Se construyó el mayor parque solar fotovoltaico de Entre Ríos en una planta avícola

19/05/2024

La inversión fue realizada por Las Camelias en Liebig y contó con el trabajo de la empresa Meyco. Su dueño, Elbio Woeffray, destacó la importancia de quitar trabas normativas para promover las energías renovables en la provincia. Nahuel Amore

La empresa Meyco SRL, especializada en soluciones energéticas y ambientales, finalizó la construcción del “mayor parque solar fotovoltaico de Entre Ríos”, tal como lo denominan con orgullo. La inversión fue realizada por la avícola Las Camelias en su planta de incubación de la localidad de Liebig, cuya inauguración se concretó el miércoles y contó con la visita del gobernador Rogelio Frigerio, la vicegobernadora Alicia Aluani y demás funcionarios de áreas afines.

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Elbio Woeffray, titular de la empresa de ingeniería radicada en San José que realizó la obra, destacó que se trata de un proyecto que apuesta a la sostenibilidad energética y la autonomía, diseñado para abastecer un 80% del consumo de la planta avícola. Según precisó a DOS FLORINES, tiene una potencia instalada de 315 Kwp, para producir 454 Mwh por año, a partir de 570 paneles solares de 550 vatios cada uno. La ejecución fue liderada por su hijo Gabriel Woeffray y el ingeniero Nicolás Sosa, junto al ingeniero Walter Bonin de la compañía avícola.

Según explicó, el proyecto comenzó con una evaluación de la demanda energética de la planta de incubación y, a partir de allí, se previó una instalación de paneles solares para disminuir el 80% del consumo base, no máximo. Una vez aprobado por los directivos de la industria avícola y mediante el acceso a financiamiento, se avanzó con la ejecución de la obra que llevó aproximadamente tres meses hasta su inauguración esta semana.

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Respecto de la provisión de los insumos y la capacidad técnica, Woeffray indicó que los paneles son importados al igual que los tres inverter que instalaron para acondicionar el sistema, debido a que no hay fabricación nacional. De todos modos, valoró que la ingeniería, la soportería, los tableros y toda la instalación electromecánica fue realizada con insumos y capacidad del personal que cuenta Meyco en San José.

El especialista destacó que para avanzar en soluciones alternativas de este tipo, atento a la creciente demanda energética, las empresas deben contemplar una inversión cercana a los 300 mil dólares. Al respecto, consideró que su concreción “es alcanzable” si hay políticas de financiamiento con tasas de interés acordes.

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Consultado por los números, aseguró que hoy resulta conveniente ante el fuerte aumento de costos de la energía eléctrica que está impactando en las industrias y otras cadenas productivas y de servicios. “Es perfectamente amortizable en un plazo razonable de entre cuatro y cinco años, con créditos de seis años”, señaló, y subrayó que “la instalación tiene una vida útil aproximada de 20 años”.

A modo comparativo, recordó que un proyecto de estas características se amortizaba antes en ocho, nueve o diez años. Por ello, insistió en la necesidad de seguir mejorando la ecuación para que las inversiones en energías limpias sean tangibles. “A pesar de que para la gente puede ser un costo difícil de afrontar, la única manera de que se desarrollen las energías renovables es que se sinceren los costos, porque si no, no cierran los números y no justificás la inversión”, sostuvo.

Eficiencia energética

Fernando Marsó, gerente de Finanzas de Las Camelias, resaltó que el parque solar forma parte de la política empresaria de eficiencia energética y mejora en los procesos. Si bien consideró que todavía los números no ayudan para impulsar más inversiones de este tipo como quisieran, indicó que la oportunidad surgió a partir de un crédito del Banco Santander con tasas blandas para proyectos verdes.

Según explicó a DOS FLORINES, se apostó por la planta de Liebig debido a que el consumo energético es constante y se puede aprovechar por completo, sin necesidad de inyectar excedentes a la red que no harían rentable la inversión. “En un mes vimos reducido el consumo entre un 9 y 10%, con pruebas con sol y sin sol”, valoró sobre el impacto que ya pudieron evaluar.

