ENFOQUE PORTADA

Desafíos y esfuerzos de ser argentino, un análisis comparado

Por Horacio Gruber – CPN – Especialista en mercados financieros //

Muchas veces nos preguntamos por qué existe un circulo vicioso respecto a la pérdida de poder adquisitivo del salario.

Planteamos discusiones vinculadas al componente impositivo, la cadena de valor de los alimentos, el valor internacional del las commodities y los márgenes de ganancia de los formadores de precios que controlan la producción y comercialización en grandes superficies, muchos de estos en manos de grandes productores y cadenas de comercialización internacionales.

Pero, alguna vez nos hemos preguntado cuánto es el esfuerzo económico de ser argentino a la hora de alimentarnos respecto de otros países?

En este artículo abordó la anterior pregunta, comparando dos grandes ciudades del mundo: Buenos Aires y Londres.

A través de este trabajo quiero exponer el esfuerzo al que se los somete a los habitantes de un país productor de alimentos, generando una puja constate de precios y salarios.

El otro punto a exponer es si los precios de los alimentos son formados por interes nacionales y a precios nacionales o intereses internacionales y a precios internacionales.

Abordaje.

En la plantilla expongo los precios y salarios minimos de estas dos dos grandes ciudades a valor nominal y determino el esfuerzo económico, o sea qué porcentaje de cada sueldo minimo se utiliza para una determinda cantidad y tipo de alimento, (incluyo a manera anecdótica la compra de un automóvil).

Por ejemplo con un salario mínimo de 33.000 pesos, un porteño requiere el 2.36 % del sueldo para adquirir un kilo de carne picada mientra que un ciudadano de Londres con salario mínimo de 1.750 requiere 0.34 % de su sueldo, osea 6.94(2.36/0.34) veces más de esfuerzo económico – (en el caso de la carne picada el supermercado Sainsburys aclara 5% de tenor graso, Supermercado Coto no especifica, tomo carne picada especial de dudoso contenido graso).

Con la leche los porcentajes lon son 0.35 % y 0.03 %, con la pechuga de pollo 1.82 % y 0.32 %, con una docena de huevos 0.72 % contra 0,12 %, con el aceite 1.9 % y 0.13 % (con el aceite haré una aclaración aparte), harina 0.23 % y 0.09 %, los demás datos los comparto en la planilla

Respecto al aceite, la aclaración es que es marca Mazola en los dos supermercados, con la salvedad de que en Sainsbury es un litro y Coto 900cc., me pregunto: ¿Pagaremos por este bien un precio nacional o internacional?, ¿Vale lo mismo en Buenos Aires que en Londres?, ¿Vale más  o vale menos?.

La lógica nos diria que en un país rico y  en una ciudad ícono del mundo capiltalista los alimentos deberían ser más caros, (les comparto los datos que se mantinen estables en Londres y agravados en Buenos Aires respecto al esfuerzo economico comparativos en la planilla del 2008-2022 ya que hice el mismo trabajo en esa fecha en pleno conflicto del campo).

Lógica e ilógica.

Pero el precio del acite Mazola en Londres es 2.25 libras a un tipo de cambio libre de 250 $, lo que nos da un valor por litro en pesos de $563. Si convertimos a litro los $565 por 900 cc. en Buenos Aires  nos da un valor de 620 $.

La pregunta es entonces por qué este bien vale mas caro en Argentina- ¿Tendremos precios internacionales?, ¿Es significativo el componente impositivo en el precio final?, ¿Juegan más los intereses económicos de los monopolios de alimentos internacionales y las grandes supreficies de comercializacion internacionales que los interese de un país?

Si  en Londres el salario minimo para un joven de 22 años, suponiendo que trabaja las 196 horas de la Argentina, es de $ 434.000 pesos (8.91 libras la hora, que se ajusta en abril a 9.50 libras la hora), ¿Cómo no vamos a tener puja salarial contante si acá es de $ 33.000?. ¿En manos de quiénes están los intereses de la Nación? Igual situacion se presenta con los demas artículos  de la planilla.

Dejo a consideración del lector estas últimas preguntas. Sólo a través de la reflexión y encarando los problemas desde otra óptica se podra resolver el deterioro de la economía argentina.