El gobernador de la provincia y el subsecretario de Ganadería del Ministerio de Producción de la Nación coincidieron este viernes en la ciudad de Seguí, con motivo de la inauguración del frigorífico modelo que comparten la empresa San Fernando SA, de la familia Bouzada, y las cooperativas San Martín, de Seguí, y Agropecuaria de Aranguren. En medio del debate por el anuncio del Gobierno nacional, Bordet en su discurso ante una numerosa concurrencia aseguró que “debe proteger a las economías regionales” y mostró su “preocupación por la importación”; mientras que el funcionario provincial el dijo a DOS FLORINES que “el cerdo de EE.UU. competirá con el brasilero” y que “buscamos abrir nuevos mercados para nuestra carne como también abrimos el nuestro, y todo el mundo lo sabe desde el primer día”. Los productores, extrañamente, relativizan el momento. Gustavo Sánchez Romero / sanchezromero@arnet.com.ar
Cuando Daniel Kindebaluc, vecino de Seguí y dirigente de la Cooperativa San Martín, y Antonio y Sebastián Bouzada –titulares de la firma agropecuaria San Fernando S.A, que complementan al destacado laboratorio Eriochem- comenzaron a conversar sobre la posibilidad de integrarse en un ensayo inédito entre privados y dos cooperativas había una cancha que se presentaba limpia y promisoria para agregarle valor a la actividad primaria porcina. No imaginaron que unos siete años más adelante lograrían concretar una inversión que su ciclo tres y con toda la infraestructura ronda los 50 millones pesos pero lo harían enmarcada en un debate sobre la importación de cerdos desde los EE.UU.
Es que desde que el presidente Mauricio Macri acordó con Mike Pence, el vicepresidente de los Estados Unidos, la importación de carne de cerdo –tras 25 años de prohibición por razones sanitarias- las cámaras que nuclean al sector en el país y algunos productores pusieron el grito en el cielo y se les erizó la piel entre temores productivos, definiciones ideológicas, mitos e incertidumbres.
Se abrió entonces un debate que puso de un lado a estos y del otro al Gobierno nacional y representantes sectoriales, como el titular de la Sociedad Rural Argentina, el entrerriano Luis Miguel Etchevehere.
Ese debate escribió otro capítulo ayer en Entre Ríos. Más precisamente en Seguí, a unos 25 kilómetros de la capital provincial, donde quedó inaugurado Pontesur S.A., un complejo privado que busca integrar la cadena y que aspira a cerrar los ciclos dos y tres y abrir algunos puntos de venta con marca propia. Entre un importante número de funcionarios provinciales, legisladores provinciales del Peronismo y Cambiemos y el Senador Nacional Alfredo De Angeli, el intendente local, Cristian Treppo, productores y amigos de los empresarios estuvieron en la soleada pero fresca mañana de viernes el titular del Ejecutivo provincial, Gustavo Bordet y el joven funcionario nacional -ex titular de la Cámara Argentina de Feet Lot- a cargo de la Subsecretaría de Ganadería del Ministerio de Producción de la Nación, Rodrigo Troncoso.
Debate.
Todo hacía suponer que este debate –que subyace caliente por estos días en la epidermis del sector porcino- aparecería de alguna u otra manera. Y así fue.
Llegó de la mano –más precisamente de la boca- de Gustavo Bordet que –un poco por estar en campaña, otro porque es necesario reflejar el malestar de los chancheros y porque hay definiciones ideológicas genuinas- y no dudó en afirmar que “como gobierno nos toca defender nuestras economías regionales”. Eso lo dijo en clara referencia a la importación de carne de cerdo desde el gigante del norte. “Hay muchos productores y empresarios que invierten para poder agregar valor y que esto tiene que ser protegido. Hay que buscar un equilibrio y en este sentido vamos a acompañar a la cadena porcina, que en Entre Ríos viene creciendo de manera sostenida”, expresó el gobernador. “Como gobierno nos toca defender nuestras economías regionales y lo hacemos en una mesa de diálogo”, dijo el mandatario al expresar su preocupación por la apertura de los mercados.