El proyecto original de paneles solares en Las Camelias estaba pensado para la planta de faena, cuya demanda energética es tres veces mayor a la de incubación. Sin embargo, advirtió que hay un tema pendiente por resolver con la empresa distribuidora. “No hacemos más porque todavía no es rentable inyectar energía a la red”, reafirmó, y acotó que en el establecimiento de faena hay momentos en los que no se consume energía y no se justificaría con la ecuación actual, a pesar de que se achicaron los márgenes.

Para la familia Marsó, los caminos y la energía son temas claves para el desarrollo de los sectores productivos. De allí que buscan constantemente alternativas más eficientes. Fue así que primero pusieron en marcha el biodigestor para el tratamiento de efluentes que generan biogás, mientras que ahora están poniendo a punto una caldera de biomasa para reducir el consumo de gas en la planta de faena. “Vamos a pasar el invierno con el vapor hecho con chips de madera”, destacó.

No obstante, de cada alternativa se analizan sus pros y contras. Respecto de la biomasa, advirtió por el costo del flete. “Los proyectos tienen que estar en la zona norte de Federación y Concordia para que sean rentables”, consideró. En tanto, de la energía solar, anticipó que prevén implementarlo en granjas propias y los integrados, pero reconoció que cuando están entre 15 y 20 días paradas termina no siendo rentable la inversión.

Fernando Marsó observó que hay mayor flexibilización para implementar proyectos de esta naturaleza, aunque no dejó de marcar los desafíos pendientes, como una tarifa acorde para los usuarios generadores. Además, anticipó que resolver estas cuestiones será clave para el futuro inmediato. “Estamos en un nivel de baja producción y no hay energía. Si esto se reactiva fuerte, no habrá energía”, planteó.

Legislación, la clave

Elbio Woeffray es ingeniero, empresario y autor del libro “Entre Ríos, el Estado al que le robaron la luz”, donde deja en claro su postura para promover las energías renovables. Dada su expertise, lamentó que hasta ahora “no había condiciones para que este tipo de inversiones se hicieran”. Al respecto, advirtió primero por los créditos a tasa razonable que son indispensables, pero, sobre todo, por la legislación que “hasta el momento no ayudaba”. “Prácticamente impedía este tipo de emprendimientos”, apuntó.

“La normativa existe desde 2016, pero a medida que la fueron reglamentando, empezaron a poner más trabas con artículos incumplibles que hacían que en la práctica no se pudieran hacer”, cuestionó. En esa línea, alertó por las marcadas diferencias en la Región Centro: “Entre Ríos tiene 15 usuarios de este tipo registrados de acuerdo a la normativa, mientras que Córdoba tiene 800 y Santa Fe entre 400 y 500”, señaló.

Con este panorama, Woeffray no escatima en calificativos para advertir por el atraso de Entre Ríos en la materia. “Estamos parados en el medioevo de las energías renovables”, disparó, y explicó por qué la ley era una traba: “Si bien el empresario tenía la intención y las ganas de invertir, no tenía seguridad jurídica y lo estaban asustando en que podía quedar fuera de la ley; ante la duda, no lo hacía. En lugar de ser un fomento, era un impedimento. Eso pasó hasta que cambió con el gobierno”, argumentó.

Por otro lado, remarcó que la legislación debe acompañar la evolución de la tecnología y resulta inconcebible, frente a los avances actuales, estancar la normativa con el paso del tiempo. Por ello, insistió en cuestiona la gestión pasada. “Se tienen que hacer cargo de esto quienes impidieron el desarrollo de Entre Ríos en beneficio de unos pocos. Es la única explicación; no es la ignorancia”, aseveró.

Finalmente, el asesor en soluciones ambientales recordó que la Ley Provincial Nº 10.933 de Energía Eléctrica Sostenible prevé para 2030 cubrir la demanda con un 30% de energías renovables. “Creo que es un objetivo lograble, tanto de parte de las empresas como los usuarios. Para lograrlo hay que tener una mirada y acciones que permitan su desarrollo, porque hasta ahora Entre Ríos es una de las provincias más atrasadas”, enfatizó.