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Durante la pandemia, casi un tercio de los profesionales perdió algún empleo

La Confederación General de Profesionales (CGP) desarrolló una encuesta en mayo entre 10.590 profesionales universitarios de todo el país. Se advirtió que las mujeres perciben un 38% menos que los hombres. Dos Florines

Una encuesta de la Confederación General de Profesionales (CGP) revela las actuales condiciones laborales y de ingresos de las y los profesionales argentinos, que llevaron adelante durante gran parte de la pandemia que vivimos y aún se mantiene, especialmente de abril de 2020 (mes de la primera encuesta realizada por la GGP) a mayo del 2021. El principal objetivo de este sondeo es dar cuenta de la situación que sobrellevó el colectivo de profesionales en todo el territorio nacional. Este arrojó resultados contundentes referidos a la brecha de género, las modalidades precarias de contratación, el deterioro del trabajo en relación de dependencia, la “monotributación” e impacto de la pandemia, entre otros.

Entre los primeros indicadores que se muestran en este estudio de opinión llevado adelante por CGP y coordinado en nuestra provincia por la Asociación de Entidades Profesionales Universitarias de Entre Ríos (Aepuer), se destaca que en 2021 el 64% de los profesionales es principal sostén del hogar y el 51% factura por sus servicios. El promedio de ingresos mensuales de los profesionales es de 79.500 pesos, con el marcado detalle que las mujeres ganan un 38% menos que los hombres, mientras que el ingreso promedio entre las mujeres es de 66.200 pesos, los hombres ganan 106.264 pesos por mes. El incremento interanual entre 2020 y 2021 fue 40,5%, con el apartado que la mitad de los y las profesionales gana menos de 65.800 pesos. Además cabe destacar que el 33% percibió que ser mujer le afectó negativamente en los vínculos laborales.

De esta manera, también se detalló que la “mediana” del salario de las mujeres es de 57.500 pesos, es decir que más de la mitad de las profesionales están por debajo de este ingreso. Mientras que en los hombres este número ronda los 91.100 pesos por mes. Además, se alertó que casi un tercio de esta población perdió algún trabajo.

 Por otra parte, en lo que refiere a los ingresos familiares el promedio mensual es de 120.657 pesos. Teniendo en cuenta que la canasta básica para el mes de mayo era de $64.445, en cada hogar, con al menos un profesional, los ingresos estarían alcanzando casi el doble de la línea de pobreza.

Modalidades de contratación

Además, en cuanto a la modalidad de contratación, el 51% de los y las profesionales factura por sus servicios de manera independiente, el 32% lo hace en relación de dependencia (ingreso único) y el 14% combina salario con facturación. Allí también se destaca que el 82% de los inscriptos en AFIP son monotributistas.    

Este relevamiento también reveló que los gobiernos municipales recurren a formas más precarias de contratación con respecto al provincial y nacional. De aquí se amplia que el 24% de los y las profesionales que trabajan en municipios tiene contrato de locación de servicio, a esto se le suma que un 4% tiene becas o contrato informal, lo que suma casi un 30% de precariedad en la modalidad de contratación.

Cada profesional que participó de este estudio de opinión también se refirió al sector donde desarrolla sus actividades, de este modo se detalla que el 50% lo hace en el sector privado, un 22% en el sector público, el 18% se desarrolla tanto en ámbito público y privado y el resto combina su actividad profesional en el ámbito público, privado y en organizaciones de la sociedad civil.

Otras de las consultan que se destacan en la encuesta es sobre las nuevas herramientas digitales a las que tuvieron que acceder los y las profesionales para llevar sus tareas vía home office. Ante esta referencia, un 47% respondió que ya las usaba, mientras que un 37% dijo que no, que tuvo que aprender y ahora ya las usa bien, por ultimo un 14% contestó que no las usaba y aun le sigue costando utilizarlas y se valen de la ayuda de algún colega o familiar.

En esta misma línea, también se determinó que la mitad de los y las profesionales ya contaba con el equipamiento técnico necesario para llevar adelante sus tareas (dispositivos electrónicos, conexión adecuada a internet, entre otras), por otra parte un 21% tuvo limitaciones en cuanto al acceso a PC, notebooks o tablets y  mientras que el 13% de los y las consultadas se vieron limitados en cuanto al acceso a internet.

Impacto de la pandemia

Los efectos de la pandemia han dejado mella en lo que respecta a la actividad profesional, de acuerdo a este sondeo, 28% perdió algún trabajo de los que desarrollaba hasta marzo del 2020. Es decir que casi un tercio de los y las profesionales perdieron algún empleo. Si bien este dato no afecta directamente en los números generales de desocupación, sí lo hace en cuanto a los ingresos percibidos en cada caso particular. En lo que refiere a nuestra región (NEA) ese número escala al 32%.

Ante la consulta sobre el apoyo recibido por parte del estado durante este tiempo de pandemia, el 86% de los y las encuestadas respondió que no tuvo beneficios de la seguridad social, el 8% recibió el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), un 4% asignaciones familiares a trabajadores en relación de dependencia y monotributistas y finalmente un 1% se vieron beneficiados por asignaciones familiares por hijo.

Además, este relevamiento expuso que más de la mitad de las u los profesionales tuvo que recurrir a algún tipo de ayuda financiera para sortear sus gastos, entre estos el 33% pidió prestamos a familiares y amigos, el 13% a través de créditos bancarios, otro 13% buscó solventar sus gastos por medio de refinanciación de tarjetas de crédito y el resto tuvo que solicitar créditos personales a tasa 0% y ayudas económicas a través de colegios y entidades que agrupan su profesión.

Finalmente, en cuanto a las y los profesionales que desarrollan su tarea de manera informal, se detalla que sólo el 24% fueron beneficiados por el IFE y el 47% de estos necesitó algún préstamo de personas conocidas.