresas, es de 5.000 litros diarios, que hay que ir pagándolo para prestar el servicio, sin ingresos. Por otro lado, estamos esperando para ver qué resuelve el Gobierno nacional con respecto al transporte de pasajeros a partir de que se flexibilice la pandemia. Ahora, nada va a ser igual, porque va a haber alternativas. La diferencia es que el transporte en Capital Federal está pago por el Gobierno nacional, pero no así en el interior del país. Es un país federal, pero con decisiones unitarias.
—¿En qué los ayudaría la declaración de emergencia para sostener a las empresas?
—Nosotros pedimos ser declarados en emergencia porque hay normas puntuales en la Ley de Contrato de Trabajo y porque prevé la readecuación de las partidas de subsidios nacionales. Al readecuar eso, si es un servicio esencial, accederíamos a los créditos a baja tasa y hay coberturas del Ministerio de Trabajo de la Nación para pequeñas y medianas empresas, a través de un subsidio mientras dure esta situación. Se debe decretar la emergencia para acceder a eso. Ayer el ministro anunció que se estaría evaluando decretar la emergencia y podríamos recibir un aporte para hacer frente a los sueldos.
Salarios
Los sueldos son el punto más sensible de la crisis sanitaria, por las dificultades reales de la mayoría de las pymes para afrontar el pago de la nómina salarial ante la paralización casi total de la actividad. De hecho, Buses Paraná abonó este mes la mitad de los haberes de los 460 trabajadores que dependen de ambas empresas que tienen la concesión del transporte público.
—Este mes abonaron el 50% y hay incertidumbre de los empleados para los próximos meses. ¿Cómo afrontan esta situación?
—Cualquier empresa que no tiene ingresos, se pone en una situación extremadamente difícil. Si no tenemos ingresos, no podemos pagar. Lo que se está pagando salarios al 50% es por los subsidios que se recibieron por el mes pasado desde el Estado nacional y provincial. Lo que hemos hecho es trasladar la masa de ingresos a los salarios, y no tenemos cobertura para el gasoil. La crisis es generalizada y, si no se toma una determinación de fondo, no se puede subsistir. Hay que ser conscientes de que se firmó un contrato en 2018 que tenía cláusulas recíprocas, pero ya nosotros veníamos planteando que con el congelamiento de tarifas se hacía imposible cumplir. Por ello, el estado de emergencia va a establecer que se pueden replantear ciertas cosas. La Ley de Contrato de Trabajo tiene posibilidades de que, por circunstancias excepcionales, uno pueda reducir los salarios del personal, pero nosotros no hemos planteado eso. Lo que queremos es ver cómo se sale de esto. El dinero que está ingresando se está trasladando a los choferes.
—¿De dónde sale concretamente ese 50% abonado y cuánto representa en dinero?
—El 50% es porque la Provincia ingresó un dinero a las empresas y fue trasladado directamente al área del personal. El total de los salarios es aproximadamente de 30 millones de pesos, sin contar aportes; mientras que lo que aportó la Provincia el día lunes fue una transferencia de 14 millones de pesos, es decir, menos de la mitad. También la Provincia está en una situación crítica. ¿Cuánto puede aguantar sin ingresos y hacer frente a estos compromisos? Por eso, la emergencia va a ser para todos. Estamos en el mismo barco, como con la Municipalidad. El empleado tiene que entender que la empresa no tiene recursos.
—¿Cuáles son los gastos totales y cuánto representan los salarios?
—Tenemos un costo que establece la Secretaría de Transporte, similar a Buenos Aires, según la cantidad de kilómetros y el personal. Calculamos el kilómetro, tal cual una línea de Capital Federal, por arriba de 120 pesos. Antes de la emergencia estábamos funcionando con 800 mil kilómetros. Es decir, hablamos de un costo mensual de más de 80 millones de pesos, con impuestos y todos los gastos. Por otro lado, los ingresos que tenemos son los 14 millones de pesos de la Provincia y el subsidio nacional de aproximadamente 12 millones de pesos. Es decir, no nos alcanza ni para pagar la totalidad de sueldos. Estamos hablando de poco más de un 30% de ingresos. La otra recaudación era por boletos, pero no la tenemos más, desapareció. Aparte, tenés el agravante de que el dinero no lo manejamos nosotros, sino SUBE. Y SUBE está atrasado, pagando recién febrero. En marzo cobramos un anticipo de los primeros días de febrero y todo marzo no tuvimos ingresos, con deuda de febrero. Es una circunstancia muy delicada y no sólo de nuestra actividad.
Pasajeros durante la cuarentena
– 3/20/2020 7.498
– 3/21/2020 3.968
– 3/22/2020 1.910
– 3/23/2020 2.757
– 3/24/2020 2.685
– 3/25/2020 5.494
– 3/26/2020 5.538
– 3/27/2020 8.118
– 3/28/2020 5.016
– 3/29/2020 2.292
– 3/30/2020 6.543
– 3/31/2020 4.096
Fuente: SUBE
