A los acopiadores la reforma fiscal los dejó “afuera de la cancha”
19/02/2018
La suba de Ingresos Brutos, aseguran, provocó una profunda asimetría con las cooperativas. DANILO LIMA
En medio de una sequía durísima que pegará muy fuerte en los bolsillos de todos los actores del sector agropecuario –y en los del Estado también–, los acopiadores enfrentan en nuestra provincia un problema adicional que los deja “afuera de la cancha”, según denunció, en diálogo con DOS FLORINES, Martín Beglinomini, el presidente del Centro de Acopiadores de Granos de Entre Ríos (Cager).
La última reforma fiscal aprobada por la Legislatura de Entre Ríos –a las apuradas ante las presiones del Gobierno nacional– generó una profunda asimetría entre las empresas de acopio y las cooperativas que brindan ese servicio.
Beglinomini explicó que “los acopiadores enfrentamos hoy un escenario muy complejo, básicamente porque con la reforma impositiva nosotros estamos ahora peor que antes. La carga de Ingresos Brutos en vez de bajar, como era la propuesta nacional, en Entre Ríos subió. Y ese aumento nos deja afuera de la cancha porque no podemos competir con las cooperativas, y –aclaró– no estoy pidiendo que graven a las cooperativas, que no se entienda mal”.
Un impuesto, argumentó el presidente del Centro de Acopiadores, generalmente “se traslada al precio y lo termina pagando el consumidor final, pero nosotros no lo podemos hacer porque nuestros competidores no tienen ese impuesto. Por eso digo que nos dejan afuera de la cancha”.
Beglinomini dio un solo dato para entender el impacto de la suba impositiva. “El fertilizante, un insumo muy caro, con el que nosotros tenemos una ganancia de entre el 8 y 10%, tiene un costo de Ingresos Brutos de 4,5 %. Es decir, la mitad de nuestra ganancia va a ir a parar al pago de Ingresos Brutos. Definitivamente no podemos competir”, enfatizó.
El referente de los acopiadores, sin embargo, se mostró moderadamente optimista respecto de la posibilidad de superar este problema. “Ha habido descuidos en la letra chica (de la reforma fiscal) y “estamos dialogando” con la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) y el Ministerio de Economía, “con muy buena predisposición, para ver cómo salvamos este tema que es muy perjudicial para nosotros”.
La sequía.
Además del problema sectorial de Ingresos Brutos, los acopiadores entrerrianos también sufren el impacto de la sequía que inevitablemente será un golpe tremendo en el campo, en las localidades que viven del sector agropecuario y en las finanzas del Estado.
Beglinomini, en este sentido, calificó la situación derivada de la falta de lluvias como “muy compleja” aunque evitó ponerle un número a las seguras pérdidas.
La seca persiste y, por eso, “todavía no podemos hacer un recuento de daños dado que no sabemos cuándo va a terminar. Estamos en un proceso de franco deterioro de los cultivos, ya con un daño tremendo e irreversible” en el maíz, cuyos rendimientos están “un 50% por debajo de lo estimado”.
Las sojas de primera, estimó, “están muy dañadas porque en dos meses no ha llovido prácticamente nada” y las de segunda “si no llueve en estos días se puede perder todo”.
– El productor perdió plata con el trigo, pierde con el maíz y, tal vez, también perderá con la soja. La ecuación seguramente dará negativa. ¿Cómo van a enfrentar los acopios –uno de los habituales financistas de los productores– la campaña 2018/19?
– Cómo va a arrancar la próxima campaña no lo sabemos porque no sabemos cómo va a terminar esta campaña. Cuando pase la seca nos sentaremos todos los sectores a evaluar daños y ver cómo se puede poner en marcha la rueda productiva porque el país y la provincia tienen que seguir funcionando, y para eso el campo tiene que producir para poder crecer.