Ajuste, privatizaciones y reformas: las medidas que prepara Bolsonaro
29/10/2018
El dirigente de ultraderecha ganó el balojate y se prepara para asumir la Presidencia del vecino país. Apuesta a reactivar la economía con una batería de políticas, algunas con repercusiones en Argentina
Jair Bolsonaro, candidato del Partido Social Liberal (PSL), se impuso este domingo en segunda vuelta y es el nuevo presidente de Brasil, rompiendo el liderazgo del Partido de los Trabajadores (PT) en las últimas cuatro elecciones.
El capitán de la reserva del ejército brasileño y diputado federal desde hace más de dos décadas alcanzó el 55,14% de los votos y superó de esta forma al candidato petista Fernando Haddad, que obtuvo el 44,86%, de acuerdo a los resultados oficiales publicados por el Tribunal Superior Electoral, con el 99,95% de los votos escrutados.
La participación en estas elecciones marcadas por la polarización, el descrédito del PT luego del encarcelamiento de su líder, Luiz Inácio Lula da Silva, y el surgimiento de la polémica figura de Bolsonaro, un ultraderechista que promete una guerra contra el crimen y la corrupción y que fue apuñalado en plena campaña, se ubicó en el 78,71%.
Como nuevo Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro liderará el destino de la tambaleante economía brasileña.
El foco del programa económico del mandatario de derecha está en retomar el crecimiento. El desafío es mayor considerando dos años de recesión y la abultada deuda pública que se arrastra. Sin embargo, las ideas que planteó durante la campaña fueron vistas con buenos ojos por el mercado y los inversionistas.
A continuación, las diez grandes medidas que prometió el ahora flamante presidente electo:
1. Achicamiento del Estado
Para Bolsonaro, la administración pública ha crecido de forma desproporcionada a través de la multiplicación de cargos, beneficios y transferencias.
“Podemos hacer más con mucho menos”, planteó en su plataforma, para lo cual estudia reducir a la mitad los 29 ministerios que hoy funcionan en Brasil.
Además, adelantó que controlarán la nómina de sueldos y recortarán gastos a fin de ajustar las cuentas públicas.
La fórmula que plantea el programa hace referencia a reducir en 20% el volumen de la deuda por medio de privatizaciones y venta de activos inmobiliarios y la reducción del costo de la deuda a través de la recuperación del grado de inversión y de la estabilidad monetaria, según informó La Tercera.
2. Reforma previsional
En medio del debate por el envejecimiento de la población y el colapso del sistema previsional, Temer trató de profundizar los cambios, pero no lo logró debido a las fuertes presiones, especialmente de los sindicatos.
En Brasil, son las compañías las que gestionan los ahorros de sus trabajadores.
Ahora, Bolsonaro buscará imponer un modelo de capitalización que se introduciría de forma paulatina y con la opción de elegir entre el antiguo y el nuevo sistema para quienes ya cotizan. “La transición de un régimen a otro genera un problema de insuficiencia de recursos en la medida en que los jubilados dejan de contar con la contribución de los aportantes por la capitalización”, advierte en el programa, pero explica que se creará un fondo para asegurar esas pensiones y que el cambio será gradual.
3. Simplificación tributaria
La reforma plantea una unificación de tributos y una simplificación del sistema.
Esto es aplaudido por el mercado, que reconoce que lo que existe es un sistema “complejo”. Según La Tercera, las corporaciones que funcionan en Brasil destinan 1.958 horas al año para cumplir con sus obligaciones tributarias. La cifra es seis veces el promedio del resto de los países de América Latina.
Entre las medidas figuran la unificación de cinco impuestos específicos por uno que grabará los bienes y servicios.
En el caso de las empresas, la iniciativa plantea bajar los impuestos del 34% actual a un 15%.
4. Plan fiscal
El objetivo del futuro gobierno será mantener un tipo de cambio flotante, una meta de inflación y una meta fiscal.
Además, impulsan una propuesta para que el directorio del Banco Central tenga “mandatos fijos, metas de inflación y métricas claras de actuación”.
Además, planean mejorar la flexibilidad cambiaria e introducir políticas más duras que terminen por ordenar las cuentas.
5. Plan de privatizaciones
Actualmente, Brasil tiene 147 empresas estatales y según se detalla en el programa, 18 de ellas dependen de subvenciones del gobierno para su funcionamiento.