Sobre este punto, Rodrigo Troncoso le dijo a DOS FLORINES que entiende el malestar de los productores, y dice que lo entiende desde el primer día de la gestión, cuando entraban los cerdos desde Brasil. “Entendemos que son miedos reales que siente cada productor pero nosotros tenemos muy en claro el foco y hay una fuerte convicción en convertirnos en el supermercado del mundo, en el supermercado de las carnes, si querés también, y en ese camino tenemos que seguir abriendo mercados –abriendo nosotros y abriendo para afuera-. Y es así. Así funciona el mundo y así se lo planteamos al productor en cada reunión. Tenemos un director de Porcinos, responsable del área que conoce mucho al sector, Lucas Balbi, nos reunimos muy seguidamente y pueden comprobar que desde el día que comenzamos la gestión. Vamos a salir a abrir nuevos mercados y vamos a abrir el mercado nuestro porque así funciona el mundo”, sentenció sin eufemismos.
El joven funcionario, ingeniero en Producción Agropecuaria, expresó que hoy el mercado está abierto al cerdo brasilero en un 100 %. “Todo lo que entra tiene la posibilidad de multiplicarse por tres, es decir que lo que muchas veces no se entiende o se explica mal es que hoy Brasil no tiene restricción, entra todo lo que quiere, con lo cual si yo abro a Estados Unidos o 10 países más no es que van a llegar 10 veces más en volumen de carne de cerdo”, describió Troncoso. .
-¿Usted dice que todo lo que ingresará no competirá con el cerdo argentino sino con el brasilero?-preguntó el cronista, a lo que el funcionario respondió con números. “Totalmente. Si fuese un mercado de cuotas, es decir que a Brasil le dejo entrar 30 mil toneladas, 30 mil más a Estados Unidos, estaría aplicando ese concepto, pero no es así. Hoy Brasil, con arancel cero, país vecino, limítrofe, más competitivo que nosotros puede entrar toda la carne que quiera. Y este año serán entre 40 mil y 50 mil. Y no entra más, porque el mercado no lo acepta. Por lo que lo ingrese de otro país competirá con el cerdo brasilero y el de Dinamarca”, subrayó.
Tercera posición.
En la mañana, dentro del Parque Industrial de Seguí, se le consultó a un reconocido productor acerca del momento que vive la cadena porcina y, contra todo pronósitico, el hombre –que pidió mantener su nombre en reserva para no entrar en un debate estéril en la provincia- aseguró que, más allá del anuncio y del momento del mercado, “el precio del cerdo no se cayó y se mantiene con firmeza”. “La parte mala, el ciclo negativo del año, ya pasó para los cerdos. Este período entre abril y agosto es el peor del año, y con respecto al año anterior vemos que la cosa no está tan mal porque es allí donde se coloca la producción”, expresó. Es que el año pasado coadyuvaron un par de fenómenos intrínsecos y extrínsecos: caída sostenida del consumo, ingreso de cerdo de Brasil y simultáneamente liberación y suba del precio del maíz, lo que impactó frontalmente contra los números de los productores.
Dice el productor consultado que “este año hubo oferta importante de cerdos y el consumo ya se ubica en derredor de los 17 kilos de consumo por habitante; subiendo aproximadamente un kilo por año; pero además se prevé firmeza para esta primavera y verano, que es donde más se consume carne de cerdo. En el verano se venden cortes para fiambres y cortes frescos y la verdad es que creemos que puede ser un buen escenario el próximo”, consignó.
¿Comparten el concepto de Troncoso que al cerdo le falta la integración de res?- se le consultó, y se obtuvo una respuesta afirmativa.
“Sí, eso es así. Falta volumen en la producción argentina, y es eso lo que logró el sector avícola y nosotros debemos imitarlo. Nosotros no sabemos qué hacer con las cabezas de chancho. Lo que tenemos que hacer es integrarnos y juntar las patitas, las cabezas y las orejas y hacer volumen por consorcio, pero somos muy nuevos en esto todavía. Son minoritarios y necesitamos otro concepto para exportar. El corte fresco, el carré, el solomillo y el matambrito lo vendemos al mercado interno. Queda toda la pulpa, que va a salames y paleta y jamón, pero no sabemos qué hacer con el resto y necesitamos que tenga un destino mínimo para tener otra ecuación del negocio”, prescribió.
-¿Entonces hay un reclamo exagerado de las cámaras?- se le preguntó finalmente.
