Dijo que se fue con un sentimiento de desazón. “Sentí que el Presidente nos decía ‘muchachos yo sé que están mal pero se las van a tener que arreglar solos’”. Danilo Lima
El Gobierno nacional, durante la última reunión de la Mesa de Competitividad Láctea que encabezó el presidente Mauricio Macri, confirmó que se reducirá siete días el plazo de pago del comercio a la industria lechera.
“Esta medida mejorará los plazos y las condiciones de comercialización para todos los actores de la cadena, a quienes les dará mayor previsibilidad”, dijo Luis Miguel Etchevehere, el secretario de Agroindustria, al evaluar la decisión adoptada en el marco de las denominadas Buenas Prácticas Comerciales.
“Estamos trabajando para potenciar este estratégico sector, que significa inversión, generación de empleo y arraigo para los argentinos. Hemos avanzado en importantes herramientas como el Siglea (Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina), y recientemente, el inicio del Mercado de Futuro de la Leche que modificará la forma de producir ya que conocer el futuro mejora el presente de los productores”, agregó el funcionario.
Miradas diferentes.
La optimista mirada de Etchevehere, sin embargo, dista mucho de la de numerosos productores cuyos tambos atraviesan una crisis terminal y que –esto, tal vez, sea lo más grave– ya casi han perdido la esperanza de poder remontar la dura cuesta por la que caminan desde hace años.
Jorge Chemes, el vicepresidente primero de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), como muchos de sus pares tamberos, relativizó el anuncio. “Cuando uno tiene 40 grados de fiebre y te la bajan a 39 parece que mejoraste”, le dijo Chemes a DOS FLORINES.
“El acortamiento del plazo de pago es algo positivo, las posibilidades de aumentar las exportaciones también son algo positivo. Hay algunas cosas en las que se ha podido avanzar, pero lamentablemente en el tema precio no hubo avances y esto es lo que necesita hoy el productor para poder sobrevivir y, en un tiempo, aprovechar el derrame del que se habla cuando efectivamente mejoren los niveles de exportación”, agregó el ruralista.
Desazón.
Chemes, en este sentido, remarcó que el último jueves se fue de la reunión con el presidente Macri “con la misma desazón con la que me fui de reuniones anteriores porque al problema estructural, central, de la lechería argentina no le hemos podido encontrar el rumbo. No encontramos la salida. Esto va significar que muchos productores desaparezcan y éste es el gran drama, la gran angustia que tenemos. El productor se está cayendo, no puede sostenerse, y eso es lo que necesitamos revertir de manera urgente”.
El dirigente nogoyaense, además, comentó que lo que les dijo Macri al final de la reunión del jueves lo angustió mucho. “Nos dijo que reconocía la situación que estamos pasando los productores, que reconocía la crisis profunda de la lechería, y que cuando se reúne con nosotros siente dolor de estómago porque entiende lo que estamos atravesando, pero que realmente no existe otra alternativa porque la macroeconomía no ayuda. Sentí, para decirlo en palabras comunes, que el Presidente nos decía ‘muchachos yo sé que están mal pero se las van a tener que arreglar solos’. Sentí que el Presidente nos suelta la mano”.
Desconocimiento.
El vice de CRA, incluso, profundizó su crítica a la administración macrista. “Cada día que pasa tengo la convicción más profunda de que este gobierno no tiene un real conocimiento de lo que significa el campo para el país. No lo tiene como un pilar fundamental de desarrollo y crecimiento. Recién ahora creo que lo están viendo, pero en su momento no han tenido conciencia de que el capital más grande que tiene nuestro país es justamente el campo. Y tengo la sensación de que hasta con rasgos de soberbia han tomado decisiones pensando que las consecuencias no iban a ser las que se han dado, en muchos casos negativas”, criticó el ruralista entrerriano.
Y remató: “A los 62 años me estoy convenciendo cada vez más que en el ambiente político una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace”.
