“El sector porcino está con los números complicados”
23/04/2023
Sebastián Bouzada, presidente de la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos, advirtió que el nuevo dólar soja implica un aumento de costos del 10 al 15%. Piden ayuda al Gobierno provincial. Nahuel Amore
El Ministerio de Economía de la Nación puso en marcha la tercera edición del Programa de Incentivo Exportador para las ventas de soja, con el objetivo de fortalecer las flacas reservas del Banco Central, agravadas por la sequía. Sin embargo, el dólar soja vuelve a generar severos efectos colaterales, con un incremento de costos para aquellas producciones que demandan de la oleaginosa, entre otros precios relativos que se disparan en alza. El resultado, entre otras cosas, deriva en un recalentamiento de la inflación.
Del abanico de actividades económicas afectadas, los productores de cerdos enfrentan por tercera vez un fuerte cimbronazo en su estructura de costos. “Cada dólar soja repercute entre un 10 y 15% de aumento de costos en la producción. Además, no es que ese incremento dura durante la medida, sino que una vez asumido ese aumento en los derivados de soja, nunca más baja”, cuestionó Sebastián Bouzada, presidente de la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper).
En ese sentido, consultado por DOS FLORINES respecto de cómo termina impactando esa medida en el resultado final de los productores entrerrianos, el empresario fue contundente. “El dólar soja es una medida que a nuestro sector le quita rentabilidad, le quita competitividad con un aumento de los costos de producción, en un contexto donde el sector porcino está con los números complicados”, afirmó.
Aumento de costos
Bouzada remarcó que el dólar soja es una medida que al sector porcino le pegó desde la primera edición como al resto de las carnes. “Generó un sobrecosto en nuestra producción que no pudimos darnos vuelta y volcarlos en el precio para compensarlo con el precio del capón”, lamentó, en relación al margen entre el costo y el precio de venta, que se agrava en un escenario de aceleración inflacionaria.
Respecto de los números concretos, dijo que cuando arrancó el dólar soja en septiembre de 2022, la harina de soja costaba 320 dólares, después subió a 380 dólares y “nunca más bajó”. A esta altura del año, con una tercera edición, este derivado pasó a 540 dólares.
A partir de la nueva medida, anticipó que “el aumento de los costos para una granja va a rondar unos 40 pesos por kilo”. “Eso es lo que representa ese 10 o 15% de incremento, al pasar de 470 dólares la harina a 540 dólares. Eso repercute entre 38 y 50 pesos por kilo producido”, sostuvo.
Por otro lado, cuestionó que los anuncios de compensaciones siguen siendo eso, anuncios. “Al costo lo asumió directamente el productor. Del dólar soja 1 no se anunció nunca un paliativo para los productores. Del dólar soja 2 se anunciaron las compensaciones, que hicimos todos los trámites para inscribirnos y estamos esperando que se paguen. Ese anuncio se hizo en diciembre, con un monto fijo en pesos por tonelada consumida de derivado de soja y estamos en abril esperando que lo paguen. Y del dólar soja 3, todavía no hay ningún anuncio de que haya una compensación”, planteó.
Pedido al Gobierno provincial
Desde Capper se envió esta semana una nota al ministro de Economía de Entre Ríos Hugo Ballay para que tome nota del efecto negativo en una de las actividades que genera valor y empleo tierras adentro. “En cada dólar soja se elevó una nota a nivel provincial, expresando la preocupación y pidiendo apoyo en el reclamo que hacemos. No son medidas del Gobierno provincial pero que afectan a las cadenas de valor de la provincia”, aseguró Bouzada.
En esa línea, consideró que “el Gobierno debería ser un canal de diálogo y reclamo constante para buscar que estas medidas no nos afecten de forma directa”.
Finalmente, expresó que si bien es entendible la situación delicada de las reservas del BCRA que motivan esta política, alertó que “hay que evitar es que un sector como el nuestro pierda competitividad”. “El sector porcino ha invertido y demostrado ser un reinversor compulsivo”, cerró.