-Bueno, las cámaras tienen una función gremial y deben quejarse y zapatear, como es natural, porque la verdad es que no es agradable que te entre cerdo desde todos lados. Pero la verdad, a mi humilde juicio, no es para tanto. Yo siempre le tuve más miedo al cerdo brasilero que puede entrar sin restricciones al país que a los de los Estados Unidos-, respondió con notable objetividad.
Troncoso: “La apertura no generará mayor importación”
El subsecretario de Ganadería del Ministerio de Producción de la Nación fue parte del acto de apertura de Pontesur de este viernes, y se dirigió brevemente a la concurrencia donde trasladó el saludo de Mauricio Macri y Ricardo Buryaille. Minutos antes del acto, Rodrigo Troncoso contestó algunas preguntas sobre el momento del sector.
-¿La recuperación de la ganadería en las distintas cadenas cárnicas del país es un over shooting o ya podría definirse como una tendencia?
-Para nosotros la recuperación de stock ya es una tendencia. La ganadería en su conjunto tiene una necesidad manifiesta y esta es previsibilidad. Cuando asumieron el presidente Macri y el ministro Buryaille tomaron tres o cuatro medidas que a los dos días de asumir intentaron cambiar el esquema y les dijo: “Inviertan tranquilos que el gobierno va a acompañarlos en la apertura de mercados, que vamos a acompañarlos en las negociaciones para poder exportar la carne como se debe y como siempre se ha hecho”. Se quitaron todas las restricciones y el productor comenzó a apostar. Se está trabajando en el tema de la inflación que quieras o no es un es tema muy sensible para quien tiene que planificar una empresa agropecuaria. Claramente es importante porque todo trabajo de ganadería es a largo plazo y eso lo hace más difícil. Con rentas bajas e inversiones a largo plazo hace que la gente quiera hacer ganadería porque está en su naturaleza y ahora los estamos acompañando para mantener el crecimiento.
-¿Dónde advierten el cambio en el espíritu del productor?
– Más allá de los indicadores fríos que tenemos y están al alcance de todos se ve en cualquier remate de ganadería bovina el movimiento de gente, la expectativa; cualquier jornada técnica la ves llena de gente participando, está claro que hay un optimismo distinto. Lo que tenemos que hacer ahora es seguir trabajando en lo que es la parte técnica y opción de tecnologías para seguir creciendo en eficiencias.
Modelos.
-¿Cómo se comporta por estos meses el crecimiento que se venía dando en carnes aviar y porcina en detrimento de la vacuna?
-Nosotros, desde el Ministerio de Agroindustria, tenemos una visión integral donde las cadenas se abordan todas juntas y vemos a las carnes como un solo complejo juntas y al mismo tiempo, más allá que las agendas de trabajo tengan programas específicos para cada una de ellas. Y esto es así porque si a una le va bien le va ir bien a todas, y si a una le va mal empieza a tropezar el resto. Desde el primer día la vemos como un complejo integrado e interrelacionado. Desde siempre la consideramos una matriz de producción de proteínas, convertidas de vegetal en animal, y no importa qué tipo de carne es sino que tenemos que buscar la oportunidad para cada una en el momento justo.
-¿En qué punto estaban los mercados externos cuando llegaron y en qué se avanzó?
-La verdad es que hace dos años estábamos afuera de todo, ni nos conocían en muchos mercados ya que habíamos perdido todo tipo de relación. La verdad es que habíamos perdido todo eso y se está recuperando a partir de mucha demanda y nosotros que estamos trabajando en apertura de mercado, con una Secretaría de Mercados viajando por distintos a través de la licenciada Bircher (Marisa Bircher, secretaria de Mercados Agroindustriales del Ministerio de Agroindustria de la Nación) que está golpeando puertas en el mundo y tiene como responsabilidad las negociaciones y aperturas en los mercados externos junto con el Senasa, que hacen un trabajo arduo por ir buscando mercados y posicionando nuestras carnes afuera.
-La apertura de carnes de Estados Unidos mucho malestar…
-Entendemos el malestar, lo entendemos desde el día que asumimos, que les preocupaba la importación de carne porcina de Brasil, entendemos que son miedos reales que siente cada productor pero nosotros tenemos muy en claro el foco y hay una fuerte convicción en convertirnos en el supermercado del mundo, en el supermercado de las carnes, si querés también, y en ese camino tenemos que seguir abriendo mercados –abriendo nosotros y abriendo para afuera. Y es así. Así funciona el mundo y así se lo planteamos al productor en cada reunión. Tenemos un director de Porcinos, responsable del área que conoce mucho al sector, Lucas Balbi, nos reunimos muy seguidamente y pueden comprobar que desde el día que comenzamos la gestión. Vamos a salir a abrir nuevos mercados y vamos a abrir el mercado nuestro porque así funciona.
