El economista disertó este viernes en la 2° Feria Binacional de la Industria y la Producción de Colón. Advirtió que la acelerada suba de precios continuará todo el año y avizoró un 2024 complejo. Nahuel Amore
Convocado este viernes en la ciudad de Colón para hablar sobre la economía en la actualidad, las perspectivas y el desarrollo del país, Emmanuel Álvarez Agis brindó una conferencia ante industriales entrerrianos, funcionarios y jóvenes que se congregaron en la 2° Feria Binacional de la Industria y la Producción. En ese marco, puso el foco en los problemas macroeconómicos y apuntó contra la sequía y sus efectos inflacionarios. Como salida, subrayó la importancia de los consensos políticos.
“Este no va a ser un buen año porque la sequía nos va a pegar un impacto grande”, sintetizó el economista, quien dio cuenta de las severas dificultades que tiene la Argentina para generar dólares y que este 2023 se complejizó por la histórica sequía. En ese sentido, delante de autoridades y empresarios de la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER), afirmó: “La sequía significa menos actividad y más inflación”.
Al respecto, el exviceministro de Economía de la Nación se explayó sobre las consecuencias que provocará no sólo la falta de dólares por la caída de exportaciones de los principales cultivos, sino también los efectos por el desabastecimiento de determinados alimentos. “La sequía no es solo problema de falta de dólares. También de escasez de productos que hará que la inflación suba, que está sucediendo”, planteó.
Desde esa perspectiva, Álvarez Agis remarcó que para evitar estas crisis, resulta clave el agregado de valor con potencialidad exportadora. “Cuando más industria tiene el país, menos depende del clima”, sostuvo, y alertó por la vulnerabilidad a la que quedó expuesta la Argentina frente a un fenómeno como La Niña que no se puede controlar.
“Hoy más que nunca, en un año de sequía, no nos tenemos que olvidar la parte de importante de seguir diversificando la matriz productiva de Argentina”, reforzó, y agregó que es fundamental “para compensar y ayudar al sector productivo”.
Perspectivas
El exfuncionario nacional anticipó que la caída de las exportaciones y del ingreso de divisas en un actor clave como es el campo implicará inevitablemente un freno en la actividad del país. Al respecto, señaló que como mínimo el PBI caerá cerca de un 3,5% este año. “Argentina 2023 probablemente nos toque achicarnos”, indicó en relación al efecto sobre las empresas, aunque aclaró que será de manera heteorogénea por sectores.
Poro otro lado, anticipó que este escenario macroeconomómico podría terminar en un cambio de gobierno. “Si llegamos a 2024, probablemente llegamos con inflación alta, pocas reservas y una economía en recesión. La pregunta es cómo lo arreglamos”, expresó este viernes en Colón.
En esa misma línea, manifestó que “cuando lleguemos a 2024 y probablemente con cambio de gobierno, la pregunta es cómo se arregla este despiole”. “Por más de que la cosa pueda cambiar, la pregunta es si nos curamos, cambiamos de enfermedad o morimos”, distinguió, y apuntó contra el rol de los economistas buenos, mediocres y manos que tendrán sobre sus manos el futuro del país en la próxima gestión.
En este escenario, avizoró un 2024 complejo, que seguirá teniendo una elevada inflación. De todas maneras, de las políticas que se apliquen dependerá cuánto será ese nivel. “Curarse implica que la inflación sea algo más normal. Aunque la palabra normal es un tanto particular en Argentina”, afirmó.