Es más, de acuerdo a datos oficiales, entre 2012 y 2016 el gobierno desembolsó 122 mil millones de reales en las compañías y el retorno que obtuvo llegó a apenas un 73% del gasto en el que se incurrió.
Frente a estas cifras, Bolsonaro prometió “privatizar gran parte” de las empresas estatales del país.
Sin embargo, durante la campaña, desde su equipo aseguraron que habrá compañías estratégicas que no entrarán en este plan, como podría ser Petrobras o el Banco de Brasil.
6. Programas sociales
Desde 2003 que en Brasil existe un programa de beneficios sociales que se denomina Bolsa Familia.
Bolsonaro también se ha comprometido a ampliar el programa Bolsa Familia, impulsado por Lula y que ofrece un subsidio de hasta 195 reales (52 dólares) para familias con baja renta.
Se especula que que los beneficiarios del programa continuarán recibiendo el 75% de su cheque mensual si encuentran trabajo en vez de que se les cancele el beneficio.
Además, se creará un sistema de “renta mínima” para las familias brasileñas. “Nuestra meta es garantizar a cada brasileño una renta igual o superior a lo que actualmente se paga por Bolsa Familia”, indicó.
7. Comercio Exterior
La propuesta del programa incluye una reducción de las alícuotas de importación y de las barreras no arancelarias, y trabajar en la constitución de nuevos acuerdos comerciales con diferentes socios comerciales, por fuera del Mercosur.
Marcelo Bermolén, profesor de la Escuela de Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Austral, indicó que “un análisis pormenorizado de las exportaciones brasileñas, muestra que el vecino país primarizó -en la última década- sus envíos al exterior, y que sus bienes industriales perdieron competividad global y encontraron mayormente destino en los países de la región.
“Bolsonoaro pondrá el acento en fortalecer la industria nacional y aliarse al fuerte lobby del empresariado paulista, que supo ser un socio natural de los militares en época de la dictadura. Con un sesgo muy pragmático, abrirá la economía selectivamente en aquellos sectores menos competitivos y mantendrá en poder y supervisión propia a sectores estratégicos como las comunicaciones y la energía”, indicó.
8. Incrementar la productividad
La propuesta del partido de Bolsonaro apunta a “acelerar la modernización de la estructura productiva”.
Las medidas apuntan al fortalecimiento del mercado de capitales, ampliar las calificaciones y la capacitación de los trabajadores para las demandas de la nueva economía, establecer apoyos a start-ups de “alto potencial” y entregar estímulos para la innovación.
Dentro del programa, un apartado especial se le da a la necesidad de nuevos aires a la actividad agrícola. Para aumentar la productividad de este sector en específico, según La Tercera, se plantea la creación de una estructura federal que reúna todas las áreas de la actividad productiva y que vele por los intereses del país en esta área. Hoy, el devenir de este sector está en manos de diferentes ministerios y reparticiones, lo que complica un plan global e integral, dicen.
9. Lanzar una nueva ventanilla única
Según el informe Doing Business, que mide y compara el ambiente para hacer negocios en 190 países, Brasil está en el puesto 125, mientras que Chile, por ejemplo, está en la posición 55.
El programa de gobierno de Bolsonaro pone un foco importante en el tiempo que toma la apertura o cierre de una empresa: según el Banco Mundial, en Brasil se requieren 80 días. La idea del presidente electo es que este proceso dure como máximo 30 días.
Para lograr la meta, la propuesta va por el lado de establecer una ventanilla única que simplifique el proceso.
10. Aumentar la competitividad vía infraestructura
“Desburocratizar, simplificar, privatizar y pensar de forma estratégica e integrada” es la fórmula de Bolsonaro para captar inversiones para infraestructura.
El plan es bajar el riesgo regulatorio para que Brasil pueda atraer grandes desembolsos en este sentido. Y, de paso, se generen empleos y se logren bajar los costos de esos servicios para los usuarios.
En materia portuaria, la idea es mejorar la eficiencia de los 37 puertos que tiene el país por los que anualmente mueven unos 800 millones de toneladas de carga.
Además, se pretende lograr una reducción de costos y de los plazos de embarque y desembarque de carga. “Nuestro objetivo es llegar al final de nuestro gobierno a parámetros similares a los de Corea del Sur, Japón o Taiwán”, se asegura en el programa.
Fuente: iProfesional