Competencia.
-¿El cerdo argentino está en condiciones de competir con el cerdo del mundo?
-A ver, hoy el mercado está abierto al cerdo brasilero en un 100 %. Todo lo que entra tiene la posibilidad de multiplicarse por tres, es decir que lo que muchas veces no se entiende o se explica mal es que hoy Brasil no tiene restricción, entra todo lo que quiere, con lo cual si yo abro a Estados Unidos o 10 países más no es que van a llegar 10 veces más en volumen de carne de cerdo.
-¿Es decir que todo lo que ingresará no competirá con el cerdo argentino sino con el brasilero?
-Totalmente. Si fuese un mercado de cuotas, es decir que a Brasil le dejo entrar 30 mil toneladas, 30 mil más a Estados Unidos, estaría aplicando ese concepto, pero no es así. Hoy Brasil, con arancel cero, país vecino, limítrofe, más competitivo que nosotros puede entrar toda la carne que quiera. Y este año serán entre 40 mil y 50 mil. Y no entra más, porque el mercado no lo acepta.
-¿El mercado argentino soporta 50 mil kilos de importación y ese es el techo?
-Sí, que es el 8 % de la producción nacional.
-¿Qué problemas de competitividad tiene el cerdo argentino?
-El desafío que tenemos en el país es que el productor pueda integrar el capón de manera más eficiente, y la integración de la res significa poder vender mejor más cortes. Argentina, como viene en crecimiento, como es muy nuevo en este sentido adolece de un conocimiento más profundo de los cortes y conseguir mercados para que se lleven los cortes y los productos que no comemos en el país. El foco y donde tenemos que poner el esfuerzo, y donde creo que se nos debe evaluar nuestra gestión dentro de dos años y medio es ponderar cómo estaba la integración del porcino cuando asumimos –donde se venden tres o cuatro cortes bien y el resto se vende a pérdida- y cómo hacemos para llegar a China para venderle las patitas, las orejas, la cabeza que aquí no se venden para que sea mucho más estable el negocio.
-Un proceso similar a la vaca y el pollo…
-Sí, ese el desafío. Con los productores tenemos que focalizarnos aquí. El resto es ruido.
-¿Estas 50 mil toneladas de carne que llegan de Brasil no las está produciendo el mercado local?
-Y… claramente no, sino no entrarían de afuera. Es así de claro. Si hablás con la industria te dice que la necesitan para seguir trabajando. Estamos en un libre mercado y esa es la parte que tenemos que entender.
-¿La competitividad cambiaria es acorde a la necesidad del productor?
-El dólar mejoró en estos tiempos, podría estar mejor. Ahora estamos trabajando en reintegros. El tema es que a Argentina le falta competitividad por volumen en el cerdo. Nos está faltando volumen para exportar. Hay un consorcio de exportadores que son 12 o 13 empresas que se juntaron y decidieron hacer un esfuerzo común para poder llenar los containers y en ese proceso estamos y nosotros los acompañamos con fondos para ir a ferias internacionales para posicionar su producto y su marca. Estamos trabajando en el tema de reintegros a la exportación para poder fomentar aún más la salida al mundo porque queremos mejorar esa integración de res de la que hablamos recién.
PARA DESTACAR
Antonio Bouzada: “El valor que tiene este emprendimiento es altamente estratégico para los sectores productores primarios de cerdos que anualmente aprovisionan al mercado 6000 capones por año. El 70 por ciento de la producción porcina no se procesa en la provincia, sino que la mandamos a otras provincias y después nos devuelven el chacinado con un altísimo valor agregado y con mano de obra que no es entrerriana. Por eso la importancia de poder procesar estos animales que salían en pie”.
Sebastián Bouzada: “Este proyecto es algo inédito, donde dos cooperativas se quieren asociar con una sociedad anónima. Por eso, desde San Fernando agradecemos a las cooperativas habernos apoyado y haber creído que esto se podía hacer”.