Contadores, a matricularse: ponen la lupa en los profesionales del Estado

17/04/2022

Edgardo Oneto, presidente del Cpceer, instó a que empleados y funcionarios públicos de Nación, Provincia y municipios se matriculen. Esperan un decreto del gobernador Bordet para dar un puntapié. Nahuel Amore

El Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Entre Ríos (Cpceer) relanzó su campaña para matricular a aquellos contadores públicos, licenciados en Administración y economistas que ejercen la profesión sin estar regularizados. Si bien esta situación también se da en el ámbito privado, desde la institución ponen la lupa en esta oportunidad en los empleados y funcionarios del Estado.

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Edgardo Oneto, presidente de la entidad, recordó que la Ley Provincial N° 7.896 determina la carta orgánica del Cpceer y regula el ejercicio profesional tanto en relación de dependencia como en forma autónoma o liberal. Sin embargo, puntualizó: “Hay muchos trabajadores en el ámbito privado o público donde ejercen su labor y deberían estar matriculados”.

En ese sentido, Oneto hizo hincapié en que la mayoría son contadores. “Lo que hemos visto en la administración pública, sea provincial, municipal y nacional, es que hay muchos colegas que ejercen la profesión como contador público, cobran adicionales por el título y no están matriculados. Por eso, les recordamos que deben estar matriculados”, manifestó a DOS FLORINES.

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En la misma línea, el concordiense señaló que se creó “un régimen de autobloqueo para aquellos que solamente trabajan en relación de dependencia, sea en empresas o en el Estado, para que se matriculen”.

Asimismo, advirtió esta problemática se presenta “no solamente en el Poder Ejecutivo, sino también en el Poder Legislativo y Poder Judicial”. “Hay muchísimos colegas en la provincia que ejercen su función como contadores, responsables contables, tesoreros y que aplican sus conocimientos profesionales sin estar matriculados”, cuestionó.

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Pedido al gobernador

El Cpceer mantuvo un encuentro en octubre pasado con el gobernador Gustavo Bordet, a quien le plantearon la problemática. Durante la audiencia, según indicó, el primer mandatario se comprometió a emitir un decreto a través del cual se obligue al menos a los funcionarios a estar en regla con lo que dispone la Ley que regula el Cpceer.

Sólo para mencionar a los más importantes, Oneto destacó que el gobernador está matriculado, al igual que el ministro de Economía Hugo Ballay y el titular de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) Germán Grané. “Son todos colegas matriculados autobloqueados, que no ejercen la profesión liberal”, aclaró.

La iniciativa apunta a aquellos profesionales que ocupan cargos públicos. “El compromiso del gobernador es establecer un régimen de obligatoriedad para determinados puestos de funcionarios. En el caso de los empleados exigiría modificar leyes, mientras que para funcionarios se puede hacer vía decreto. Están trabajando en un proyecto. La idea es que salga este mismo año”, anticipó.

De todas maneras, señaló que el proyecto tendría alcance en el Estado provincial. En tanto, resta un trabajo por profundizar en los municipios y comunas, además del Estado nacional, sobre todo en organismos como la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) donde también hay agentes sin matrícula.

Puede ser una imagen de 11 personas, personas sentadas, personas de pie y de traje

Crítica

Según el presidente del Consejo, en la provincia están habilitados para ejercer la profesión 3.400 personas. “Dentro de ellos están los que vivimos en la provincia y aquellos que trabajan aquí pero no viven”, aclaró Oneto, aunque no pudo precisar cuál es el universo de profesionales que deberían regularizar su situación.

“No tenemos el número, pero sí tenemos contacto con las universidades donde nos dicen que gran parte de los colegas recibidos desean trabajar en relación de dependencia y no optan por matricularse en forma inmediata. Luego, si trabajan, analizan los números y lo evalúan; porque tener la matrícula implica un costo”, reconoció.

De todas maneras, advirtió: “Para ejercer la profesión tenés que matricularte y después poder trabajar, como le pasa a un abogado que no pueden presentar escritos o a un médico que no puede recetar ningún medicamento”.

—¿Qué autocrítica hacen desde el Consejo, atento a que todavía no han podido fortalecer el valor de la matrícula como sí lo lograron otras profesiones?

Desde hace años venimos haciendo campañas en las facultades y les explicamos la obligatoriedad. Pero la realidad es que los colegas, sobre todo a partir de los últimos años, no lo hacen por una cuestión de costos. Consideran que es una carga que pueden evitar. Debemos reconocer que es muy distinto el sentido de pertenencia que nosotros teníamos. Las nuevas generaciones son distintas y consideran que para poder trabajar no necesitan el título. Hay muchos monotributistas que se manejan solos, sin auxilio de un profesional, o que lo hacen con un amigo. Hay un tema de conciencia. Como autocrítica debemos decir que quizá no hemos comunicado bien la obligatoriedad.

Evidentemente, también advierte una problemática laboral de fondo...

—La mayoría de los que están egresando de la facultad, quiere trabajar en el Estado. Después de la pandemia quedó en evidencia que la seguridad laboral la da el Estado. La mayoría de la gente joven, de todas las profesiones, quieren algún contrato o vínculo con el Estado. Además, la actividad económica del país no crece, entonces no hay una gran demanda de profesionales en las empresas. Esto también es cierto. Se viene hablando con el resto de los Consejos Profesionales del país y les pasa lo mismo. En algunas provincias ha decrecido la matriculación porque la actividad no demanda profesionales.

—¿Cuáles son los costos más importantes que afrontan los contadores que se inician y que les dificulta matricularse?

—Hoy nuestros profesionales egresados que quieren hacer el ejercicio liberal necesitan básicamente una buena computadora, un buen sistema operativo, los aplicativos y una buena conexión a Internet. Incluso, cada vez se usa menos papel. Sin embargo, no es un costo tan importante como puede ser un odontólogo que necesita un equipamiento para trabajar. El costo que necesita el contador al inicio es menor que quizá otra profesión. Pero me parece que muchos colegas lo resumen a una decisión financiera. De nuestra parte, apuntamos a prestigiar la profesión. Pero la actividad económica del país tampoco ayuda.

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Casos en la Justicia

El Cpceer judicializó algunos casos detectados de ejercicio ilegal de la profesión que se encuentran en trámite. Las denuncias surgen a partir de investigaciones internas que realizan desde el área de régimen de policía de matrícula que se creó hace unos tres años.

“A partir de denuncias fundadas por casos de ejercicios profesionales irregulares que se detectan, hacemos una investigación, determinamos si están inscriptos, intimamos, mandamos carta documento y, en caso de que no haya respuesta, decidimos una acción judicial, que es una denuncia penal por ejercicio ilegal”, explicó Oneto.

De todas maneras, admitió que el desarrollo del proceso “no es muy ágil” y “hay que estar permanentemente”. “En el último año y medio hemos hecho una campaña importante”, acotó.

Consultado respecto de cuáles son las principales problemáticas que advierten, diferenció que el problema no es tanto por aquellos colegas recibidos que no están matriculados, sino fundamentalmente por aquellas personas que, sin siquiera estar recibidos, ejercen la profesión. A ellos también les ponen la lupa, aunque el trabajo requiera de una logística e investigación que implique mayores tiempos.